Capítulo 18: Días atareados y viviendo recuerdos

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- ¿Andy?- me di la vuelta y me encontré con George.

- ¡George!- sonreí y lo abracé.

George era el que nos guió a las carreras, es un hombre bastante alto y corpulento, es pelirrojo y le decoraba una gran barba. Tenía solo un tatuaje del nombre de sudifunta hija en el pecho y siempre viste de negro. Es un hombre maravilloso y siempre nos ayudaba en todo. Si mas no recuerdo, tendría ya sus cuarenta y tres años.

- ¿Que haces acá después de tantotiempo?

- Belén volvió, quiso venir así que acá estamos.- miró alrededor.

- ¿Y donde está esa pequeña rebelde?

- Debe estar tomando un lugar en la próxima carrera.

- Me imagino ¿Así que no venías por ella?- asentí.

- Yo no corro y venía a acompañarla y ser su amuleto.- asintió.

- Se te extrañó Andy.- sonreí.

- Lo sé.

- Que modesta. - reí.- Por cierto, Adam pregunta por ti cada vez que tiene la oportunidad.

- Pues que siga preguntando, yo ya le dejé claro que no pensaba volver con el. Es un idiota.- rió.

- Si, mejor no entres a las reservas y apuestas porque es donde está el.

- Gracias.

Adam fue el típico chico con el que sales y luego te terminas preguntando, ¿Por qué? Es un idiota con todas las letras, que para dejar en claro su nivel de idiotez, les voy a contar como terminamos. Una vez se estaba besando con una chica enfrente mio por mas de medio minuto y luego cuando me vio me juró que el no había sido, osea, te explota la cabeza de lo tarado que es y para peor te sigue como un perrito abandonado. Dagh.

La carrera fue anunciada y pronto divisé a Belén en el tercer puesto, le hice una seña y con un pulgar arriba supe que me había visto. Articulé un "suerte" y ella asintió, con eso me quedaba tranquila. Las demás mujeres parecían ser realmente buenas, excluyendo un par que parecía que hacían pinta y que se caerían al comenzar, las demás parecían buenas.

- George, estoy nerviosa.- el me miró preocupado.

- ¿Se lo dijiste a Belén? Sabes que es de mala suerte que te sientas así.- negué.

- No, creo que esta carrera estará bien, pero me dijo que se cansaba de ganar.

- ¿Y? Tiene confianza.

- Lo que me preocupa es que si gana esta, seguro que después querrá mas.

- ¿A que te refieres?

- Tengo miedo de que quiera meterse en las carreras de hombres.

- Eso sería un nivel de locura que Belén no tocaría.

- No estoy segura.

- Ahí seguro muere, por lo tanto se lo tienes que dejar en claro, por las dudas.

- Eso haré.- apoyó su mano en mi espalda.

- Tranquilízate y disfruta la carrera, se enojará si no escucha tus gritos desde la tribuna.-sonreí.

- Tienes razón.

En mitad de la carrera, el rabillo del ojo llamó la atención, miré por detrás de George y divisé tres chicos encapuchados. Normalmente aquí nadie iba así, el corazón comenzó a latirme rápidamente.

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