Paramos en lo alto de un edificio a las afueras de Nashville, aun nos quedaba mas de la mitad del camino para llegar a Nueva York, pero necesitábamos descansar.
-Amanda - Me llamo Andy.
-¿Que?
- Me.. ¿me puedes decir que es una estela?
-¿Realmente quieres saberlo?
-Sí... Creo que sí. -Dijo rascándose la cabeza.
-La estela les sirve a los Neflim para dibujarse runas en la piel. - Le repondí- Sin mi estela, soy vulnerable a ataques y no podría atacar a nadie, sin salir muy mal parada.
-Pensé que eran cosa de cuentos...
-Todos lo creen. Todos los toman por locos. Caen en la locura por ver la realidad. Hay algunos mundanos que esta dotados con la visión, dudo que tu la poseas.
-¿Con visión te refieres a que pueden ver tu mundo?
-Si. A eso me refiero ¿Acaso tu antes veías mis marcas? - Dije, mientras él se fijaba en los dibujos de mis extremidades.
-No las veía. Pero ahora las veo ¿Porqué?
-Por que antes llevaba un hechizo, que te impedía verlas. Se llama Glamour.
-Entonces... - Dijo Andy.
-Te estoy poniendo en peligro con solo decirte esto.
-Correré el riesgo.
-Esto no es un juego. No hay vuelta atrás.
-Pero si ya estamos en un apocalipsis, que más da.
-Esto no es ninguna tontería.
-Esta bien... Y como... Emm... Ya sabes... ¿Cuando te volviste Nefilim?
-Yo era una mundana, crecí como cualquier otra, cuando tenía nueve años un demonio me atacó. -mire al suelo- Jace me salvo, él también es un Nefilim. Yo había perdido mucha sangre. Tube que beber de la suya y de la de Clary... Y bueno... Así fue... - Él me miraba las manos, en las cuales tenía los puños cerrados hacíendo fuerza.
-Yo... Pensaba que sólo se podía nacer Nefilim.
Le mire.
-La malloría nacen Nefilims. ¿Como lo sabes?
-Puede ser que una o dos veces fuese al club Pandemónium con una vampiresa muy guapa. -me miró. Por un momento nos miramos a los ojos pero apartamos los dos rápidamente la mirada.- Creo que se llamaba Cecile o algo así, no me acuerdo muy bien de aquellos días.
-Jace me contó muchas cosas de los vampiros, y de sus siervos. La mayoría de los vampiros no son personas legales, pero Raphael es de confianza.
No dijo nada, pero me miró en señal de que me escuchaba.
-Me adoptaron y me fuí a vivir con ellos después de que me atacasen tres veces en ese año, el día de mi décimo cumpleaños me despidí de mi madre y de mi hermano. Me mude a un lugar al que le llaman el instituto. Allí viven más Nefilims. Conocí a la que era su familia, allí casi nadie tiene lazos de sangre, sólo los Ligthgood y los gemelos, pero allí todos son como hermanos.
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No soy una mundana.
Fanfic"Todo el mundo sabe que los Nefilims no somos nada sin nuestras marcas. Sin nuestra estela, solo somos mundanos peligrosos."