Capítulo 2

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La chica rubia levantó la mirada hacia Aria y ella le dedicó una sonrisa –Soy Aria Williams, un placer... - dijo cogiendo al pequeño entre sus brazos y meciéndolo lentamente hacia los lados, abrazándolo –Soy la agente Lori Weston, encantada, ¿eres la hermana de Danny? –preguntó frunciendo el ceño –Sí, la pequeña de la familia, soy agente del FBI y... ¿Cómo consigues aguantarles? Parecen críos pequeños... - dijo mirando como Steve y Danny discutían a voces –Se tiran así todo el día – se quejó, Aria caminó hasta el centro de la sala con Scott en brazos y soltó una carcajada -¿Cuánto tiempo lleváis casados parejita? –preguntó alzando ambas cejas mientras reía. Ambos dos la fulminaron con la mirada –Sigo pensando totalmente lo contrario, no puedes coger y amenazar a un detenido con una pistola... ¡Por el amor de dios Steve! –exclamó Danny.

Aria solo pudo soltar una carcajada y dejó a Scott en el suelo para mirar a su hermano –Danny, tú me encadenaste a las escaleras de casa, ¿recuerdas? –preguntó Aria alzando las cejas, Danny la miró –No haberme robado el helado –se encogió de hombros -¿En serio la encadenaste por eso? – preguntó Steve, Aria asintió –Sí, pero fue un fin de semana que mis padres no estaban, tuvo que desatarme mi otro hermano – dijo rascándose la nuca con diversión –Eras un bicho, normal que te atara y te detuviera... - dijo Danny cruzándose de brazos –Lo normal era que tu robaras el helado conmigo no que fueras el poli de la casa –dijo alzando el dedo índice hacia su hermano mientras reía.

Steve no le quitaba ojo a la chica, le parecía demasiado irreal para existir, sonreía ante las anécdotas mientras Danny se ponía rojo. Scott estaba pintando encima de una mesa sobre los documentos de Steve –Eh, pequeñín, no puedes pintar ahí... - se quejó el cabecilla del 5.0 mirando a su madre -¡Scott! Te tengo dicho que le pidas papeles a mamá para que te deje pintar... Lo siento, ¿eran importantes? –preguntó mordiéndose el labio inferior, Steve negó –No te preocupes, los tengo en el ordenador, solo tengo que imprimirlos de nuevo – aseguró sonriendo. Aria asintió y se llevó a Scott de ese despacho.

-Danny, me voy a buscar apartamento y luego, si quieres, pasó a por Grace al colegio – dijo sonriendo, Danny asintió a lo segundo –Te diría que te quedaras conmigo pero... - murmuró Danny rascándose la nuca –Todavía está viviendo en ese motel del que iba a salir hace unos meses – le acusó Steve -¿Te quieres callar? –preguntó Danny frunciendo el ceño de mala gana mirando a Steve –Vale, iré a buscar piso y te vienes con nosotros... -murmuró la chica mientras salía de allí. Danny miró a Steve -¿Por qué se quiere mudar? –preguntó Steve apartando a Danny para hablar en privado –No lo sé, pero... Está rara, está demasiado rara y muy... Apagada –murmuró con preocupación –No seas un angustias Danny, quizás te encuentre piso – le animó Steve.

Aria se tiró toda la santa mañana mirando y mirando pisos y no encontró ninguno que le gustara o que estuviera relativamente cerca del colegio de Grace, que es al que iba a ir Scott probablemente. Había quedado con Danny en un restaurante para cenar y había pasado a recoger a Grace para pasar la tarde con ella. Lo había pasado bastante bien con su primo pequeño y ella había disfrutado y despejado ligeramente su mente. Estaban sentados en la terraza esperando a que Danny apareciera, pero el primero en aparecer fue Steve -¿Encontraste algún piso? –preguntó el hombre antes de sentarse junto a ella, no sin antes saludar a Grace.

Aria negó –Para nada, no había ninguno cerca del colegio ni cerca del cuartel, la mayoría eran excesivamente pequeños y... ¡Estoy harta de ver papel de pared cutre y feo! –exclamó mientras suspiraba –Y... Dime... ¿El padre del niño también vendrá? –preguntó y acto seguido Aria se tensó entera y frunció el ceño mirando a Scott, negó –No, sería complicado teniendo en cuenta que desapareció después de pegarme una paliza, ah y la próxima vez que mi hermano te mande tantearme dile que me tantee él o que te enseñe a tantearme porque desde luego no es lo tuyo cielo – dijo acercándose a él mirándole a los ojos. Steve suspiró –Lo siento, está preocupado y me fijé en tu mueca de dolor cuando le abrazaste esta mañana no supuse que... - dijo atropelladamente.

Aria negó –No se lo digas a Danny, no soporta que me hagan daño y... Es muy probable que quiera buscarle y matarle o algo así y... Ya tenemos bastante con que Matt desapareciera del mapa... -murmuró la chica, Steve negó –No le voy a ocultar nada pero... Si no me pregunta no le diré nada y... Deberías contárselo es policía, acabará descubriendo que algo pasa y no creo que quieras que se entere de esa manera –dijo acariciando el brazo de la chica. Aria suspiró y se apartó de Steve, el contacto con él no le gustaba demasiado, era un desconocido y... Ya no sabía ni fiarse de su sombra.

Danny llegó al rato y estuvieron cenando y riendo durante un par de horas y Aria tenía que buscar un sitio para dormir -¿Dónde dormirás entonces? –preguntó Danny agarrando a Grace para llevarla al coche junto a él, Aria se encogió de hombros –Puedes venirte a mi casa, puedo dormir en el sofá y tú con el pequeño en mi habitación... -murmuró Steve con suavidad, Aria asintió –Prometo que mañana alquilo algo, lo que sea – dijo agradeciéndoselo con la mirada. Cogió en brazos a Scott y lo llevó hasta su coche asegurando que tenía el cinturón puesto. –No te portes mal, ¿eh? Tienes que estar tranquilito esta noche –dijo antes de parar para que Steve se montara en el coche –Tú me indicas –murmuró la chica sonriendo.

-De verdad te agradezco mucho que nos dejes dormir en tu casa, no sé cómo será el motel de Danny pero si no lo ofrece no creo que sea muy bueno –dijo mientras reía, Scott llamó a su madre- ¿Dime cielo? –preguntó mirándole por el espejo -¿Y papi? – al escuchar esa pregunta sus manos temblaron, apretó el volante con fuerza –Papi hoy no va a venir con nosotros... Esta noche dormimos con Steve –dijo tratando de sonar segura, Steve se dedicó a mirarla a ella y luego a Scott -¿Tío Steve? –preguntó sonriendo el niño –Sí, así me llama Grace así que... Soy el tío Steve pequeñín –dijo girándose para hacerle caso y jugar un poco con él para que Aria pudiera relajarse, si tuviera un oído un poco mejor podrían oírse los latidos del corazón de Aria –Aria, relájate, le estás poniendo nervioso, los niños lo notan todo – le acarició el hombro con suavidad y Aria respiró hondo.


Quizás esta vez (Hawaii 5.0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora