Mala sangre

parte III Ethan

Al fin, tras cruzar media ciudad corriendo, Ethan había llegado justo a tiempo al trabajo. Las puertas del ascensor se habrían casi en el último piso del edificio, en las ofinas de "Wake up New York", una revista que, a pesar de estar en los últimos puestos de las listas de popularidad, se mantenía en pie cubriendo hasta la más mínima noticia para mantenerse a flote.
Una larga melena destacaba de entre todas en las inmensidades de la oficina, Giselle todavía no se había percatado de la presencia del rubio en la sala, se dedicaba a teclear a toda prisa en su ordenador lo que probablemente sería la portada de la revista del día siguiente. Ethan no podía desaprovechar esa gran oportunidad, un simple golpe en la mesa sería suficiente para sobresaltar a la chica y anunciar así su regreso al trabajo. Con sigilo, Ethan fue hacercandose a la mesa de Giselle por la espalda de ésta.

" Lo siento Giselle pero es demasiado tentador"

-Hola Ethan.- dijo la morena mientras se giraba en la silla con una sonrisa en el rostro -¿Intentabas asustarme?¿sabes que es imposible verdad?

"¡¿Cómo se ha dado cuenta?!"

-Algún día te pillaré distraída de verdad y vas ha llevarte el mayor susto de tu vida.

-Hablando de pillar y de sustos...- Giselle observó hacia las espaldas de Ethan.

-¡Ethan Wright!- gritó el señor Sullyvan a apenas unos centímetros de la nuca del chico, éste se sobresaltó y de un salto se situó junto a la chica. -¡¿Dónde has estado todo este tiempo, hace días que no te veo en tu puesto?!

"Puede que yo sea un monstruo, pero el da más miedo que cualquier vampiro, estoy seguro"

-He estado investigando sobre los asesinatos como me mandó señor Sullyvan, ¿recuerda?.- se defendió Ethan.

"No pienso jugarme el puesto por que este tío tenga problemas de memoria"

-¡¿Y se puede saber que hace aquí perdiendo el tiempo señor Wright?!- gritó alterado el hombre.

-Ya tengo el artículo sobre los...- trató de explicarse Ethan cuando Giselle lo interrumpió.

-Los pingüinos y el deshielo, yo no tenía tiempo y le pedí si podía...

"¿Pingüinos?"

-Centrese en su trabajo señorita Cooper y no distraiga al resto de trabajadores, con una inútil es suficiente, queda avisada.- dijo el señor Sullyvan dándose la vuelta y saliendo por el mismo sitio por donde había venido. Giselle sabía que el jefe llevaba unos días con un humor de perros, pero eso no le daba derecho a menospreciar su trabajo cuando era la única que renunciaba a sus horas libres para acabar artículos a medias de sus compañeros o para solucionar cualquier tipo de problema con la empresa.

Las palabras del señor Sullyvan retumbaban en la cabeza de Ethan, Giselle trataba de permanecer calmada ante las duras palabras del jefe, pero a Ethan no podía engañarlo, la conocía demasiado bien como para no darse cuenta de que la morena estaba afectada.

-Giselle, ¿estas bien?- Ethan posó su mano en el hombro de la chica para darle fuerzas.

-Ethan no sé que has estado haciendo estos días, pero deberías saber que han habido tres asesinatos más.- la morena miraba con gesto serio a Ethan, ella sabía que si no se la jugaba el señor Sullyvan podría despedirlo por no estar atento a su trabajo y no iba a permitir que echaran a su amigo. -El jefe ha estado precisamente contento estos últimos días, si se llegara ha enterar de este despiste te despediría en el acto.

-Lo siento, he estado ocupado con el otro caso.- dijo Ethan recordando por todo lo que había pasado con Catherine, Víctor y los vampiros. Giselle tenía razón, debería haber prestado más atención por si quedaran mas vampiros descontrolados.

-No te preocupes, pero más te vale hacer un buen trabajo de todo esto.- dijo Giselle mientras volvía ha centrar la vista en su ordenador.

"Lo haré, te lo prometo"

Ethan recorría las calles de vuelta a casa, tenía que contarle lo de los asesinatos a Cat y a Víctor además de ir a ver a Graham de nuevo para averiguar si se trataban de víctimas de vampiros otra vez y, si era así, encargarse de ello.