Zodiac Girls

Capítulo uno: La fraternidad.

Esta historia está dedicada a mis amigas: Valo, Iri y Ana. La amo con todo mi corazón, nenas. 

Una portada hermosa de: KarenVillagra. Una completa genia. TE ADORO!

POV ACUARIANA. 

Despierto al sonido de la canción "Bad Blod" en mi celular. Frunzo el entrecejo, saco el brazo de mi cómoda y calentita cama para acercarlo  lentamente al celular y deslizar mi dedo de mala gana por la pantalla iluminada. Maldita universidad.

 Giro en la cama hasta quedar boca abajo, convenciéndome de que si duermo diez minutos más no afectará nada, pero tengo que despertarme. Tengo que ducharme, cambiarme, desayunar e ir a estudiar. VACACIONES, LAS NECESITO. 

Mi puerta suena y se abre sin esperar una respuesta de mi parte, volteo y gimo cuando un rayo de la brillante luz del pasillo llega hasta mis ojos. Leonina aparece por la ranura de la puerta, con su toallón de leopardo enredado en su largo cabello rubio platinado. 

- Acua, ya acabé. Si no te apuras entrará otra a ducharse.- susurra. Yo asiento.- no olvides los turnos- canturrea cerrando la puerta. 

Leonina es la única persona en todo el mundo que se despierta feliz. Se despierta a eso de las cinco y media de la mañana para poder bañarse, secarse el pelo, elegir su ropa, maquillarse y, hacerse algo genial en el pelo. Es una pérdida de sueño, todas nos despertamos a eso de las seis o seis y cuarto de la mañana. 

Saco los millones de acolchados de mi cuerpo y dejo que el frío de la madera de mi habitación me cale los huesos. Mi espalda duele y me ederezco lo más que puedo para lograr que el dolor se valla. Introduzco mis pies en las pantuflas color terqueza y deslizo mis brazos por la lana de mi campera antes de encaminarme hacia el pasillo tan lento que parezco todo un zombie. 

Al abrir la puerta de mi habitación, la luz del pasillo me ciega por un segundo antes de que mis ojos se acostumbren a la brillante luz del foco nuevo. Deslizo los pies por el roble del pasillo mientras diviso las habitaciones de mis amigas, Leonina se está secando el pelo frente al enorme espejo que tiene su enorme armario; Escorpiana todavía está luchando con el sueño, Geminiana debe estar abajo junto con Ariana, quien debe estar preparando el desayuno para todas. 

El vapor del baño está presente en el espejo que se encuentra sobre el labamanos y en los azulejos que cubren gran parte de la pared del pequeño baño. Me introduzco allí y cierro la puerta, todavía zomnolienta, antes de girar la perilla del agua caliente de  la ducha y comenzar a desvestirme. 

Dejo que el agua caliente caiga por sobre mis hombros  y se adapte a mis pechos antes de caer y estrellarse en el blanco cerámico de la ducha. Mi cuerpo se adapta al calor mientras que el agua condensada hace que me despierte un poco más. Sé que no debo tardar mucho con la ducha de la mañana, creo que Escorpiana fue la más inteligente al elegir el último turno para ducharse ya que tiene más de veinte minutos extra para dormir. 

Una vez eliminados los restos de crema de enjuage en mi cabello, giro por última vez la perilla de la ducha y me envuelvo en mi enorme toallón de color negro alrededor de mi cuerpo y comienzo a deshacerme de las gotas de agua que quedan en mi cuerpo antes de colocarme mi ropa interior y cambiar el toallón desde mi cuerpo hacia mi cabello antes de salir del baño y dejar que toda el agua condensada se esparza a lo largo de todo el pasillo. Acomodo mis bragas antes de entrar sin permiso a la habitación de Geminiana, quien se encuentra escuchando músicam esperando su turno. 

- Gem- grito para que pueda oírme. ella baja sus enormes auriculares pero aun a esta distancia puedo oir como "Trátame suavemente", de soda estereo, resuena en ellos.- tienes listo el baño. - ella se deshace de sus auriculares y coge de la cama su ropa interior.- Despierta a Escorpiana luego.- levanta su dedo pulgar y yo me dirijo nuevamente hacia mi habitación. 

Una vez en ella, prendo el estéreo y en él resuena "The one that gone away" de Katy Perry; algo tranquilo para la mañana. De mi armario saco unos jeans de tiro alto, una remera básica blanca y una chaqueta de color bordó, regalo de las chicas para mi cumpleaños número 19; y cambio mientras canto más dolida que la misma cantante, la canción. 

Saco mis borcegos color negro de debajo de la cama y me los coloco con unos zoquetes debajo de los mismos, el frío invernal se siente hasta dentro de mi habitación. De seguro la estufa se apagó anoche, alguien tiene que arreglar ese viejo aparato o me congelaré. 

Me coloco frente al espejo de cuerpo completo que se encuentra detrás de mi puerta y me aferro a mi chaqueta, mientras me reflejo; asiento, mientras deslizo mis dedos por mis ya peinados cabellos una última vez antes de tomar el control del estéreo y apretar el largo botón rojo en él.