Capitulo 17

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-¿Que?- pregunto atónita

-No sabemos como pero se libero y atacó a una persona, el jura que la vio- dice intentando recuperar el aliento.

Sin decir nada más, salgo corriendo hacia allá, cuando llego hay mucha gente amontonada en una persona. Camino en esa dirección. Esta la Hada Madrina curando a una persona. Me acerco.

-¿Viste a Maléfica?- le pregunto

-Si- dice con voz temblorosa

-¿Donde?- vuelvo a preguntar

-En los jardines de al frente, venía para acá- dice adormilado. Tiene una muy profunda herida en la muñeca. Justo cuando estoy por ir para ir para allá el Hada Madrina me llama.

-No estarás pensando en ir verdad. Puede ser un depredador en vez de tu madre, o simplemente Roman puede estar alucinando.- dice ella con una tranquilidad insufrible. Roman, con las pocas energías que tiene se voltea y la fulmina con la mirada.

Iba a protestar viendo se oye una risa malvada, mi madre. En ese momento por una de las múltiples puertas entran Evie y Ben. Pero, por la más grande entra mi madre. Atacada de la risa.

-Que ilusos, ¿es serio creen que podría ser un depredador el que le dejara una herida de esa magnitud a ese chico?- pregunta riendo pero nadie le responde.

-Necesito mis poderes- le digo al Hada Madrina. Ella agarra su barita mágica.

-Vuelve a tu celda o te haré volver a ella- la amenaza torpemente la Hada Madrina. Pero ella con solo un pequeño movimiento de se cetro lanza para atrás a la Hada Madrina, dejándola inconsciente. Gran ayuda. Voy hacia ella y le quito la barita.

-Bibidi babidi bu- digo y un brillo verde sale de la barita y rodea todo mi cuerpo; dandome mis poderes.

-Ahora si madre, esto siempre fue entre tu y yo- digo mirando a mi madre. Necesito quitarle el cetro, sin el, ella no es nada.

-Me avergüenzas tanto. Defendiendo a los que deberías destruir- dice mirándome con odio.

Nos elevamos al mismo tiempo y empezamos a girar alrededor de el salón. Tantos años soñando en ser como mi madre, en que ella este orgullosa de mi. Ahora solo quiero que me deje en paz; quiero que desaparezca de aquí, que me deje ser feliz. Nos empezamos a lanzar todo tipo de hechizos. Todos empiezan a correr para salir de ahí, pero Ben no. El se queda ahí, estático. Cuando lo miro un hechizo de mi madre me da y caigo al suelo. Ben de inmediato viene para ver si estoy bien. Mi madre baja y toma a Ben por el cuello.

-Elije, tu vida o la suya- dice y veo como el rostro de Ben empieza a ponerse morado.

-Mátame a mi- digo, poniéndome de pie. Ella suelta a Ben, quien cae al suelo.

Ella empieza a recitar un hechizo muy complicado, pero, por lo que vi en mi libro de hechizos, me matará en un segundo. Cierro los ojos esperando el final. Pero alguien se interpone entre la muerte y yo. La persona cae al suelo. Abro los ojos con el pulso acelerado. Pero no es Ben el que esta ahí sino Jane. Me arrodillo junto a ella, llorando. En ese momento la ira me invade. Siento la adrenalina correr por mis venas. Mis ojos se vuelves verdes. De mi empieza a emanar un brillo verde. Pero eso no me interesa, solo quiero deshacerme de ella. Pienso millones de hechizos al mismo tiempo, y cuando estoy lista se los lanzo todos al mismo tiempo, dejándola inconsciente. Bajo lentamente y voy junto al cuerpo sin vida de Jane; empiezo a llorar ella no debería haber muerto. Sino yo, yo debería estar en su lugar.

-¡¿Qué has echo?!- grita alguien sobresaltándome. Es la Hada Madrina. Ya despertó y vio que su hija ha muerto. Agarra su varita antes de que pueda explicarle algo.

-Bibidi babidi bu- dice apuntándome, haciendo que se vallan mis poderes. Después siento el cuerpo demasiando pesado; caigo de rodillas y después al suelo.




Descendientes (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora