Mi nueva casa

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Al otro lado de la terminal estaba Mariaxy, no había cambiado nada, seguía con sus rizos azabache de siempre, sus mejillas sonrosadas y esa alegría que siempre desprendía. Desde que conocía a Maríaxy pensé que ella parecia más hermana de Raquel que yo misma. El vuelo había ido bastante bien, sin ningún incidente y no había terminado tan mareada como la última vez. En cuanto crucé la puerta de la terminal Mariaxy corrió a saludarme efusivamente y después saludó a Raquel. La verdad, era bastante tarde y después de allí nos fuimos directamente a casa de Mariaxy en su coche. El viaje no duró mucho más de media hora, y mientras pudimos disfrutar de las vistas de la ciudad desde el coche, como el Big Ben, The London Eye y las típicas casas inglesas de las afueras de la ciudad. El apartamento de Mariaxy se encontraba en el centro de Londres, era pequeño pero acogedor, pasando la entraba se hallaba la sala de estar/comedor con un sofá y dos sillones individuales de color crema puestos frente a un televisor de plasma. Una mesa de madera con cuatro sillas, una lámpara de pie y un par de estanterías con libros, fotos y algunos DVDs ocupaban la otra parte de la habitación. A la izquierda, en la habitación contigua, se encontraba la cocina. Era de estilo americano pero no muy grande, los muebles eran de color rojo y había una barra con un par de taburetes. A la derecha de la sala de estar habia un pasillo que daba a las habitaciones y al baño. La primera puerta correspondía a éste. Tenía un plato de ducha, un gran espejo con un marco azul y demás mobiliario propio de un baño, al parecer, era el único baño, asi que tendrian que compartirlo. A continuación se encontraba el dormitorio de las antiguas compañeras de piso de Maríaxy, el cual sería el que usariamos yo y Raquel. En él había dos camas, una al lado de la otra, con un bonito edredón azul, un escritorio grande con dos sillas, un armario con dos compartimientos y un par de estanterías vacías. Al fondo del pasillo se encontraba el dormitorio de Mariaxy. Al entrar no pude evitar mostrar en mi cara una mueca que mezclaba horror y sorpresa al ver lo que allí había.

-WHAAT!!? ¿Tú también?- grité llevándome las manos a la cabeza. La pared estaba decorada con algunos pósters de One Direction. Yo no podía dar crédito a lo que estaban viendo mis ojos y Mariaxy estalló en una gran carcajada mientras que Raquel empezaba a enloquecer. Mariaxy ignoraba que a mí no me gustaba ese grupo pero creo que ahora había quedado bastante claro ese dato - ¡No me lo puedo creer! ¡Me persiguen! - Cuando Mariaxy pudo parar de reir me habló.

- Bueno amiga... Bienvenida a Londres y bienvenida a mi casa. Si necesitáis algo sólo tenéis que decírmelo - dijo con una sonrisa.

- Bueno, yo estoy muy cansada, creo que voy a deshacer la maleta lo antes posible e irme a dormir, mañana espero que nos podamos poner al día de nuestras vidas, que descanses - dicho ésto sali de la habitación y me dirigí a la mia, mientras Raquel y Mariaxy se quedaron a conversar un rato, imagino que del grupo de los niñatos esos.

Como no tenia suficiente con una loca, ahora tenía a dos, sola en una casa con dos fanáticas del grupo al que odiaba, pero bueno supongo que me acabaría acostumbrando. Al cabo de pocos minutos entró Raquel a la habitación.Terminamos de colocar gran parte de las cosas que había en las maletas bastante rápido y nos metimos pronto en la cama. Yo escogi la que más pegaba a la puerta sin razón alguna, la verdad daba igual una que otra y en pocos minutos me dormí.

Un ruido espeluznante me despertó, era una de las canciones de One Direction puesta a toda voz. Vale quizás me había pasado con el adjetivo otorgado pero me fastidiaba mucho que me despertaran con música y menos una que no me gustaba. Abrí los ojos y vi a Raquel sosteniendo su móvil muy cerca de mi oido y muy a duras penas pude apreciar una sonrisa malévola en su cara. Me tapé con la sábana hasta la cabeza y gruñí.

-¡Hermanita! ¡Son las 11 y media, levantate ya! Tengo ganas de dar un paseo por Londres - dijo Raquel sacudiéndome. Londres, es verdad, no me acordaba de que ya estabamos allí. Me levanté lentamente de la cama y me dirigí al baño, me aseé y me peiné un poco para no asustar a Mariaxy con mi aspecto de recién levantada y a continuación me dirigí a la cocina a ayudar a Maríaxy con el desayuno.

-Buenos días, dormilona - dijo Maríaxy entre risas - estaba esperandote para desayunar.

-Oh, gracias, muy amable - me tranquilizó ver que no era el típico desayuno inglés con huevos y Bacon, no podría tomar eso recién levantada. Preparamos una bandeja con varias tostadas, mantequilla, mermelada y leche y nos la llevamos a la mesa donde nps sentamos las tres.

- Bueno y ¿Qué es de tu vida? Hacía bastante que no hablábamos ¿cómo vas con los chicos? - Dije mirándola lascivamente y dándole un codazo. Mariaxy se sonrojó y esbozó una pequeña sonrisa tímida.

- Bueno... Hay un chico... Muy especial en mi vida - dijo sin despegar los ojos de su tostada.

- ¿Siii? Eso es genial, tengo ganas de conocerle, espero que te cuide bien... - Dije enseñando un puño.

- Si, tranquila, me quiere y cuida mucho, no te preocupes - dijo ella sonriendo satisfecha - Me alegro mucho de que hayas venido, Vero, tenía ganas de verte.

-Si, yo también me alegro mucho de estar aqui, gracias por acogerme - por un momento todo se quedó en silencio, el cual fue interrumpido por Raquel.

- Bueno, a mí me apetece dar una vuelta por la ciudad.

-Me parece buena idea ¿nos acompañas Mariaxy? - Dije yo mientras recogía la mesa.

- Lo siento, tengo planes ya... tengo que trabajo atrasado de la universidad - Mariaxy estudiaba arte dramático allí.

- Bueno, no te preocupes, otro día será - dije desde la cocina colocando algunas cosas y entre las tres terminamos de quitar la mesa.

Me puse lo primero que encontré de ropa, unos jeans y una camiseta de manga larga, no me solia arreglar mucho por las mañanas, en cambio Raquel se esmeró mucho con su aspecto, supongo que se preparaba por si veía a los chicos.

- Mariaxy - dije antes de salir por la puerta - Volveremos para después de comer.

- Perfecto, tened cuidado de no perderos, pasadlo bien.

- No te preocupes, gracias.

[Louis&me] Perfect to meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora