De: SV
Fecha: Miércoles 15 de septiembre, 06:15 PM
Para: XW
Asunto: Una propuestaHola, XW:
Te vi entrar en el locutorio con tu mochila negra marcada con esas letras. ¿Quién puede llamarse XW? ¿Serán las iniciales de un nombre?
Me pregunté esas y un montón de cosas más, mientras te espiaba por el reflejo de la pantalla (ya que ahí nomás dejé de copiar los datos para un trabajo de Literatura del colegio y empecé a mirarte de reojo). Sos lindo y me caíste simpático; hasta me gustaron los rulos castaños que te caían sobre la frente, y que vos, enfurecido, tratabas de apartar con la mano y no podías. Me gustó tu mirada fija en la pantalla (creo que tenés los ojos claros) y me hizo gracia que, por ser tan alto y tan flaco, te costara acomodar las piernas debajo del escritorio. ¡Qué forma de teclear en la computadora! Parecía que le querías sacar chispas. ¿Estabas enojado, XW?
Por eso, cuando te paraste y fuiste a hablar con el malhumorado de la mesa de entrada (le pedías algo que él no encontraba, y supuse que era una birome), me incliné con disimulo y espié el e-mail que estabas escribiendo. Soy rápida y tengo buena vista; me bastó una ojeada para ver y memorizar tu dirección, todo al mismo tiempo. Por suerte, tardabas en volver; el malhumorado probó varias hasta darte una birome que sirviera. Todavía no estás de vuelta, XW (vi que decidiste ir al baño), mientras yo, muy concentrada, te escribo este mensaje.
¡Pará! No te hagas ninguna película, que no soy ni muy linda ni muy simpática, y en tres meses cumplo quince. Soy una chica común y corriente que quiere ser tu amiga virtual. Te propongo que nos mandemos mensajes una o dos veces por semana porque... me gustaste como amigo. A veces me siento un poco aburrida y solitaria. ¿A vos no te pasa lo mismo, XW? Sí, ya sé que todos los chicos de nuestra edad chatean, pero no es lo mismo. En el chat me pongo nerviosa, escribo mal, contesto cualquier pavada. Y yo siempre fui de escribir cartas, desde chiquita.
No, a mí me gustaría que cada uno pudiera contarle al otro lo que quisiera con tiempo, y sin tener nunca que avergonzarse de algo que confensó ni verle la cara cuando se lo cuenta o después enterarse de que se lo repitió a medio mundo (como hacen más de la mitad de mis compañeras).
Ya sé lo que vas a decir: "¡Qué viva, ya me conocés y yo no!". Y sí, tengo esa ventaja: te vi primero. ¡Eso te pasa por no darte cuenta de que yo estaba en la computadora de al lado! Bueno... la cosa viene así: ¿querés que nos mandemos mensajes por correo electrónico? Si estás dispuesto, mis reglas son: no nos conoceremos nunca, ni de nombre, y cada uno podrá escribir lo que tenga ganas sin necesitad de mentir (total... no sabremos jamás quiénes somos). Ah, ¡no se te ocurra preguntarle al "malhumorado de la mesa de entrada"!, porque, a partir de hoy, me cambio de locutorio; además, no soy del barrio y es la primera vez que vengo a este telecentro.
Tampoco te des vuelta ahora para mirar a la chica de la máquina de al lado. Sería un chasco total, ya que se la dejo a una señora. No me vas a encontrar, por la sencilla razón de que, apenas mande este mensaje, me habré esfumado (tuve la astucia de pagar por adelantado) y saldré antes de que hayas tenido tiempo de acomodarte en tu asiento (eso te pasa por ser tan alto; yo apenas llego al metro sesenta).
Si tenés ganas de que seamos amigos anónimos y charlemos de nuestras cosas, escribime a:
secretísima@virtual.comSi no te interesa o te aburre iniciar una amistad a ciegas, no me contestes y punto.
Ah... dejá de aplastarte con tanta rabia los rulos cuando se te caen sobre la frente; ¡te quedan recancheros! ¿Hasta pronto o hasta nunca, XW?SV (Secretísima Virtual)