Capítulo 4: La seducción y el intento de seducción.

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POV GEMINIANA

Esta noche nos toca cocinar la cena a Esc y a mí, mi estomago ruge del hambre pero debo esperar a que temine de hacerce la comida. Ademas, Ariana se olvidó de comprar cosas para comer entre las comidas, ¿quien hace eso con una geminiana en casa? no. No quiero hablar del tema.

Ignoro el león viviente dentro de mi estómago y saco la tapa de la olla donde pronto estarán los fideos de esta noche. Aunque no lo crean, hubo una disputa entre Escor y Leo en pleno Carrefour sobre que tipo de fideos elegir, ¿escucharon? sobre que tipos de fideos elegir. Es totalmente irracional. Escor quería unos largos y gruesos mientras que Leo quería los famosos tirabuzones, al principio yo también opiné pero luego de un rato me aburrí de discutir y con un sutil y hermoso revoleo de brazo, les dije: "¿saben que? peleense, voy a buscar la salsa con Ari." De verdad, era agotador.

Como siempre, Leo salió ganadora y esta noche comeremos los tirabuzones con salsa al pesto que venía casi hecha en una bolsa; aunque tambien compramos fideos largos y la próxima vez que surja el antojo de pasta, los comeremos.

Como de costumbre, maldita costumbre, Ari tiende a entrar en la cocina para "tomar agua" y su dedo comienza a manejarse solo haciendo que se introduzca dentro de la salsa- que se encuentra en el fuego, cocinándose- y ella, para limpiarlo, lo introduce dentro de su boca sin detenerse.

- ¡Ariana!- grito mientras ella sube a toda velocidad las escaleras.

Ruedo los ojos y me dirijo a mi celular, que se encuentra vibrando sobre la mesada, lo tomo en mis manos y la foto de mi madre aparece en la pantalla. Sonrío y deslizo el dedo sobre el teléfono color verde claro antes de llevarme el aparato a la oreja.

- Hola ma!

- Hola hija, ¿como estás? ¿como va la escuela? ¿ que van a cenar esta noche? ¿cuando vienes para aquí un tiempo, al menos un fin de semana? ¿están limpiando la casa, verdad?- en todo su interrogatorio yo intenté responderle alguna de sus preguntas pero no podía hacer más que abrir la boca y cerrarla ante otra de sus interrogaciones. Hubo un silencio- es verdad, muchas preguntas. Lo siento, pero te extraño.

- Y yo te extraño a tí mama- río- quiero ir a casa unos días, los extraño mucho.

- Sabes que tienes tu habitación armada para cuando quieras mi vida- puedo sentir su euforia de este lado de la línea.

- La semana que viene estoy libre de exámenes, creo que iré a pasar el fin de semana a casa. Hay tanto que quiero contarles...- paso un trapo por la ya limpia mesada para quemar tiempo en lo que acaban de hacerce los fideos y me recuesto en la heladera.

- Genial, todos te estamos esperando. Debo irme, tu hermana tiene examen de geometría mañana y es imposible hacerle entender algo sobre los cubos- reímos.- cuarto quinto grado es terrible en esta escuela.

- Lo sé. Adiós, te amo.- apago el fuego de la salsa y vuelvo a ver como se encuentran los fideos. Todo va bien- nos vemos en cuatro días.- canturreo y ella lo repite.

- Te amo y te extaño mi niña.

- Y yo a tí. Adios.

Apreto el botón rojo en la pantalla y llevo mi celular al pecho, hay veces que, con tantas responsabilidades, olvido lo mucho que extraño a mis padres. Definitivamente este fin de semana iré a casa, quiero mantenerlos al tanto de todo: de como van mis estudios, de como me va en el amor, de las chicas, de todo.

Me dirijo a la olla y giro la perilla del horno, apagando el fuego. Cuelo los fideos mientras llamo a las chicas para que bajen a poner la mesa. Esc se fue a hablar con sus padres hace un buen rato y todavía se escucha su voz riendo de su simpática madre en el living mientras iba y venía desde la cocina hasta el living-comedor llevando las bebidas, los vasos, los cuviertos.

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