parte II Catherine

39 6 0
                                    

Durante la noche, Catherine se dedicó a hojear los libros y rebuscar en los armarios y cajones de la habitación que había tomado como suya después de su conversación con Ethan y Víctor, quería descubrir más cosas sobre Ethan. Ya tenía una idea hecha sobre el vampiro pero los detalles nunca iban mal a la hora de defenderse ante una amenaza, no pensaba que Ethan fuera un peligro para ella pero, después de ver como mataba al novato a sangre fría, prefería estar preparada para cualquier cosa.

Tras escuchar unos pasos en el piso inferior, decidió bajar a ver quien era el causante. Al bajar las escaleras, observó a Ethan moviéndose de un lado para otro del salón torpemente, chocando varias veces contra las esquinas de los muebles.

-¿Puedo saber que buscas?- dijo Catherine sin poder evitar reírse por la cómica situación.

-Mierda te he despertado, lo siento- dijo Ethan sin apartar la vista de los cajones que andaba revisando.

-Ethan, yo no duermo ¿recuerdas?- dijo la morena aún con una sonrisa ante la escena que estaba presenciando.

-Cierto, tú eres un vampiro normal, el raro aquí soy yo- dijo el rubio mientras baciaba uno de los cajones sobre la mesa.

"¿A qué se refiere con <<un vampiro normal>>?
Sólo le he dicho que no duermo, no que fuera Jack el destripador y me dedicara a matar a diestro y siniestro"

-¿Me vas ha decir de una vez qué es lo que estás buscando o tengo que seguir viendo como desmontas toda la casa?- dijo Catherine fingiendo no estar molesta por el comentario anterior.

-Si, son unas ojas donde he redactado lo de los asesinatos, las he escrito esta mañana aquí mismo y ya no están.- Ethan seguía esparciendo hojas y cosas por todas partes.

-Mira en tu cartera- Catherine trataba de no reírse al ver dichas ojas sobresalir por un lado de la cartera de cuero que llevaba cargada al hombro.

"¿Enserio?, ¿no has mirado en el sitio más obvio?
¿Lo de ser rubio afectará también a los vampiros?"

-Pero seré... - dijo Ethan para sí mismo en un susurro mientras corría hacia la puerta y salía por esta sin mirar atrás, dejando a la vampiresa sola en el salón.

-"Gracias Catherine ",
de nada Ethan,
"eres la vampiresa más inteligente que jamás haya visto",
lo sé Ethan, lo sé.- dijo Catherine imaginándose como tendría que haber acabado la situación y no como era realmente, ella sola sin ni siquiera un simple "gracias".

Aprovechando la ocasión, Catherine revisó el cúmulo de papeles y trastos que Ethan había dejado tirados sobre la mesa. No había nada que la pudiera ayudar a saber cosas ocultas sobre Ethan, el chico estaba limpio, no había absolutamente nada en cuanto a lo de ser un vampiro, sólo habían facturas, documentos inútiles y algunas fotos en las que casi siempre aparecía la misma chica morena en la que parecía ser la oficina donde trabajaba el rubio, cosas claramente humanas pero ni la más mínima pista sobre el vampiro.

" Esto es de locos, Ethan, lo tuyo con los humanos no es normal"

El ruido de unas pisadas alertó a la morena. Lentamente depositó los papeles sobre la mesa y, rápidamente, giró sobre sus talones propiciándole un fuerte puñetazo en el rostro al sujeto situado tras ella, éste, al no esperarse el golpe cayó de espaldas al suelo violentamente.

-Ah, mierda.- dijo el moreno tapándose la nariz con las manos resintiéndose del golpe.

"¿Víctor?, ¡mierda!"

-¡Víctor!, ¿qué haces ahí?- dijo Catherine aún sobresaltada por la presencia del chico.

-¿Yo?, nada, buscando mis lentillas- dijo Víctor sarcástico aún con las manos sobre su nariz -¡¿Que crees que estoy haciendo?, recuperarme de tu gancho tarada mental!

Catherine iba a responderle con cualquier clase de insulto o comentario sarcástico cuando se fijó en las manos del lobo, de entre sus dedos un pequeño ilo de sangre se precipitaba hacia la camiseta del chico.

-¡Estás sangrando!

-No fastidies, no me había dado cuenta...- volvió a responder sarcásticamente el moreno. Finalmente el chico se puso de pie y la sangre comenzó a manchar el suelo.

-¡Mierda, el suelo!

-¡¿Enserio?!, ¡¿yo me estoy desangrado y tú te preocupas por el maldito suelo!?- alzó la voz el lobo.

-¡Chucho, a la cocina! ¡YA!- gritó Catherine señalando la cocina sin hacer caso a las quejas de Víctor.

Ambos se dirigieron a la cocina, Víctor se sentó en la mesa echando la cabeza hacia atrás para detener la emorragia mientras que Catherine humedecía un trapo con agua fría.

-Ten, para el golpe.- Cat lanzó el trapo contra el pecho del chico.

-¿Agua?- el chico sujetaba el trapo en alto y se lo acercó a la nariz para no manchar más con la sangre.

-¡¿Para qué va a tener hielo un vampiro?!- dijo Cat molesta por la ridícula pregunta del lobo.

El silencio reinó durante varios minutos en la sala, Víctor estaba distraído en parar la hemorragia y Cat estaba molesta por haber tenido que reaccionar así ante los sigilosos, aunque no inaudibles, pasos del chico.

-Creo que ya ha parado de sangrar, en unas horas estaré como nuevo- Víctor lanzó el trapo a la pila y sus ojos se cruzaron con los de la chica.

-Siento haberte dado el puñetazo, me habías asustado.- dijo Catherine sintiéndose mal por Víctor.

-Tranquila, me curo rápido, ser un chucho tiene sus ventajas.- dijo Víctor provocando una sonrisa a la vampiresa. -¿Que hacías con las cosas de Ethan?

El momento un incómodo que Catherine quería evitar, el momento de darle respuesta al chico había llegado.

-No las he sacado yo pero, quería aprovechar el momento para investigar un poco sobre Ethan.

-¿No te fías de él?- Víctor no entendía la desconfianza de la chica, al menos con él había sido de lo más amable y hospitalario.

-No es que desconfíe de él, es sólo que cada vampiro tiene un pasado oscuro tras él y prefiero saber que es lo peor que me podría pasar antes de confiarle mi vida.- Catherine no temía por Ethan, en el tiempo que habían pasado juntos no le dio la sensación de que fuera un peligro para ella pero siempre es mejor asegurarse.

Tras asegurarse de que había dejado de sangrar, Víctor volvío a su sótano para descansar y así acelerar el proceso de curación. Catherine se deshizo del trapo con la sangre del chico y limpió los restos que habían quedado en el salón. Finalmente la morena subió a la que había sido su habitación la noche anterior y se tumbó sobre la cama observando el techo.

"Menuda manera de empezar el día, aunque, podría acostumbrarme.
Creo que puedo confiar en ti Ethan"



Mala sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora