Quizás esta vez (Hawaii 5.0)

Capítulo 6

El viaje fue ligeramente incómodo, pues Aria sabía muy bien que Frayer no le quería en su equipo, no quería ampliarlo, no le interesaba tener a nadie más y era algo que Aria notaba, era observadora, era su trabajo serlo además de que no podía evitar psicoanalizarle, pues había estudiado para ello y había estado en una unidad en la que le habían enseñado demasiado sobre todo aquello. –Antes de que lleguemos a ver a nuestra infiltrada he de decirte que no puedes hablar de esto con nadie, soy consciente de que, por tu apellido, eres hermana del inspector Williams, ¿cierto? –preguntó Frayer parando el coche enfrente de una pequeña y acogedora casita, Aria asintió frunciendo el ceño –Exacto... -murmuró mirando por la ventana –Necesito que, por este puesto de trabajo que tienes que no le digas nada porque es crucial para la investigación que no sepan nada, ni tu hermano ni su equipo –añadió serio. Aria asintió –No saldrá de aquí, soy tu compañera y esta investigación, de la que me tendrás que poner al día, va antes que una conversación cualquiera –aseguró con una media sonrisa saliendo del coche y esperando indicaciones que seguir.

Frayer asintió y ambos salieron del coche para encontrarse con una chica alta, morena, de origen haole, a Aria le resultaba tremendamente familiar –Kono, te presento a Aria Williams –la presentó Frayer, ella se acercó a darle la mano -¿Hermana de Danny? –preguntó alzando una ceja Aria asintió -¡Claro! Tú eres la que me faltaba en el equipo –dijo sonriendo de lado ella asintió -¿Sabe que no le puede decir nada a su hermano y los demás? –preguntó Kono mirando a Frayer, éste asintió y ella procedió a ponerles al día sobre los movimientos de Delano. Cuando acabaron Frayer y Aria se dirigieron al coche en completo silencio -¿Por qué tanto interés en Delano? –preguntó una vez estuvieron sentados en el suelo, Frayer la fulminó con la mirada y luego suspiró separando los labios para responderle – Delano era un policía corrupto que resultó ser mi compañero –fue lo único que dijo para que Aria cerrara la boca y admirase la ciudad –No me gustan demasiado las preguntas personales –dijo Frayer al cabo de unos minutos de silencio –Tomo nota, no sabía que era una pregunta personal –dijo seria para luego sonreír de lado asintiendo.

El día avanzó lento y Aria estaba bastante cansada, pero echaba de menos a Scott y tenía muchas ganas de volver a casa y estar un rato con él, le había pedido a Danny que le recogiera si podía porque sabía que los primeros días de trabajo eran largos. Le había pedido a Danny que recogiera a Scott del colegio hasta que encontrase a alguien que la ayudara con él, ya no estaba Fred para poder recogerle y cuidarle durante su tiempo en casa, tenía que apañarse sola y era algo a lo que tenía que acostumbrarse. Cuando salió del trabajo decidió pasarse por el supermercado para comprar algo de comida que ya iba tocando. Cuando estaba dispuesta a pagar entró un encapuchado con un arma apuntando a las personas del supermercado, estaban ella, una niña pequeña y el dependiente -¡Que nadie se mueva! –gritó cogiendo a Aria del cuello y poniendo la pistola en su cuello –Tranquilo, coge lo que quieras y vete –dijo el cajero alzando ambas manos con nerviosismo echando una mirada nerviosa a Aria, ella iba sin placa y sin arma, la había dejado en el coche y se maldijo a sí misma por haberlo hecho.

-Coge lo que busques y vete –dijo Aria tragando saliva muy lentamente, notaba como el sudor frío empezaba a recorrer su espalda y agarro con más fuerza el carro que empujaba con su compra. El ladrón se acercó a la caja y la abrió cogiendo todo el dinero, pero el cajero había cogido un bate y estaba dispuesto a atacarle de no haber sido porque el ladrón lo vio antes y le pegó un tiro –Joder –dijo Aria empujando el carrito a un lado –Está bien, ahora no solo eres un ladrón eres un posible asesino, muy inteligente por tu parte –dijo Aria soltando una carcajada –Habrán escuchado el disparo en las casas de alrededor y la policía va a estar aquí en pocos minutos –aseguró Aria acercándose a él, éste le apuntó con el arma –Sí, venga, dispara a una policía, que te prometo que no sales vivo de esto –dijo con cierta, ¿diversión? Sí, estaba segura de que si algo le pasaba a ella su hermano se vengaría. El ladrón decidió salir corriendo al escuchar una sirena y Aria se movió hasta el cajero para taponar la herida –Tranquilo cariño, vas a estar bien –aseguró la rubia tratando de sonreírle.

En pocos minutos la policía estaba allí con una ambulancia y ella se montó en la ambulancia con el chico no quería que estuviese solo y estaba preocupada por él. En la ambulancia decidió llamar a Danny –Danny, tranquilo yo estoy perfectamente, pero voy a llegar un poco más tarde a casa, encárgate de Scott por favor, dile que volveré en un rato –pidió mientras entraba en el hospital, se empeñaron en hacerle un chequeo –Estoy perfectamente doctor, de verdad –aseguró mirándole a los ojos –Bien, para empezar te voy a poner un vendaje en esa costilla rota –dijo el doctor con un tono severo, Aria asintió y estuvo calladita hasta que la dejaron marcharse.

Al salir a la sala de espera, para ver cómo estaba el chico se encontró con Steve y suspiró -¿Danny te ha obligado a venir? –preguntó alzando ambas cejas, el hombre la miró con preocupación -¿Estás bien? –preguntó colocando ambas manos en sus mejillas y mirándola a los ojos, ella asintió sin apartar la mirada –Estoy bien, me he quedado con la cara del ladrón y supongo que necesitarán que declare lo ocurrido, los de la ambulancia me han obligado a venir y han mandado a tomar por saco a los policías así que... Será una noche larga, ve a casa a dormir –dijo sentándose en la sala de espera. Steve negó y se sentó junto a ella –Bien, ambos tendremos una larga noche entonces, ¿te parece? –preguntó sonriendo de lado, ella asintió con cierta diversión.

–Danny no te matará por dejarme sola –advirtió con divertida –No hago esto por Danny, Danny solo me ha avisado de que no podrá venir a tomarse una cerveza conmigo porque tiene que quedarse con Scott, y ahí es cuando yo he preguntado qué es lo que pasaba y aquí estoy... -se encogió de hombros, Aria se asombró de aquello, ¿de verdad se preocupaba por ella? Hacía mucho tiempo que ningún hombre se preocupaba por ella, lejos de ser Danny que vivía preocupado por todo el mundo. –Está bien, cuéntame, ¿qué tal vuestro día? –preguntó para entablar una conversación esperando noticias.