Noche de Locos

08: ¿Enamoramiento?

Disclaimer: MARVEL & Disney no me pertenecen. La historia si.

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Había pasado una semana del cumpleaños de Tony Stark. Todos estaban haciendo sus actividades diarias. Tony en su laboratorio viendo en que entretenerse y Banner lo acompañaba. Pepper estaba viendo el tema de la mansión que había sido 'casi' destruida por Hulk. De hecho, los arreglos estaban casi terminados, sólo tenía que ordenar que vayan a colocar algunos muebles y repisas de vidrio, arreglar el piso de mármol, cosas sencillas.

— ¡Hola cariño!, ¿vienes por un beso?

— Tony ahora no, sólo vine para avisarte que iré a tu pequeña mansión para seguir con los arreglos —Pepper le respondió seria, pero no enfadada, dándole un pequeño beso en la mejilla a nuestro filántropo.

— Pepper, lo siento mucho... —Banner respondió con voz baja y algo avergonzado— Te prometo que te devolveré todo lo que has arreglado.

— Bruce, no tienes de qué preocuparte, no es tu culpa, a quien deberías culpar es a Thor y su Hidromiel —Dijo entre risas para que el científico no se sintiera mal.

— Anímate amigo, además, estoy seguro que ese día no lo pasaste mal ¿O sí? —Dijo pasando un brazo por el cuello de Bruce—, Bueno bueno, sigamos en los que estamos haciendo.

— Espero que no vayan a crear algo que trate de revelarse ante la humanidad —Pepper dijo esto y se fue, sin antes despedirse— Adiós chicos nos vemos al rato —Tony y Bruce se quedaron perplejos al escuchar aquel comentario.

— Stark, tu novia tiene una gran imaginación... —Lo miró.

— ¡Ni que lo digas! —Sonrió para sí.

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Natasha se encontraba en su habitación descansando plácidamente. No tenía intenciones de levantarse este día. Quería tener el día sólo para ella y para sus pensamientos.

Todas las noches tenía el mismo sueño o tal vez el mismo 'recuerdo' de esa noche de locos que pasó con Steve o que tal vez no pasó. Se daba vueltas en la cama de un lado a otro hasta que escuchó que tocaban a su puerta.

— ¿Nat? ¿Estás despierta? —Era Barton— ¿Nat? —Se giró sobre sus talones para retirarse hasta que ella abrió finalmente.

— Hola Clint —Natasha abrió la puerta para encontrarse con el castaño que no dejaba de mirarla. Pareciera como si no se hubiera bañado en días.

— Natasha... ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? —La tomó de los hombros delicadamente, preocupado.

— Estoy bien, sólo me daba un día de descanso. No iré a entrenar —Le devolvió la mirada con una pequeña sonrisa tímida.

— Me di cuenta, pero al menos, péinate un poco —Le dice desordenándole su cabellera roja.

— ¡Clint!

— Lo siento, quería hacerte reír un poco —Le sonríe y de pronto, se pone un poco serio con ella—, Y... ¿Hablaste con Steve?

— ... —Natasha sólo dio un suspiro, haciendo que un mechón de su cabello se apartara de su nariz.

— Bueno, eso lo dice todo... —Se cruzó de brazos.

— No es fácil Clint... no sé por dónde empezar, además —Baja la mirada—, le dije algo sin pensar. Creo que se enojó conmigo.