el otoño se desviste de largos vestidos naranjas con paulatina torpeza, el viento va meciendo las prendas solo para dejarlas caer, me pregunto si alguien le ha visto alguna vez las bragas, suelo ser impuntual y a veces cuando intimamos llego a escuchar ruidos en el guardarropa, me despista con un beso frío de esos que se dan con hielos en la boca y llego a pensar que quizá escondido en el armario, el aire se burla de mi con los ropajes en sus brazos...