Capitulo 20

187 11 2
                                    

Había leído que esto no cicatrizaba rápidamente, tomaba mas tiempo por que quedaba a carne viva. El sangrado era abundante, corrí a buscar una gasa y agua oxigenada.
Mientras pasaba un algodón con yodo mis lágrimas rodaban por mis mejillas, no solo por la impotencia si no que también me dolía, era la primera vez que sentía que había pasado la ralla. No me sentía satisfecha con lo que hice, pero no por que apreciara mi vida, si no por mis padres, como escondería esto que esta en el brazo derecho.
La única solución era ponerme la muñequera sobre la gasa, si me decían algo de el lugar en donde la usaba les iba a contestar que así la usa un youtuber que sigo.
Y así fue, no me la saque en una semana mas o menos. Sola en mi habitación retire la muñequera seguido de la gasa, se había pegado. La gasa estaba adherida a la carne, le di un pequeño tirón pero con firmeza, al despegarse comenzó a salir un liquido blanco y espeso. Sentía que esa zona estaba hinchada, a lo mejor se me estaba infectando. Hice presión en los bordes de la herida y comenzó a salir en cantidad. Corrí al baño de mi habitación a buscar papel higiénico y con eso me limpie. Era la primera vez que estaba arrepentida de lo había hecho, esta vez si sufría físicamente, me dolía.
Toda esta pesadilla término cuando mi madre me tocó el brazo, donde tenia la muñequera, para llamar mi atención y yo hice una mueca de dolor que ella rápidamente lo notó.

"Sácate eso que quiero ver" me dijo en un tono estricto.

Esta vez no me negué, quería que este dolor parara, no aguantaba mas, no soy tan fuerte como parezco.
Me saque la muñequera, ella al ver que debajo de esta tenía una gasa sus ojos se cristalizaron y me hizo seña para que continuara. Retiré la gasa, la cual se había pegado otra vez.

"Que es esto? Acaso no te educamos bien como para que andes haciendo estas cosas?" Dijo en un tono alterado.

No quería contarle mis complejos, solo quería que me llevara al hospital.

"Es lo que esta de moda, perdón" conteste con tristeza al ver como se había puesto.

Y así fue, me llevó al hospital en donde la enfermera se sorprendió al ver esto. Se había formado algo verde pero estaba blando. Ella recogió un algodón, el cual estaba empapado con alcohol.

"Esto va a doler querida, pero tengo que limpiar la herida"

Sentía como el alcohol era absorbido por la carne, su ardor es inexplicable, no pude evitar llorar..

Diario de una chica suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora