Mensaje 10 (parte 1)

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De: Xavier Wagner

Fecha: Viernes 10 de noviembre, 11:42 PM

Para: Secretísima Virtual

Asunto: De todo un poco

Hola, Secretísima:

Ante todo quiero aclararte que no tengo celos de Marcos, simplemente no soportaría que se burlaran de mi amiga virtual; eso, por muchas razones, me pondría furioso. Me gustó tu mensaje, y veo que ya estás prevenida contra ese colgado, que aunque intente reconquistarte no se va a salir con la suya. No sientas tanta lástima por su pierna enyesada y sus ojos lánguidos; me gustaría saber qué estaba haciendo en la bicicleta para tener tanta mala pata. Me lo imagino siguiendo a alguna ciclista o a una chica de a pie, y haciéndose el canchero. ¡Ahora que se las aguante!

Vino Beatrice de Bariloche. La pasé a buscar al Santa Teresa (su colegio) y fuimos a la plaza Las Heras, que queda enfrente, y a cinco cuadras de su nuevo departamento. Al principio estábamos los dos muy cortados (hacía meses que no nos veíamos), pero después charlamos como dos horas sin parar. La wencontré cambiada, casi no la reconocí: altísima (me lleva media cabeza), más formada y con el pelo corto y oscuro. Parece como de dieciocho años, salvo por los aparatos de los dientes que todavía tiene que usar por seis meses más. Me pidió que nos viéramos de tanto en tanto hasta que yo me vaya, dado que no conoce a nadie en Buenos Aires y, como es tan tímida le cuesta hacerse de nuevos amigos. ¿Qué otro remedio me quedaba? Le dije que sí. ¿Te cuento parte de nuestra conversación?

-¿Tenés novia?

-No, solo amigas y compañeros de colegio. (No quise hablarle de Secretísima Virtual)

-Eso quiere decir que, después de que cortamos, vos no...

-No, antes de fin de año me voy a Houston; sería muy desubicado si me enganchara ahora con alguien.

-Pensás demasiado. Hay cosas que no se pueden controlar.

-Humm.

Hablando del cachorro de Pancha, podés ponerle Zavier. Aunque no sea mi nombre verdadero,, es lindo que, cuando lo llames, él te haga recordarme. En una semana ya podrán separar a las crías de la madre y empezar a entregarlos a sus futuros dueños. Además de las orejas blancas y marrones, el tuyo tiene una mancha oscura que le cubre el ojo izquierdo, y resulta muy simpático con su aspecto de pirata. ¡Tiene un carácter! Ya se pelea con los hermanos para ocupar el mejor lugar al lado de Pancha, y de ahí nadie lo mueve. El otro día, Tristán, el casero, fue a darle un plato hondo de leche a la perra y, como el cachorro también quería tomar, se metió con patas y todo adentro hasta que lo volcó. ¡Es un personaje! Si tus abuelos lo aceptan, tal vez ya la semana que viene podemos arreglar la entrega. ¿Por qué no venís vos a buscarlo? Lo podría mandar con alguien a la plaza Las Heras. Mi "enviado" te estaría esperando en el banco pegado al bebedero que está cerca de la heladería. Contestame apenas tengas el sí de tus abuelos para fijar día, hora y demás detalles.

Aunque te cueste creerlo, leí La Metamorfosis el año pasado. Es cierto que al principio cuesta un poco engancharse pero después me encantó. Hasta me identifiqué con el pobre Gregorio convertido en cucaracha, y todas las cosas horribles que siente y que le pasan, mientras su propia familia lo desprecia, ignorando su sufrimiento, y solamente les inspira asco. Si las cucarachas pasan por todo ese horror, deberíamos ser más compasivos con ellas y no exterminarlas o aplastarlas cuando las vemos. Después de leer ese libro, uno se vuelve más tolerante con esos bichos. Si puedo dejar escapar alguna, lo hago, aquneu mi vieja rabie porque las odia y le dan la misma repugnancia que a vos.

¿No hay que ser medio loco para escribir un libro así?


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