De: Secretísima Virtual
Fecha: Lunes 6 de diciembre, 06:32 PM
Para: Xavier Wagner
Asunto: De poesía y otra cita a ciegas
Hola, Xavier:
Me encantó tu mensaje: romántico, con anécdotas divertidas... Aunque no lo creas, leí con ganas La metamorfosis y, gracias a lo que me contaste sobre el autor, pude ponerme en el lugar del personaje. Papá siempre dice que todos los genios tienen vidas desgraciadas, y mamá le contesta que a las personas comunes y corrientes también les pasan cosas tristes y la gente no se entera porque, como no son famosas, nadie escribe sobre ellas.
Contestando a tu pregunta: sí, a veces también yo siento muchas ganas de romper mi promesa de no conocernos. Me tienta, pero no lo voy a hacer; estoy convencida de que es lo mejor para los dos. Y perdoname que no quiera seguir hablando de eso. Igual, voy a pensar lo de nuestra próxima cita a ciegas y, antes de terminar este mensaje, a lo mejor ya tengo una respuesta. Cambiando de tema: Biología ya no es problema, pasó por completo a un segundo plano. Ahora, mi verdadero drama es Matemática, y creo que mi suerte está casi echada desde que empezamos a practicar funciones cuadráticas, y no sé como graficarlas, no entiendo cómo sacar las raíces por el famoso Ruffini, que me cambia el signo todo el tiempo y nunca sé cuándo es + o - . Si no me saco un 9 en el próximo examen (y dudo mucho de que eso pase), no levanto la nota y me voy derecho al recuperatorio o a rendirla en diciembre. Sentarme a hacer ejercicios y dibujar gráficos, simplemente, me supera; no logro concentrarme y me paso la mitad del tiempo yendo de un lado al otro de la casa: a ver mis e-mails, a dormir una siestita, a buscar algo comestible en la heladera, a tocar la guitarra, o a la casa de mis abuelos a visitarlo a Xavier. ¡Tampoco quiero que se lo acapare Rafa! Aunque es cierto que el cachorro tuvo una buena influencia sobre mi hermano (está menos pavo que hace un mes). ¿Sabías que Xavier es muy guardián? Cuando pasa algún vecino por delante del portón, empieza a ladrar y no para hasta que se aleja. Después lo busca a Rafa o a mí y aúlla como diciendo: "¿Vieron? ¡Yo lo eché!"
El otro día volví a hablar con mis padres sobre mis ganas de participar más activamente en el coro; les pedí permiso para ir a Mar del Plata o a Pinamar la próxima vez que nos inviten a cantar, y también les dije que estoy casi decidida a entrar en el conservatorio cuando termine quinto año.
-Todavía falta mucho para eso. Podés cambiar de opinión, no te apresures -me dijo papá
- Creí que te gustaba el diseño de indumentaria o la decoración. Trabajarías con nosotros en la empresa...-intervino mamá.
-Total, podés cantar cuando quieras. Siempre es lindo tener un hobby -agregó papá.
-Yo quiero hacer la carrera en el conservatorio, estudiar canto. Para mí no es un hobby -les contesté.
Fue inútil: ellos insistieron en que es muy difícil ganarse la vida con la música, que quieren lo mejor para mí y tratar de ayudarme en todo lo que puedan. Aunque no lo dijeron directamente, creen que es un capricho y que se me va a pasar. No niego que también me gustan el diseño y la decoración... como hobbies. Además, nunca trabajaría en la empresa de la familia. Odio que me presionen y tener el futuro asegurado. ¡Así no dan ganas de hacer nada! Me parece lo más aburrido del mundo. El futuro me lo quiero asegurar yo en lo que me gusta. ¿Estás de acuerdo conmigo, XW?
Se me acaba de ocurrir algo. El jueves es la fiesta de egresadas de mi colegio. Por lo general, invitan solo a las chicas de cuarto año, pero, como yo tengo una amiga que egresa, me dieron dos tarjetas. ¿Reservo una para vos? Podríamos ir a la fiesta, cada uno por su lado, y mirarnos de lejos. Es la última prueba que te propongo ya que todavía me siento capaz de cumplir. Mañana o pasado voy a dejar tu tarjeta en un sobre a nombre de Xavier Wagner en manos de la compañera del malhumorado del locutorio (ella es más confiable que él) para que lo pases a buscar. ¿Estás de acuerdo?
Las egresadas van a festejar en una casona de la calle Corrientes, en Olivos, que se alquila para hacer fiestas. Dicen que está muy buena y es lo suficientemente grande para que quepa un montón de invitados... y de colados (que nunca faltan). Supongo que nos va a costar encontrarnos en medio del gentío, aunque eso es parte de la diversión, ¿no? Buscarnos, observarnos de lejos y mantener la distancia sin perdernos de vista. Podré parecerte una tonta; en cambio yo, creo que es muy romántico todo lo que estamos viviendo. Los amores posibles con el tiempo suelen volverse aburridos y cansadores. Ah, pero los imposibles... Inspiran novelas, poesías, cuentos y muchas fantasías. Pensá en Neruda, si no. (Dicen que escribió varios de sus Veinte poemas para una novia que tuvo cuando era estudiante francés. Él la llamaba Marisombra).
¡Nunca vamos a olvidarnos de nuestra relación virtual! Pasarán los años y nos seguiremos recordando: vos desde los Estados Unidos, yo desde mi querido Buenos Aires, al que no cambiaría por nada.
Aunque no siempre me gusta lo que sucede en mi país, ni las noticias que pasan por televisión. Como mis padres, yo también me preocupo al ver chicos en la calle, desprotegidos; por la falta de trabajo y por la gente que no tiene (o apenas le alcanza) para comer. Y la inseguridad también es un problema. Últimamente, mamá se pone nerviosa cada vez que salgo, a pesar de que mi barrio es muy tranquilo; y papá insiste en llevarme y traerme de todas las fiestas. Ojalá no me pongan peros para ir a la de egresadas, en Olivos, porque, si no, todos nuestros planes se vendrían abajo. ¿Te voy a ver, XW? Mañana dejo la tarjeta en el locutorio.
Un enorme beso virtual.
Secretísima