Los Mellizos Reddish y la Caza de los Alquimistas

La selección.

                                                                           JAKE

Las puertas se abrieron de golpe, dejando paso al gran salón, cuatro mesas separaban cada casa y en frente se extendía una mesa horizontal, donde se situaban todos los profesores. Avanzamos lentamente con todas las miradas fijas en nosotros, daba realmente pánico. Cuando estuvimos frente al estrado Minerva Mcgonagall puso un taburete y comenzó la selección.

-A continuación os iré nombrando, os sentareis en esta silla y el sombrero os dirigirá a cada casa.

Minerva sin embargo, se retiró y el sombrero viejo, comenzó a cantar una extraña canción sobre nuevas generaciones y nuevos tiempos. Cuando este termino Macgonagall sacó una lista y comenzó a nombrar.

Mientras esperaba mi turno para ser seleccionado me fijé en los profesores, mi padre me había hablado de la mayoría. Entre ellos estaba Longbottom, maestro de herbología, al lado de este estaba el profesor de encantamientos al que diferencié por su peculiar estatura. A la izquierda estaba el guardabosques y a su lado... Oh no, era él, el profesor de pociones.

Desde hacía cinco años había deseado que se hubiese jubilado. Mi anécdota se remonta al día en el que mis padres recibieron una invitación para una congregación de magos referentes al círculo de las pociones. Y nuestros padres decidieron invitarnos.

Cuando llegamos toda la atención era nuestra, nos hacían preguntas sin parar, pero yo no sabía responder a nada y mi hermana sí, porque pase a un segundo... o tercer plano. Cuando la ceremonia acabó mis padres decidieron seguir hablando en la casa de Slughorn.

Mi hermana seguía fardando de sus ilimitados conocimientos mientras yo seguía olvidado. Odiaba aquello y decidí cambiar las cosas. Me adentré en el estudio del profesor y mezclé los dos primeros elementos que encontré. Aquello no fue como esperaba, el laboratorio explotó dejando destruido lo que llevaba siendo el trabajo de su vida. Por suerte yo salí ileso y la relación con mis padres no se distanció, pero no pude volver a verle y menos entrar en su casa. Sí soy así, un completo negado en aquello en lo que todos piensan que se me dará igual de bien que a mis padres. Será una de las asignaturas que arrastre hasta el final de mi vida.

Al lado de Slughorn se encontraba con la que me llevaré mejor, Hooch, ella es la profesora de vuelo y llevó toda mi vida practicando este deporte. Así que al menos para mí no será un problema. Y en extremo de la mesa se encontraba Hermione Granger, profesora de Historia de la Magia, fácil de reconocer debido a sus innumerable premios.

 Oí varios nombres que fueron siendo seleccionados, me fije en las casas a las que más me gustaría pertenecer. Las serpientes parecían un buen grupo allí estaban, Scorpius, Albus, y Laetitia, alguien con la que no me importaría pasar mas tiempo, su contestación a Mark fue soberbia además los hechizos que le lanzó... ¿Sabría tanto de todas las asignaturas como sabía lanzar hechizos? Esa chica de ojos verdes de verdad me intrigaba, así que Slytherin me parecía de las mejores opciones. Huffelpuf no lo había considerado siquiera, pero me parecía muy buena opción y a Gryffindor me encantaría ir, ¡Allí fueron Harry Potter, ron Weasly y Hermione Granger! Alias los héroes de muestro tiempo, además me parece que tener valor es muy importante para una persona. Sinceramente solo descarte una casa y fue la de Ravenclow a pesar de que mis padres fueran de allí nunca conseguiría honrarles ni con la mitad de las buenas notas que sacaban además en ella estaban Mark y Sam.  

Cada vez que un alumno era seleccionado, la casa le recibía entre ovaciones y aplausos. Sentía los temblores de Lily. Comprensible, si yo estaba con sudores y agobiado siendo el hijo de unos simples magos respecto a los Potter ella debía de sentirse fatal.Temblando y con la mirada de todos fija en ella dio un paso al frente y se sentó en el taburete, el sombrero tardó mas de lo normal pero finalmente se decantó por...

-GRYFFINDOR

-Jake Scott Reddish

Nada más oír mi nombre los cuchicheos aumentaron. 

"Un Reddish, seguro que en pociones saca la mejor nota"

"Es el hijo de Claris y Peter"

Que poco sabían.

Me senté en el taburete y el sombrero comenzó ha hablar en mi cabeza.

-Hum.. Interesante... uno de los mellizos Reddish...  valor, lealtad, interés... son cosas muy importantes para ti.  Es cierto que puede que consigas tus verdaderas amistades pero descarto esa casa... como he dicho antes la lealtad y el honor son muy significativas para ti, Pero tus ideas me dicen que sin valor no existiría el honor... 

-¡Gryffindor! 

Una sensación de adrenalina recorrió mi cuerpo, ¡estaba con Lily!

-Maia Aira Reddish

Le mandé un gesto de animo a mi hermana desde mi mesa... desde mi futura casa.

- GRYFFINDOR

Mi hermana como todos fue recibida entre aplausos, estaba conmigo y con Lily, hubiese jurado que acabaría en Ravenclaw, pero me equivocaba.

La ceremonia comenzó y al instante todas las mesas quedaron repletas de comida. 

Los mayores nos hablaron del colegio, clases, profesores salidas y las curiosas travesuras de Fred Segundo que parecía haber heredado la sangre de los gemelos Weasley.

-Tengo unas palabras que anunciaros - Macgonagall se había levantado - Este año Hogwarts será la sede del torneo Quidditch, - el gran comedor quedó conmocionado - Hogwarts se presentará con dos equipos, es decir que dos casas se fusionarán. Y nuestros invitados serán Durmstrang y Beauxbaton. Llegarán a primeros de octubre y el primer partido será por dichas fechas, además todo alumno podrá participar. Y ahora os deseo buenas noches 

Subimos a nuestros dormitorios, observe las escaleras cambiar de rumbo los cuadros hablar... pura magia.

Llegamos a la sala común y todo estaba como me había imaginado. Telas rojas con siluetas de leones, una chimenea y unos sillones adornaban la sala.

Me despedí de las chicas y subí rápidamente a mi dormitorio, mis cosas se encontraban encima de la cama que estaba pegada a la ventana. Y mi mono seguía allí, ¡habían hecho la excepción!

Pero no me dio tiempo a ponerme el pijama, pues un chico me llamó diciendo que la directora me esperaba en su despacho.

¿La directora me ha llamado? ¿He hecho algo mal? preguntas como esas y muchas más rondaban por mi cabeza. Gracias a las indicaciones de los cuadros conseguí llegar hasta el despacho.

Llamé a la puerta y esta me abrió.

-Buenas noches directora

-Hola Jake, te presento a Alisson - una chica de ojos chocolate con una melena deslumbrante se levanató de la silla - He hablado con Slughorn y me ha comentado tu... percance con las pociones. Como comprenderás no dejaremos ni por un instante que el orgullo de Hogwarts quede ensuciado por que el de los Reddish sea un patán en pociones, no obstante me he tomado la molestia de conseguirte una profesora particular de segundo.

Me quedé paralizado, iba a tener menos horas libres, tendría que trabajar el doble y quizás no podría hacer las pruebas para el Quidditch.

Mcgonagall nos mandó de vuelta a la sala común tras explicarme más detenidamente lo de mis clases particulares. Por lo menos me daría clases una chica guapísima, pero aún así no me gustaba la idea.

Me puse el pijama, me metí en la cama y me quedé totalmente dormido.

M.Rd