Las palabras son lanzadas al vacío y, a veces, no pensamos antes de soltarlas. Las dejamos salir de nuestras bocas como si de aire se tratase, no nos preocupamos en analizar antes qué estamos diciendo... porque muchas veces la emoción nos gana, y nos dejamos llevar. Lastimamos, prometemos, revelamos; y ya no hay vuelta atrás, el daño está hecho.
Porque una vez que se lanza una bala al cielo, tiene que caer... y en el camino, puede lastimar a alguien. Promesas que guardaban la esperanza de algo mejor, quedan como promesas vacías y sin sentido. Palabras que para ti significaron mucho, que tomabas por reales, pueden ser sólo de la boca para afuera; y no tener importancia.
ESTÁS LEYENDO
Confusión
Non-FictionEscribo esto con la esperanza de entender un poquito más mi vida en sí. Y, quién sabe, en el proceso puedo ayudarlos también. Ah, sí, soy Val. Empecemos.