CAPÍTULO 3. APARECE EL REY DE DOS LINAJES.

59 4 3
                                    

A medida que el tiempo fue pasando, las pesadillas llenas de recuerdos llenaban la mente de Daisuke, pesadillas que revelaban nombres, pero uno sobresalía: Reinhardt. Daisuke tenía plena seguridad de que su lindo gato lo ayudaría a encontrar respuestas, junto a unos seres muy cercanos a él, Mayuu y Azura. A la escasa edad de 10 años, Daisuke descubre cosas de un pasado alejado de su vida actual. Un día, se encuentra caminando con Mayuu hacia su casa y encuentran un hombre de largos cabellos plateados y ojos verdes aguamarina. Yuu se inclina levemente, cosa que extrañó a Daisuke.
-Yuu-chan, ¿quién es este señor y por qué te inclinas?- Cuestiona el menor a su primo, de 12 años.-Mi nombre es Abel, Reinhardt.- Era la primera vez que alguien, ajeno a sus pesadillas, lo llamaba de esa manera.-Tío, no debiste llamarlo de esa manera, no aún. Daisuke no tiene claras las cosas aún...- Se acerca a Daisuke -Este es tu padre, Dai, el rey de los ángeles.-¿Qué?- Anonadado, el menor no haya razón de ser. -Mi padre era Kaname Kouga y está muerto, no tengo otro padre... ¿Rey de los ángeles? ¿qué clase de broma es esta Yuu-chan. ¿Ahora resulta que soy un príncipe de los ángeles?-Y el rey de la raza de los vampiros, Reinhardt. Eres el único Híbrido Vampiro-Ángel que ha logrado sobrevivir, mi pequeño.-Sí, no me digas, y Yuu-chan es heredero de los demonios...- Dice incrédulo el menor.-Jajajajaja, lo mejor de todo es que así es...- Replica Yuu.-Mi padre es el rey de los demonios, y mi nombre es Leonhardt.-No entiendo nada, ¿qué clase de broma me están jugando los dos?- Se aleja lentamente.-Dai, has tenido pesadillas últimamente, ¿no es cierto? Donde una mujer rubia intenta asesinarte.- Yuu mira serio a Daisuke y sigue hablando. -Esa mujer es Daryel, tu madre, la Reina de los vampiros. Asesinada por Daryun, aquel hombre rubio, tu tío.-Sigo sin entender...- Suspira y mira a los ojos de Abel. -¿Cómo puedo creerte? Dices que eres mi padre, pero no tengo idea de nada, no sé qué puedo creer y qué no.-Tranquilo, mi niño. Pronto recordarás todo, Byakko ayudará.- Mencionado ese nombre, Neko-chan aparece. -Siempre besabas el ónix en la frente de Byakko para llamarlo.- El mayor detiene todo a su alrededor, sólo Yuu, Dai y él pueden moverse. -Besa el ónix y ya verás lo que sucederá.Dai, aún incrédulo, besa la piedra en la frente de su gato. Este, de inmediato, brilla y se transforma en un enorme tigre siberiano que comienza a restregarse en el dorso de su amo y lame su mano para ser acariciado.-¿N...neko-chan?- Pregunta el chico algo sorprendido. -Byakko, es tu nombre, ¿no?.El tigre asiente con su gran cabeza y mira con odio al ángel, comienza a gruñir. Por la mente de Daisuke, recorren imágenes de inmediato, imágenes de recuerdos y comienza a reír.-Papá, deberías alejarte un poco, sabes que a Byakko no le agradan mucho los ángeles.- Proclama con seguridad el chico.-Lo sé, y al parecer, ponerme en peligro funcionó para despertar tus recuerdos.Los menores ríen, Dai besa nuevamente la piedra y Byakko vuelve a ser ese gatito peludo de ojos azules.
-Bien, deberíamos ir a casa, seguro los tutores están allá y papá nos matará- Dice Yuu entre risas.
-Jajajaja, lo sé, tío Todou da mucho miedo cuando se enoja jajajaja...- Dai se inclina y abraza a su padre. -Es bueno verte, papá. Con tu permiso, nos retiramos.
Los menores se despiden de Abel y siguen su camino a la mansión Kento.
Luego de la muerte de los Kouga, las empresas Kento y Kouga Corp. se fusionaron en una nueva empresa llamada KenKou Corp. comandada por Todou y que tenía el doble de trabajo de cada una de las corporaciones en solitario. En fin, pasemos la página.

Al cumplir los 16 años, Daisuke era un chico de 1.78 m de altura, tez pálida, delgado, rostro delicado, sigue pareciendo una mujer (me dice que borre eso pero NO lo haré buahahahaa), tanto que todos los chicos se enamoraban de él y lo trataban como a una dama. Varios habían intentado abusar de él pero su primo, Mayuu, con 18 años, con 1.96 de estatura y cuerpo atlético, siempre lo defendía. Hasta el fatídico día en que Yuu se reencontró con Miyuki y bueno, esa es otra historia...

Daisuke comenzó a compartir menos con Yuu. Ambos estudiaban en la academia Asamaru, un nuevo año comenzaba y nuevos profesores ingresaban, pero sólo uno captó plenamente su atención. Yuu, el Presidente del Consejo Estudiantil, daba su discurso y presentaba a cada uno de los profesores. Fue cuando él se levanto, que Dai llevó su mirada al frente.
-Buenos días, soy Tsuki Ookimura, su nuevo maestro de Biología y ciencias.- El joven se inclina y vuelve a su sitio.
-"¿Por qué siento haberlo visto antes?"- Piensa el menor sin mencionar palabra alguna.
Daisuke se encogió de hombros y siguió sin prestar atención, era el estudiante número 1 de la academia, siempre hombro a hombro con Yuu, quien también era número 1. Su día transcurrió normal, hasta la clase de Biología. Llegó algo temprano y encontró a aquel profesor hablando con uno de los estudiantes, Rintarou; Dai entró silenciosamente para no interrumpir la conversación y se sentó en la ventana del salón, se sentía algo incómodo, sentía que debía acercarse a esos ojos verdes y cuestionarle al mayor si lo recordaba, pero sentía miedo y sólo decidió mantenerse en la ventana mientras llegaban los demás.
El primer contacto con el docente, fue cuando terminó su trabajo y se acercó a entregárselo. Sus miradas se cruzaron por unos 5 segundos y luego el mayor bajo la mirada hacia el cuaderno de apuntes.
-Daisuke, ¿cierto?- mencionó el mayor mientras revisaba. -Está muy bien tu resumen, bien hecho.- entrega el cuaderno sin mirarlo a los ojos.
-Sensei, ¿Puedo preguntarle algo?- En esos momentos fueron interrumpidos por Rintarou.
-Sensei, no entiendo... ¿me explica?- Sonríe y se acerca más.
-Sí, Rin, claro. Daisuke, ¿me ibas a preguntar algo?
-No, no se preocupe, puedo esperar.- Se da la vuelta y toma sus cosas para salir del salón. -Igual no creo que me recuerde...- Susurra para sí mismo mientras sale del salón.
El menor camina por los pasillos de la academia, decide ir a su habitación ya que faltaba una hora entera para la clase de Ciencias.
Había hecho algunos amigos en su salón: Ciel, Mikaela, Aiyu... Pasaba tiempo con ellos solo en el salón, pero cuando salía de este, decidía mantenerse solo. Era así como se sentía en ese enorme lugar, solo. El joven Dai durmió toda la hora y se levantó agitado, sus ojos eran dorados y sentía una sed enorme; mira el reloj,
-Rayos, es tarde, tendré que esperar...- Se mira al espejo y ve sus ojos dorados -Y ahora, ¿cómo demonios oculto esto? Rayos...- Intenta concentrarse y sus ojos cambian a azules, de nuevo. Corre al salón de ciencias e irrumpe.
-¡Lo siento! Me retrasé.- Se inclina ante el mayor y cuando levanta su cabeza, no se da cuenta que sus ojos oscilan entre dorados y azules; su deses peración era enorme y estaba más pálido que de costumbre.
-Daisuke, ¿te sientes bien?- Pregunta el mayor. El menor traga en seco.
-Yo...- mira a Yuu quien inmediatamente nota el cambio en sus ojos.
-Tsuki-sensei, llevaré a mi primo a enfermería, ¿está bien?- Pregunta Yuu, algo exaltado.
-Vayan, tranquilo.- Responde el mayor sin gesto alguno.
Yuu toma a Daisuke por el brazo y lo arrastra hasta su habitación, lanzándolo dentro.
-Yuu-chan, ¿qué crees que haces?- Replica molesto el menor
-Daisuke, tienes sed, ¿no es así?- Dice Yuu mientras descubre su cuello. -Vamos, aliméntate.
Daisuke desvía la mirada para acercarse luego. -¿Esto no te causará problemas col el idiota de tu novio?
-A ti qué te importa eso... Sólo hazlo.
Daisuke muerde, sin misericordia, el cuello del mayor y comienza a beber de su sangre hasta quedar algo satisfecho.
- Lo lamento, Yuu-chan.- Baja la cabeza luego de soltar la mordida y disculparse.
-Tranquilo, llevabas un mes sin alimentarte.- Levanta el rostro del menor desde su mentón -Estás intentando controlarte y, por más que lo intentes, no podrás. Eres un vampiro, Dai, al menos la mitad, y tu cuerpo te pedirá la sangre.-
El menor limpia su boca y sale de la habitación luego de agradecer a su primo. Camina por los pasillos con sus ojos aún dorados y se encuentra a Tsuki apoyado en la puerta de la sala de profesores. "Puede ser mi oportunidad..." Piensa el menor e intenta acercarse, pero Ikkiri, el maestro de matemáticas, sale y camina al lado de Tsuki.
-Creo que lo mejor es mantenerme alejado...- Suspira y camina en dirección contraria con la mirada al piso, se dirige a su habitación y se queda allí hasta el día siguiente. -Creo que mi presentimiento sólo fue un ideal, un sueño... Onii-san...- El menor se queda dormido.
Al día siguiente, saliendo de su habitación, se encuentra con Takashi, uno de sus compañeros y comienza a hacerse muy unido a él. Hasta que, con el paso de los días, este se confiesa y lo besa. Daisuke no sabía cómo reaccionar ante esto, sentía que por fin podía de dejar de sentirse solo, que por fin podía hacer feliz a alguien. Pero no podía dejar de pensar en Tsuki. Decidió pedirle tiempo para pensarlo, hasta que supo que Tsuki comenzaba a salir con Rintarou.
-Ya veo...- El menor toca su pecho y suspira, esbozando una sonrisa. -Creo que es mejor dejar que sea feliz...- Takashi pasaba por su lado en ese momento, acercándose a él y preguntando por una respuesta. -Sí, acepto ser tu pareja, Taka-chan...- Sonríe al mayor y se abraza a él, pensando "¿qué estoy haciendo?¿De verdad esto es lo mejor para él y para mí?".
Los días pasaban, Tsuki fue agredido por un ex-compañero de la academia y dejado herido de gravedad, estuvo en coma por algun tiempo, tiempo en el que Dai solo sentía que su corazón seguía destrozándose, pero debía mantenerse fuerte. Muchas cosas sucedieron en ese tiempo. Takashi resultó siendo hermano menor de Yuu, primo de Dai; por alguna extraña razón, Dai se hizo muy cercano de Rintarou.
-Dai, no sé qué hacer, siento que Tsuki quisiera morir...- Solloza Rin, abrazado de Dai, quien se encontraba afligido. -Me iré de vuelta a Inglaterra, siento que es lo mejor.
-Rin-chan, no harás eso... Iré a buscar un delicioso postre para ti, ¿sí? ¿Taka-chan, cuidas de Rin-chan por mí?
-Claro, Dai- Lo besa y lo ve salir de la habitación.
Entre ir y volver, Takashi deja ir a Rin, quien es escoltado por Yuu hasta su hogar en Inglaterra.
-Esto ya no me gusta... Takashi, te pedí que lo cuidaras y, en primera instancia, me niegas haberlo dejado ir... Odio las mentiras, ¿sabes?.- Sale de la habitación completamente fúrico y le habla a Yuu a través de su mente. "Quiero que traigas a Rintarou de vuelta, sacaré a ese idiota de Tsuki del coma." Va hacia el hospital y entra sin dar aviso a la habitación de Tsuki, donde encuentra a Ikkiri.
-Sensei...- Dice sin mirarlo y se posa sobre Tsuki. -Bien, la estupidez se te acabó, idiota, despierta ahora. -Libera una esfera de luz y la introduce en el cuerpo del mayor.
-Daisuke, ¿qué haces?- Curioso, se cuestiona Ikkiri
-Algo que debí hacer hace mucho tiempo.-
El mayor abre los ojos y observa a Daisuke, era la primera vez, desde que se vieron de nuevo, que este lo miraba a los ojos.
-¿Qué haces sobre mí?- Dice prepotente y molesto aquel personaje.
-Salvándote la vida, idiota...- se baja de encima y lo deja levantarse. -Y te levantas inmediatamente, estúpido vago-
-¡¿Perdón?! Estaba en coma, ¿qué no te diste cuenta?
El menor suspira, sonríe y lo golpea. -Revisé tu maldita historia clínica, eras tú el que no quería despertar. ¿quién te crees? ¿sabes cómo está Rin-chan? ¡Sufre por ti!
-Daisuke, etto... Será mejor que te apartes ahora...- Dice Ikkiri algo asustado.
-¿Apartarme? ¡Lo golpearé de nuevo!- Se abalanza sobre el mayor y antes de golpearlo, solo lo abraza. -Me alegra que estés despierto.- Se separa, dejando asombrado al mayor y se aleja. -Además, no me das miedo, no puedes hacerme nada...- Comienza a levitar sobre él. -Soy el rey de los vampiros y heredero de los ángeles... pero algo me dice que tú no eres humano tampoco.
-No, no lo soy... Pero por ahora no te diré qué o quién soy.- Ríe y se sienta en la cama.
-Rin-chan se fue a Inglaterra, no sé qué estupidez hará pero es tu culpa por idiota, así que ve por él.- Dice el menor con la mirada al suelo y saliendo de la habitación. -Ve por él, Onii-san...- Susurra para sí antes de cerrar la puerta tras él.


LA VIDA BAJO EL REFLEJO DE MIS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora