Capitulo 33

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Al entrar era un lugar muy tétrico, se puede decir que me daba miedo. Se parecía a las películas de terror típicas en los manicomios. Las personas eran raras, algunas se quedaban viéndome y otras solo miraban hacia la nada.
Una enfermera poco agraciada que parecía malhumorada nos revisó en la entrada, de seguro era para ver si llevábamos algún objeto punzante, parecía una cárcel, luego nos acompañó hacia una habitación en donde había una cama de esas de hospitales, esas altas, un ropero antiguo y una mesa de luz que hacía juego, al llegar allí..

"Aquí es" dijo mientas entrábamos.

Al darme la vuelta para decirle gracias, la enfermera ya no estaba. Comencé a escanear la habitación, tenía dos ventanas las cuales estaban enrejadas, en la parte superior de la puerta había una ventanilla pequeña y en la parte media había una abertura cilíndrica horizontal, creería que es para pasar la comida.
Miré todo mi alrededor hasta que mi vista llego a mis padres..

"Es solo unos días" dijo mi padre tratando de evitar de que yo fiera marcha atrás.

"Tanto me odian ustedes? Para traerme a un lugar así, por que no me dejan en paz con mis decisiones, POR QUE!" dije aumentando la voz gradualmente.

A mi madre ya se le estaban cristalizando los ojos y mi padre puso cara de frustración.

"No no quiero verlos llorar mas, quiero que me dejen sola" agregué alterada mientas me sentaba en la cama y disimulaba abriendo mi maleta.

Mi madre se acercó y me dio un beso en la frente y mi padre solo paso su mano por mi hombro.
Tratarlos así me hace mas daño a mi que a ellos, pero no lo puedo evitar, estoy tan frustrada en esta vida que ya no distingo lo que me hace bien y lo que me hace mal.

Saqué de mi maleta las sabanas y tendí la cama, luego acomode mis cosas en el ropero. Vieron cuando te sentís observada? Bueno eso sentí, me gire hacia la puerta, la cual mis padres dejaron abierta, y había una persona asomada, no distinguía si era femenina o masculino pero cuando vio que me voltee este se escondió.

*acá también me van a tratar como un fenómeno por se gorda?, no quiero estar acá, por Dios no quiero!*

Mis ojos se inundaron y una lágrima rodó, me acerque hacia la puerta y la cerré con brutalidad y busque ponerle traba, pero no tenía, peor me sentí.

*no se para que me "salvan" si después me dejan a la deriva en un lugar no grato para nadie*

Y ahí estaba yo, recostada en la cama boca abajo abrazando esa almohada dura e incomoda la cual me había tocado..

Diario de una chica suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora