Capítulo 3.- Nombre

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Los personajes son propiedad de Tite Kubo.

Advertencias: Puede contener OoC.

La historia está inspirada en el libro "Warm Bodies" de Isaac Marion.

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ALGUIEN PARA RECORDAR

Capítulo 3.- Nombre.

El grupo de Zombis o infectados, como la mayoría los conocía, avanzó haciendo más rápidos sus pasos después de detectar a las presas que tenían delante de ellos.

Ichigo empuñó su Zanpakuto con fuerza. Concentró energía en ella y luego la dejó fluir hacia los infectados, logró cortarlos por la mitad, en forma horizontal. Rukia seguía quitando los escombros con desesperación mientras los cuerpos de ellos caían al suelo.

Ichigo no bajó la guardia, sabía que no los había derrotado. Como esperaba, las mitades que aún eran controladas por el cerebro comenzaron a arrastrarse hacia él. En esos momentos deseaba poder usar Kido, así sería más fácil su tarea.

Sin perder tiempo Ichigo uso Shunpo para situarse junto a un zombi que se arrastraba, arrugó la nariz por el olor putrefacto que emanaba, aun no se acostumbraba a ese hedor. Levantó su espada y la incrustó en el cerebro del infectado, inmediatamente éste dejó de moverse. Repitió la operación con los restantes con cuidado de no ser rasguñado o herido por uno de ellos.

Cuando terminó su trabajo Ichigo se reunió con Rukia quien ya tenía al niño en brazos, presentaba heridas en casi todo el cuerpo y respiraba con dificultad.

—Necesita atención médica. — le informó Rukia con preocupación mientras se lo pasaba.

—Démonos prisa entonces. —sugirió el Shinigami. Rukia asintió.

—¡Auxilio!¡Ayúdenme! —la voz angustiada de una mujer se escuchó en los alrededores, aunque no se distinguía el lugar exacto.

—Ichigo adelántate. —indicó la Shinigami.

—No puedes ir tu sola. —dijo el chico, antes habían luchado con otros infectados y sabía que estaba cansada.

—Si no atienden rápido a este niño va a morir. —dijo Rukia preocupada. —y por el momento tu eres el único con la energía suficiente para utilizar Shunpo. —Estaré bien. —aseguró la chica mostrando determinación. Ichigo asintió.

—No tardes. —le dijo con una sonrisa.

Después de intercambiar miradas y sonrisas alentadoras, Ichigo desapareció con un Shunpo, llevándose al niño en brazos. Confiaba en ella y en su capacidad de combate.

Rukia se concentró para localizar a la mujer, afortunadamente tenía algo de poder espiritual y pudo ubicarla.

Se dirigió hasta ella brincando entre los escombros de varias casas. Cuando llegó al sitio donde estaba, un grupo de seis infectados la tenía rodeada. Se dio cuanta por la ropa que se podía ver por lo espacios que dejaban los infectados, que era una Shinigami.

—No, aléjense. —gritaba la mujer tendida en el suelo, blandía su espada haciendo movimientos bruscos con ella para intentar alejarlos, pero ya no tenía la suficiente fuerza para hacerles daño.

Rukia se detuvo a escasos metros, colocándose a espaldas de aquellos hombres que tenían la carne desgarrada, subió una mano y apuntó al que estaba más cerca de la mujer, colocó la otra mano sobre su muñeca como apoyo.

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