Embarazo doble {Larry Stylinson} {Mpreg}

Hola, cariño.

Louis agarro el bebé entre brazos para poder darle de comer, el pequeño movía sus manitos en busca de algo, era tan pequeñito que a él le provocaba agarrarlo y abrazarlo y nunca soltarlo.

Se sentó en la mecedora y le dio el biberón con mucho cuidado, meciéndose para relajarse un momento.

–¿Louis?

Liam entro por la puerta, viendo a su amigo con el pequeño Jacob entre sus brazos. Sonrió ampliamente.

–Las gemelas ya están dormidas –aviso–, puedes salir cuando quieras.

Louis suspiro agradecido, dedicándole una sonrisa de agradecimiento.

–Iré al doctor a que me quite los puntos de la cesárea –movió su cuello, tratando de relajar los músculos de esa zona–, y luego iré a verlo.

Liam asintió, observando a Jacob terminar con todo lo que había en el biberón, emocionado con su sobrino, lo agarro entre sus brazos para poder sacarle los gases.

–Ah, por cierto –recordó, mirando a Louis–, Zayn quiere ir contigo.

–Vale, gracias.

Dejando un beso en la frente de su hijo, salió de la habitación y bajo las escaleras, encontrándose con Zayn y Niall discutiendo acerca de algo, bajo los escalones restantes sin hacer ruido, y lo que escucho le sorprendió totalmente.

–Fui un idiota en irme y dejarlos ¿bien? Pero entiéndeme, la he pasado horrible, los he extrañado tanto, a todos, en especial a ti.

Las mejillas de Niall tomaron un color rojizo, mientras agachaba la mirada avergonzado. Zayn agarro su barbilla, acercándose peligrosamente a sus labios, y aunque tenía miedo del rechazo, Niall no se opuso o se quitó, así que dejo un beso en sus labios, solo un roce de labios.

–Te espero afuera, Zayn –Louis dijo saliendo de la casa, aunque ya había interrumpido el momento.

–Nos vemos, amor.

Siguió a Louis hasta el auto, subiéndose y entrecerrando los ojos al ver la sonrisa pícara de su mejor amigo.

–¿Qué?

–Oh, Zaynie –Louis se burló–. Siempre tan romántico con Niall.

Zayn rodó los ojos.

–Idiota. Aunque es la verdad.

Louis miro al frente, antes de suspirar.

–Un error lo puede cometer cualquiera.

(...)

Louis salió de la consulta limpiándose la cicatriz de su cesárea, no pudo evitar ver el pequeño bulto que sobresalía de su abdomen, había quedado gordo.

Suspirando resignado, entro a la habitación 23, viendo al doctor anotando algunas cosas en una pequeña libreta, entonces la mirada de él se posó en su cuerpo.

–¿Louis?

Harry le sonrió con cansancio, sus ojos llorosos y su mandíbula temblando ligeramente.

Él entro rápidamente, tomando su mano y besando el dorso de esta, quitando con sus dedos las lágrimas que salía de los ojos de su novio.

–¿Qué pasa, amor?

–Soñé que los perdía –sollozo–, a ti, a las gemelas, me vi a mi mismo muerto y yo...

No pudo terminar de hablar, los sollozos fueron más fuertes, haciendo que su cuerpo temblara entre los brazos de Louis, este solo lo abrazo, dándole consuelo.

–Yo veía como tu llorabas –hipo, tratando de calmarse–, quería tocarte y besarte, decirte que todo estaba bien, que estaba a tu lado pero tú no me escuchabas –hizo un puchero, ahogando un sollozo con su mano.

–Shh, aquí estoy –Louis beso sus rizos desordenados–. No me voy a ningún lado.

Harry cuando tuvo a su pequeño Jacob se había complicado, había llegado al hospital con una hemorragia interna, complicando mucho más la cesárea, gracias a ellos, había quedado mal, muy mal, si estaba vivo era de milagro, pero había tenido que quedarse completamente un mes hospitalizado.

–El doctor dijo que fue producto de los sedantes –bostezo, aun con las lágrimas saliendo de sus ojos.

Louis agarro su rostro besándole los labios delicadamente.

–Hoy podemos irnos a casa ¿sabes?

La cara de Harry se ilumino al oír eso. Una sonrisa cansada se apodero de su rostro, besando de nuevo a Louis, al parecer la pesadilla se fue, y solo había sido eso, una pesadilla.

–Me muero por ver a las gemelas en persona –susurro.

Su mirada bajo un poco y se posó sobre el abdomen de Louis, este se dio cuenta y avergonzado trato de taparse, pero Harry lo detuvo.

–Te sigues viendo perfecto.

(...)

Cara, Rebeca, Zayn, Liam, Niall, las gemelas y el pequeño Jacob los esperaban en la sala. Con enormes sonrisas en sus rostros.

Harry camino hasta sus amigos, abrazando a cada uno, hasta que llego hasta Niall quien tenía a Jacob en sus brazos.

Era su hijo.

–Amor –lo agarro con suavidad.

Lo arrullo en sus brazos, lágrimas de felicidad saliendo de sus ojos, hasta que Louis llego con una de las gemelas en sus brazos y Liam con la otra.

Con un nudo en la garganta observo a sus hijas.

Tan hermosas.

Tan pequeñas.

Tan adorables.

–Ella es Adisson –Niall señalo a la bebé que tenía un gorrito rosado–, y ella es Ava.

Harry sonrió, mirando a las dos que dormían plácidamente, sin ser consciente de nada.

–¿Porque tienes sus nombres en sus muñecas?

Vio como un pedazo de papel estaba pegado en esa zona.

–Tenía que identificarlas –Niall rodó los ojos–. Si no, no se cual es cual.

(...)

Las gemelas tenían solamente una semana de haber nacido, en cambio Jacob tenía ya un mes. Harry miraba a sus tres hijos, cada uno en su respectiva cuna, con Louis entre sus brazos, parados a un lado de la puerta.

–Son hermosos –Louis susurro.

Harry asintió estando de acuerdo.

–Preciosos.

Un llanto hizo que sonriera, acercándose hasta una de las gemelas, la pequeña Adisson lloriqueaba mientras llevaba una de sus manitos hasta su boca, tenía hambre.

Louis la agarro entre sus brazos y la cargo, agarrando el biberón y lo metió en su boca, meciéndola para que su llanto calmara.

Harry con curiosidad se acercó hasta Ava, que estaba despierta, sus ojitos estaban abiertos, unos hermosos ojos azules lo miraban directamente.

–Hola, cariño –susurro, acariciando su delicada mejilla.

Jacob a un lado se removió en su cuna, con sus ojos también abiertos, estos de un color verde, y unas pestañas que los adornaban.

–Mierda –mascullo, viendo a su novio, darle de comer a Adisson y a Ava y Jacob mirándolo a él, curiosos–. Soy el hombre más afortunado de este planeta.

Y sí, lo era.

El octavo mes era para darle algo de emoción a esto, se me estaba haciendo demasiado simple y aburrida, bueno, eso.

Gracias por leer.