Camila POV
Junto con las otras chichas habíamos entrado al pequeño restaurante-café, era un lugar muy lindo y olía extremadamente rico, había carteles literarios y se escuchaban muchas voces, pero básicamente lo que más me llamó la atención fue unos gritos, no eran muy fuertes pero eran provenientes de ¿Lauren? Gire la cabeza para ver por la ventana, no pude evitar dejar salir una risa, al parecer Dinah le había quitado su celular y ella trataba de recuperarlo. Lauren pataleaba y gritaba por conseguir su celular, llegando al grado de subirse un poco más a la mesa, se me figuró como si ella fuese una niña pequeña y Dinah era como la mamá.
Salíamos de aquel lugar con unas bebidas. Al parecer ya todo se había calmado pues Lauren ya tenía su celular, lo único que faltaba era que se chupara su dedo pulgar...ok no.
Nos sentamos y nos dispusimos a tomar nuestras bebidas, pero se puede decir que éramos cuatro chicas sonrientes y otra llamada Lauren, ella solo miraba la pantalla de su celular y movía sus dedos pulgares muy rápido así que para molestarla, todas centraron sus miradas en la oji-verde, esperábamos a que reaccionara y empezará a socializar.
-¡Qué mierda! ¿Por qué me miran así?
-Deja ese celular y hay que socializar-repuso Dinah mientras alzaba una ceja, así que la chica refunfuñó y dejó su celular en la mesa. Cruzo sus brazos y los recargo en la mesa, al parecer se están haciendo la interesada pues se hizo un poco más al frente.
-¿¡De que quieren hablar chicas!?-dijo Lauren haciendo la voz un poco más chillona.
-¿De dónde son ustedes?-pregunto Dinah dirigiéndose a nosotros, pero al parecer a Normani lo único que le interesaba era su raspado de frambuesa pues cada vez que sorbía, cerraba los ojos y disfrutaba del sabor.
-Yo soy de Cuba-conteste tratando de mantener el hilo de la conversación. Dinah asintió con la cabeza y Lauren, bueno ella, empezó a aplastar una que otra hormiga que estaba en el piso.
-¡Son tan interesantes!-exclamó Lauren un poco fastidiada.
-Bueno, entonces tú habla-conteste, aunque más bien no se porque lo dije, eso me lo tenía que guardar en mi mente ¡Camila mala!
-Me llamo Lauren Jauregui, 18 años, me gusta el negro, me considero un vampiro porque no me gusta mucho estar en lugares abiertos, odio mi vida antigua, mis padres quién sabe dónde estén, mis hermanos de seguro están pescando en la Antártida y me gusta el disco rock del Papa Francisco.
-¿El Papa Francisco, canta?
-¿Tus hermanos pescan en la Antártida?
-¿Eres un vampiro?
-¡Alguna vez dejaras de hacerte la payasa y tomarte algo en serio!-repuso Dinah.
-¿Qué? Uno no ya no puede socializar porque la crítica-contesto Lauren. Así que Dinah rodó los ojos y le dio un golpe en el hombro, aunque yo diría que se lo diera más fuerte.
-Te va Camara, es tu turno de socializar-continúa la oji-verde mientras tomaba un trago de su bebida.
-¡Es Camila! Lo otro suena muy feo
-Yo te llamo como yo quiero, así que socializa
-Me llamo ¡CAMILA CABELLO!-enfatizó mí nombre pero ella seguía con su cara de orto-18 años, me gusta los plátanos, el elote, me considero un unicornio, mi mami y mi papi me quieren mucho y tengo una hermana menor que es una dulzura.
-Tu vida acaso es muy ¿dulce? Bah...eso me da diabetes-dijo Lauren.-Por cierto, que bueno que te guste el pene.
-¿Cuándo dije eso?
-Te gusta el plátano.
-El plátano es una fruta, que tengas mierda en la cabeza no es mi problema-conteste un poco enojada, pero era obvio, ella no se iba a quedar callada. De sus labios empezaron a salir varios insultos hacia mi, pero, cuando sus palabras fueron expulsadas como dagas hacia mi corazón mire la bebida y en mi mente empezó a proyectar algún plan.
Por otro lado Dinah le decía que se callara y que mejor se disculpara, pero ella seguía hablando, ya no escuchaba sus palabras, no le preste atención así que mejor tome la bebida y sin decir nada, quite la tapa y le aventé el raspado en la cara...
Su rostro quedo empapado de un color rojo y con olor a fresa. Las chicas abrieron la boca forman una "o" en sus labios, miraban sorprendidas la escena, estaba impactadas por la acción que había echo y eso me incluía, nunca había echo eso pero en verdad se lo merecía.
Ella se quitó la chamarra y la uso como un trapo para limpiarse la cara, aunque le había quedado pegajoso, con su mano quito los resto de la fruta que estaban en sus labios.
Sus pantalones también había quedado mojados, eso definitivamente iba a quedar marcado en mi vida y en la suya, ya que varias chicas vieron la escena y no podía resistir, dejaban salir unas risas muy fuertes.
-Camila, es una buena idea que corras-sugirió Dinah, así que sin pensarlo dos veces me levante de la silla y salí de la escena.
-¡Estás muerta Camila!-grito Lauren, pero decidí no mirar hacia atrás. Me topé con unos a los así que sin pensarlo dos veces me metí en dicho lugar.
Estaban solos por suerte, así que mejor para mayor seguridad me encerré en un cúbiculo, cerré la puerta y di un paso para atrás. Mi respiración estaba agitada, no sabía porque había echo eso, pero recordarlo me daba risa aunque sabía que iba a morir. Mi relación con Lauren no era muy buena, habíamos empezado con él pie izquierdo.
Se escuchaba un gran vacío, ya me había relajado, pero aún tenía miedo de salir. Qué tal si estaba afuera esperándome para darme una paliza o para hacerme quedar en vergüenza, no sabía que podía hacer, pero sabía que de cualquier forma se vengaría.
Escuche que alguien abría la puerta, unos pasos empezaron a hacerse más claros y más cercanos a mi.
-¡Camila!
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Infinity (Camren)
عاطفيةLa única manera de expresarle su amor era mediante una novela. Sus palabras eran suaves y lindas, mientras sus acciones le hacían daño. Camila al entrar a la universidad se obsesiona con una novela, cada palabra que leía hacia que se enamorara de la...