Capitulo uno: el comienzo.

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Allison.

Me levanto por la maravillosa música que sale de mi lindo despertador (sarcasmo). Bueno hoy es el primer día de la preparatoria y mi último año por fin. Me levanto y me dirijo al baño para hacer mis necesidades. Prendo la regadera, y me desnudo, al entrar bajo la lluvia artificial mis músculos se relajan por completo, me lavo el pelo con mí shampoo sabor a mango, me enjuago y me enjabono el cuerpo, me lavo y me enrollo una toalla, me cepillo los dientes y salgo directo al armario son las 6:30 tengo media hora todavía. Al estar en mi armario me fió en que ponerme el día de hoy me decido por un pantalón negro rotos en las rodillas, una blusa de tirante blanca, una chaqueta negra y mis preciadas convers negras con blancas. Me maquilló lo normal no me agrada pintarme como un payaso si no lo básico delineador para ojos un poco de rubor y mi preciado brillo de fresa.

Al salir de mi cuarto voy directo a la cocina ahí me encuentro con mi madre es muy bonita alta de cabello castaño, ojos verdes y un buen cuerpo, no pasamos mucho tiempo juntas por su trabajo es doctora y sé la pasa todos los días en el hospital por emergencias.

Cuando se voltea y me ve me regala unas de sus mejores sonrisas, le regreso la misma sonrisa pero me sale una mueca.

- hola cielo cómo amaneciste.

- bien, y tu - le dije dándole un beso en la mejilla - y papa. - pregunte al no verlo.

- bien gracias, ya se fue al trabajo, me dio que te diera un beso - dijo acercándose a mi y besando mi frente - y también que te dijera que no te metas en problemas tan rápido hoy.

- mamá ¿cuando he sido una chica problema?

- veamos cuando tiraste al hijo del vecino a la piscina por solo coger un pedazo de tu pizza, cuando insultas a la señora mcfly por decirte mocosa, cuando...

- la interrumpí - madre ya te dije que era Mi pizza y esa señora no tenía que decirme mocosa solo por mojar a su gato.

Me despedí con un adiós, antes de que dijera algo salí corriendo por la puerta, ya iba retrasada faltaban diez minutos para que tocaran el timbre, me faltaba una cuadra y ya no podía respirar culpo a mis padres por no querer comprarme un carro que le estoy pidiendo hace años, al llegar al colegio con falta de oxígeno me tropiezo con alguien y adivinen si me caigo de culo al piso, voy subiendo mi vista poco a poco para ver quien fue el desgraciado que se cruzó en mi camino y me sorprendo al ver a Dylan Cooper, el idiota de la preparatoria. No lo puedo negar es sumamente guapo y por las estúpidas del colegio tiene el ego más grande, es de 1,80 de estatura, cuerpo bien formado como no si es el capitán de equipo de fútbol, de ojos verde, y cabello castaño es súper sexy.

- acaso no ves por donde caminas o eres ciega - iré los ojos a su comentario estúpido - acaso solo te quedaras mirando y no me pedirás una disculpa.

- me levanté del suelo y me sacudí el polvo del trasero y comencé a hablar - iba a pedirte disculpas pero como eres un idiota no lo haré así que si me disculpas me voy.

Al decir eso pase por su lado pero no llegue a dar ni dos pasos cuando me acorralo contra la pared, sus ojos me veían con furia. Esto me pone los nervios de punta y voy retrasada a la clase gracias Dylan, (sarcasmo) ahora como salgo de esto.

- PERO A TI QUÉ TE PASA PORQUE ME ACORRALAS CONTRA LA MALDITA PARED DESQUICIADO¡!¡!¡! - le grite.

- yo hago lo que se me pega la gana y tu a mí ya me estas colmando la paciencia, cuando te digo que me pidas una maldita disculpa lo haces - dijo todo en un tono que me hizo temblar - ahora me pedirás las disculpas o tendré que enseñarte a pedirlas.

- me reí cínicamente tú que harías para " enseñarme a pedir disculpas" idiota, si yo no quiero pedir disculpas, no lo hago y tu no eres nadie para obligarte a pedirlas.

- te haré saber quien soy yo niñata. - después de eso me cargó como un maldito saco de papas y caminaba en dirección a la salida, pataleaba y gritaba y no me bajaba hasta que paró frente a su amado deportivo y me depositó en el asiento del copiloto cerrando con seguro para niños dio la vuelta y se metió en el asiento del piloto me dio una mirada tan fría que en lo único que pude pensar fue: en que me he metido.

Mi Perdición : Dylan Cooper.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora