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Benjamin o Ben, como sus "amigos" le dicen, siempre está preocupado.

No tiene para comer, y menos para surtir esa fétida adicción.

Ben quiere ser bueno, pero no se lo permite a si mismo.

Él tiene un corazón de oro, u oro de los bobos, nadie sabría distinguir.

Porque los demás no ven detrás de la envoltura.

El dinero es lo único que les importa.

Eso lo molesta y lo hace feliz a la vez.

Síndrome de Estocolmo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora