Capítulo 17

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Abro los ojos y un rayo de sol se filtraba por la ventana, me siento triste, saber que el chico de mi sueño era Barry, me destrozó por completo; sé que eso solo pasó en mi mente, pero aquello se sintió real.
Volteo por todos lados y Barry ya no está, estaba por pararme de la cama, cuando llegó él con una bandeja llena de comida.

—Buen día bonita, te traje de desayunar —se sentó en el borde de la cama.

—Muchas gracias, no te debiste de haber molestado.

—No es ninguna molestia —me puso la bandeja en mis piernas. Todo lo que estaba encima, se veía delicioso, pero la verdad, es que no quería comer nada, no tenía apetito ni siquiera para dar una mordida—Quiero que te acabes todo.

—Solo si tú comes conmigo —quería por lo menos aligerarme la carga, pero él asintió.

Se llevó la bandeja a la cocina, dándome oportunidad de darme una ducha rápida y para cambiarme de ropa. Al estar lista, él y yo nos fuimos al laboratorio, no era necesario ir en auto, porque, él era mi transporte.
Al entrar, solo estaba Caitlin, ordenando las cosas para un nuevo día de trabajo, esa era su manera de empezar el día, yo me ponía a ver a Barry correr en la caminadora que Cisco le había diseñado, era algo entretenido, aparte de que verificaba que todo anduviera bien con sus signos vitales.

—¡Aún corriendo puedo notar que estás triste! —alcé la mirada, logrando ver solo una mancha corriendo.

—Lo siento... —me acerqué a la caminadora para detenerla.

—Olvida ese sueño ¿si? —se paró enfrente de mí y me tomó de la mano donde tenía el anillo que me había regalado—Recuerda que teniendo esto, nada te pasará. Te lo prometo.

—Gracias Barry —le di un abrazo de manera espontánea.

—Si no puedes dormir hoy, puedo acompañarte hasta que duermas —me dio un beso en la cabeza. Ambos escuchamos las pisadas de Caitlin así que nos separamos rápidamente.

—Hey Barry, ¿me acompañas a comprar mi desayuno?

—Por supuesto —ambos se fueron y me quedé sola en el laboratorio. Me fui al escritorio a revisar que todo estuviera en orden.

Dime quién es flash...

—¿Disculpa? —esa voz llamó mi atención totalmente. Alcé la vista esperando ver a la persona que había dicho eso, pero solo me encontraba yo aquí.

Tú lo sabes, no me lo ocultes...

—¿Quién eres? —cuando me levanté de la silla, me tropecé con Cisco, y por su cara, parecía algo extrañado.

—¿Qué sucede contigo?

—Nada, solo estaba en las computadoras —no quise decirle nada a él, obviamente no había escuchado esa voz. Quizá ya me estaba volviendo loca. Ambos nos sentamos a esperar a Barry y a Cait para que pudiéramos hacer el trabajo de siempre.

Después de una mañana pesada, mi padre nos dio la tarde libre para que descansáramos ya que mañana el trabajo iba a estar el doble de pesado. Caitlin y Cisco se fueron por su lado y Barry y yo nos fuimos por el nuestro. Quería que mi padre se fuera con nosotros, pero dijo que tenía cosas que hacer en el laboratorio, así que lo dejamos solo.
Barr y yo fuimos al centro comercial, él me insistió tanto en ver una película que tuve que aceptar, no me gustaba pasar tanto tiempo a solas junto a él, me pone muy nerviosa que a veces ya no tengo nada que decir y entramos en ese terrible silencio incómodo.

—Espera aquí, iré por las entradas —se formó por unos segundos ya que solo habían dos personas delante de él esperando su turno. Regresó con los boletos en mano—Hay que esperar media hora para entrar, ¿qué quieres hacer por mientras?

Fast Enough | The FlashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora