Capitulo 10

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Anoche volví muy tarde, y por suerte cansado, me senté en el sofá a fumarme un cigarro, antes de darme una ducha, y allí me quedé dormido hasta esta mañana.
He recibido un sms de Sindy, dice que vendrá dentro de un rato, aquí, a casa; así que me pondré a adecentar esto un poco.
Aquí estoy de nuevo, son las seis y media de la mañana.
Después de pasar todo el día con Sindy, estuvimos viendo la tele, solo noticias del tema, decidí poner unas pelis, luego hechamos unas partidas de cartas,lloró, le di mi consuelo.
Me besó, si, la zorra me besó. Joder ¿ por qué se lo ha tenido que cargar todo?
No sentí asco, al contrario, me gustó; pero la aparté de mi, le dije que no podía ser, yo no quiero nada con nadie, y menos con ella, es mi amiga, mi gran consuelo y yo el suyo. No quiero que esta amistad se estropee por nada en el mundo;y menos por tres besos y cuatro polvos.
La lleve a su casa, y le dije que sería mejor dejar de vernos por un tiempo. Ella lloró desconsolada, estaba muy avergonzada, se disculpó y me dijo que no volvería a pasar.
Me confesó entre lágrimas, que se había enamorado de mi.
¿ por qué todo es tan difícil?
¿ por que la gente pierde el tiempo en enamorarse de sus putos amigos?
No buscan amor, no, lo que buscan es sexo,si, cuatro revolcones igual que la zorra de mi ex, igual que todas.
La dejé en su casa y me marché.
Iba enfurecido, me gustó el beso, pero odiaba los besos, las caricias, lo odiaba todo, no quería sentir nada que tuviera que ver con el amor, ni con el sexo, ni mucho menos con las mujeres.
¿ por que demonios me gustó el beso?
Si ella no me gustaba en absoluto...
Iba tan distraído, tan enfadado, tan confundido que atropelle a alguien, y eso no fue todo, una persona me vio.
Tuve que acabar con la testigo que como no... Era una mujer de mediana edad, y la atropellada que murió en el acto para mi maldita suerte también era una mujer.
Me persiguen la maldita mala suerte, las malditas mujeres y la maldita desgracia, fue sin querer joder.
Esa chica tendría sobre treinta años, me bajé del coche para ayudarla, pero estaba muerta ya. La testigo me insulto me dijo que estaba loco, mientras sacaba su teléfono para llamar a la policía supongo.
Me acerque a ella intentando tranquilizarla, intentando explicarle que había sido un puto accidente, pero seguía con sus insultos y amenazas con llamar a la policía, su perrito me ladraba. Me vi obligado a ahogarla con la correa de su perro.
Nuevamente las metí en el maletero, y las llevé donde mi gran amigo Peter.
Por culpa de Sindy, por su culpa me ha pasado esto, joder yo solo quiero estar tranquilo, y no me dejan.
Si no hubiera sido tan zorra...
No quiero volver a verla en mi puta vida, todo a sido culpa de ella, tan golfa como todas las demás.
Ya he matado a catorce personas, inocentes, si, pero en cierto modo se lo buscaron. ¿ cuando parará esto, cuando parará mi mala suerte?
Ana...cuanta desgracia has traído a mi vida desde que te fuiste.
Solo me pregunto una cosa ¿si algún día lo pagarás?

Los veinte asesinatos de Maykel Thoms.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora