Lisa hoy fue al centro comercial con sus amigas, y ahí estaba Ben también.
Ninguna de ellas se percató de que él joven las seguía.
Era viernes de chicas y siempre se dirigían al mismo café.
Lisa tenía una cabellera dorada que brillaba a la luz del sol. Y siempre sorprendía a Ben cuando sonreía.
Esa tarde cruzó una mirada con él, y le sonrió.
No sabía que le sonreía al peligro.
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Síndrome de Estocolmo.
Short StoryUna chica de buena familia. Un chico en malos pasos. Esa no es una buena combinación. A menos que... Algo sea diferente.