"Toma un café conmigo"- esas palabras resonaban una y otra vez en mi cabeza
Me costo unos segundos salir de aquél trance, aún seguía con la estúpida sonrisa en mi rostro, «¿Que rayos hace aquí?»
-Yo...he...- mis mejillas las sentía arder, solo balbuceaba, no podía decir nada coherente, mas bien no sabia que decir, odiaba esto, no me gustaba ruborizarme y mucho menos balbucear, solo causaba verme mas idiota de lo que era «Contrólate Skyler, solo es un chico»
El rió.- ¿Dirás algo o solo te quedaras ahí?
- Yo... ¿Que haces aquí?- fue lo primero que logró salir de mi, aún estaba sorprendida
-Vengo aquí todos los sábados.- contesto a mi pregunta
-Eso lo se, pero...- aún estaba sin palabras, «¿Quería beber un café conmigo?» «Quizás solo era una broma»
-¿A que te refieres con tomar un café conmigo?- maldecía cada palabra que salía por mi boca, debía parecer una tonta
-A eso exactamente me refiero, toma un café conmigo, no te hará daño.- dijo en un tono agradable
-Esta bien.- acepté algo confusa.- ¿Quieres algo mas?
-Una docena de donas bañadas en chocolate.- me sonrió
-¿Una docena? Sabes que te hará mal ¿no?.- estaba exaltada, nadie debía comer donas en exceso menos si eran bañadas en chocolate, todos deberían ser considerados y cuidar de si mismos.- deberías cuidar de tu salud.- advertí
-Tranquila, no me hará daño.- me dedicó una sonrisa cálida
Guarde la pequeña libreta y me dirigí hacía la cocina, aún estaba en trance «¿Acepte tomar un café con el?» «No puedo hacer esto, me despedirán»
-Marshall, dos cafés y una docena de donas bañadas con chocolate, por favor.- grite desde la pequeña cabina que nos separaba
-Claro, ya van.- grito agradable
Me acerqué a Stuard nerviosa, si la Sra.Collins me veía tomando un café con un cliente de seguro me despedía
Stuard necesitó un favor.- susurré al llegar a su lado
Mmm...¿Que quieres?-miró con curiosidad
-Ves al chico sentado en la mesa nueve.- dije jugando con mis dedos
Stuard movió su cabeza sin disimulación alguna.- Aja, ¿Que sucede con el?
-Bueno tomare un café con el y...
-¿Quieres que te cubra?- sonrió
-Sólo por ahora, prometo que no volverá a ocurrir.- suplique
-Esta bien, solo procura no llamar mucho la atención.- sonrió, en estos momentos agradecía tener a alguien así en el trabajo, pronto le compraría una caja de donas en agradecimiento
-Muchas gracias.- Sonreí, di medía vuelta, debía ir a buscar el café y las donas
-Suerte con tu Romeo.- susurro
Espere un momento en la cabina para recibir las donas y el café, estaba nerviosa, jugaba con mi cabello «¿Que se supone que le diré?»
ESTÁS LEYENDO
Y ¿Si te invito un café?©
Teen Fiction-¿Cómo te gusta el café?- preguntó con la mirada somnolienta -Contigo a mí lado.- le Sonreí Recuerden que el amor debe ser cómo el café, a veces fuerte, a veces dulce, a veces solo y otras acompañado, pero nunca debe estar frío