Julicienta - Un sueño hecho realidad.

Prólogo

¡Hola, Lectores y Lectoras!

Me estoy animando a publicar las historias que he escrito. Esta ya es bastante viejita pero, de todas formas, quise compartirla con ustedes para conocer sus opiniones.

Desde ya agradezco que se tomen un tiempito para leerla.

La estoy editando mientras subo cada capítulo.

Leo opiniones,no me molesta que comenten.

¡Gracias!

Fernanda :)

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Ojos, mirad por última vez.

Brazos, dad vuestro último abrazo.

Y labios, que sois puertas del aliento,

sellad con un último beso.

Romeo y Julieta

W. Sahkespeare

Un amor tan puro como el de Romeo y Julieta era una de las cosas que más anhelaba en el mundo.

Había soñado con ser Julieta desde que cumplí 5 años y mi abuelo me llevó al teatro a ver "Un castillo en el cielo". La obra eraestúpida. Y yo era una niña, no una tonta. Así que me escapé a la sala de al lado sin que nadie percibiera mi ausencia. Y, entonces, lo vi. Romeo estaba a punto de beber el veneno para reunirse eternamente con su amada. Lloré. Pero ese día conocí al verdadero amor de mi vida y juré desde entonces que jamás dejaría escapar a Romeo. Lo buscaría en cada rincón y siempre lo encontraría. No podría escaparse de mí. No podría escaparse de Julieta.

Y nunca más me separé del teatro. Y nunca más me separé de esa bella historia de amor puro. Y nunca más dejé de buscar a mi alma gemela. Esa persona que me hiciera sentir completamente tonta, loca, irracional. Esa persona por la que estuviese dispuesta a dar mi vida. Y servirle en bandeja de plata mi corazón.

Desde entonces nunca pedí las esperanzas de interpretar a Julieta en el teatro. Pero de momento me conformaba con ser la vestuarista de la actriz principal y amar loca y secretamente a Romeo... Bueno, ¿no se puede pedir todo en esta vida, no?

Pero lo que sí puedo hacer es creer en el destino y jugar las mejores cartas a mi favor. Porque soñar no cuesta nada y hacerlo realidad tampoco. Como decía William Shakespeare, amado escritor, "El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos". Pues, el destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad...