Décimo

5.8K 318 9
                                    

Unos meses más tarde,

empezamos a convivir,

con la rutina frenética de Madrid.


El reloj alimentaba mi agonía por verte entrar

cada día.


Espero que Madrid,

nunca muera como yo,

nunca lo dejes morir, por favor.


Ojos de cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora