Zodiac Girls

Capítulo 15: La venganza es un plato que se come frio...y de a dos.

POV ESCORPIANA. 

Pongo en marcha el coche una vez que todas nuestras amigas por fin se durmieron. Gema está un poco mejor pero aún así todo eso la golpeó muy fuerte emocional y físicamente, pero nadie le dice nada de sus heridas, ya bastante mal se debe sentir.

- Entonces, ¿Repasamos el plan?- Acua revisa el bolso en busca de todo lo que necesitaremos.

- No. Mejor es que nos salga natural. Después de todo... es hombre... ¿que tan difícil puede ser?

Acua sonríe y levanta un poco su vestido para hacer notar su liga y poner una cara sensual antes de que ambas riamos. 

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Nos paramos frente a la puerta de entrada y nos lanzamos una mirada cómplice antes de que Acua se acomode el enorme bolso y que yo toque el timbre.

La puerta se abrió rápidamente y un Pablo en toalla se apareció como de repente. Nosotras nos limitamos a sonreír pero no por verlo, sino por ver las cicatrices de su rostro. 

Al vernos él quiso cerrar la puerta pero Acua colocó su pie entre la misma y la pared haciendo que se le haga imposible dejarnos del lado de afuera de su casa. 

- Espera!- él se la queda mirando. El rostro de mi amiga se torna tan irresistible que hasta a mí me cuesta pensar que es la misma Acua- sabemos que mis amigas estuvieron mal. Pero por eso vinimos. Con la intención de... bueno, arreglar lo que hicieron.- Pasó su dedo índice por el desnudo pecho de Pablo hasta que él salió de su trance y se movió hacia atrás.- Vamos, es una "forma de pago".

Me siento una regalada pero todo sea por la venganza.

Después de un rato no muy largo logramos que el señor sexo nos deje entrar a su casa. Con Acua nos miramos y subimos escaleras arriba y nos dirigimos hacia la habitación de Pablo sin pensarlo dos veces. 

Cada paso que doy me recuerda a la fiesta de hace dos noches, escucho los gritos de Gema tan claramente que la piel se me eriza. Recuerdo como nos mirábamos con Ariana, Leo y Acua; tratando de escuchar la débil voz de Gema por sobre la música electrónica- sin contar que estábamos algo pasadas de copas... Bueno, de botellas-. 

Abro la puerta de par en par con más furia de la que puedo controlar y veo que todo está en perfecto orden. La cama está hecha y sin una arruga, en el escritorio solo hay un porta-retrato con una foto de dos adultos, él, y una pequeña niña. 

Acua acaricia el porta-retrato y me lanza una mirada que no distingo si es cómplice o la mirada de una persona cegada por la sed de venganza. 

Mi amiga separa la silla bruscamente del escritorio y lo dirige de un golpe hacia el centro de la enorme alfombra que recorre gran parte de la habitación. Golpea el acolchonado del mueble de madera y levanta su pierna por sobre ella. Sus dedos pasan seductoramente  desde su pie hasta la mitad de su larga pierna, siguiendo el negro de la media 3/4 que dirige la vista hacia la liga que recorre el radio de todo su pequeño muslo. 

- Vamos, bombón.- lo tomo del brazo y lo coloco frente a mí. Me acerco hacia su boca pero me detengo a unos centímetros de ella para golpearle fuertemente el trasero y patear su abdomen hasta hacer que caiga sobre la silla.