El Semidiós y La Diosa Ψ

Segunda Temporada, Capítulo 1

Capítulo 1:

-¡Seso de percebe! Saca a esta estúpida de aquí... ¡Ahora!- El grito de mi querida hermana hizo que corriera hacia su habitación, no, no me estaba gritando a mí, estaba gritando a Fred, nuestro primo.

-Bianca, yo...-Decía Fred asustado mientras se vestía rápidamente, al igual que Nolly, hija de Afrodita.

- No quiero oírte, Fred.- Dijo mi hermana asqueada.- Solo lárguense de mi habitación.

-¿Que sucede acá?- Preguntó tío Percy apareciendo por la puerta.

-Sucede que Fred...-Y entonces mi hermana se rompió y salió corriendo por la puerta, eso me lleno de ira.

-Lo que sucede, tío.- Dije caminando hacia Fred mientras este se encogía en su lugar.- Es que Fred trajo a esta chica.- Señale a Nolly.-Para hacer sus cochinadas en la habitación de Mi Hermana.

Y sin siquiera pensarlo me encontraba asentando puñetazos al rostro de Fred, el parecía un muñeco, en ningún momento me intentó apartar o golpearme, solo me dijo golpearlo hasta que me retiraron de encima de él.

No, no me retiro mi tío, fue papá.

-Déjame, lo hare pagar por hacer llorar a Bianca.- Gruñí con ganas de seguir golpeándolo.

Tío Percy tenía los puños apretados y se encontraba totalmente tenso, parecía que en algún momento explotaría, y no sería de menos, Tío Percy quiere a Bianca como a su propia hija.

-Fred, lo que hiciste está muy mal ¿Acaso no entiendes?

- ¿Entender que, papá? ¿Qué Bianca me odia?

-¿Acaso eres estúpido? ¡Bianca está enamorada de ti!-Grité sin pensarlo y entonces me di cuenta, había cavado mi tumba.

Salí de ahí enojado, sin mirar atrás, dispuesto a encontrar a mi preciosa hermana.

Pude sentir su aura cerca, camine unos metros más y la encontré en el lago, conversando con Melody.

-Así que aquí estaban mis preciosas muñecas.- Dije dándole un beso en la frente a cada una, causando el sonrojo en Mel.

-Yo ya me siento mejor, mejor me voy.-Dijo mi querida hermana con una sonrisa pícara en el rostro.- ¿Ya se fue el imbécil y la Barbie de mi habitación?

-Si.- Dije mientras mi pálida piel tomaba un tono rojizo.- ¿Cómo están?- Le pregunté cuando mi hermana había desaparecido entre las sombras.

-Estamos bien, Ostin. –Dijo sonriéndome levemente.-Pero tengo miedo...

-¿Miedo a que, amor?-Pregunté abrazándola por los hombros.

-Apolo apareció ayer en mi habitación...-La miré expectante.-Él... me dijo que nuestro bebé corría un gran peligro... creo que deberíamos decírselo a los demás, especialmente a nuestros padres.

Mire un barriga, aun completamente plana, sabía que mi padre sospechaba de que Melody estaba esperando un bebé, su aura se había fortalecido y ahora habían, claramente, dos. Yo fui quien se dio cuenta hace dos semanas, pero tenía miedo, mucho miedo.

-No te preocupes, Melody, yo lo solucionare.-Aseguré.

***

Narra Fred:

¡Hades, mátame! ¿Qué iba a saber yo que Nolly tenía en embrujahabla?

Solté un suspiro cansado y seguir caminando hasta que llegue al lago, sin pensarlo siquiera me metí.

Cuando volví a la superficie pude ver a lo lejos a Melody y Ostin, no les presté atención y me sumergí, empezando una pequeña guerra bajo el agua con las náyades.

Cuando volví a salir, ya varias horas habían pasado y entonces pude verla, Bianca caminaba hacia mí, la luna contrastaba con su cabello negro y sus ojos, ¡Oh, dioses! Sus ojos, sus ojos verdes causaron un escalofrío en mi cuerpo.

Entonces se tiró al mar.

Podía sentirla, podía sentir su cuerpo acercarse con rapidez hacia mí, al parecer no sabía que era yo.

-¿Qué-Que haces tú acá?-Preguntó mientras su sonrisa se desvanecía, debía probarlo, saber si era verdad, debía...

Y entonces, acunando sus mejillas, mientras sus ojos se encontraban con los míos, la besé.