Capitulo 25 ||Michelle||

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Lauren POV
Para que todo quedara claro y Camila no tuviera ninguna pregunta sobre mi, decidí contarle mi historio o más bien contarle la historia de Michelle.
—Michelle era una niña que era diferente a las demás ¿por qué? Su posición económica era muy alta, sus padres eran empresarios muy exitosos y como era hija única ella podía pedir lo que quisiera con una sonrisa.
Su padre recibía el nombre de Arthur y el de su madre era Michelle, es por ello que esa pequeña niña se llamaba Michelle, se podía decir que era como una tradición, su abuela se llamaba Michelle, su bis-abuela se llamaba Michelle y así consecutivamente.
Ellos vivían en Zurich, Suiza y para decir verdad, a la pequeña Michelle le fascinaba aquel lugar, tenía todo a la alcance de la mano, tenía grandes vestidos que niñas envidiaban, tenía varios juguetes, tenía varias mascotas, en fin, tenía todo lo que una niña pequeña deseara solo que Michelle lo tenía diez veces.
Aunque sus padres fueran de trabajo nunca la dejaron abandonada, siempre estaba alado de mamá y papá, iba a las juntas, iba a congresos, etc. Le gustaba el trabajo de sus padres.
Un Navidad la pequeña niña recibió una gama de libros, muchos libros de princesas, tenía como cinco años y aunque pareciera raro, Michelle no sabía leer es por ello que su madre le regaló libros de princesas, gracias a ellos ella aprendió a leer.
Su vida fue feliz, cada mañana amanecía con un beso en la frente de su madre y cada noche su padre la abrazaba.
Trataba de mantener mi voz lo más firme posible, no quería que en mi garganta se formara un nudo y de que mis lagrimas empezarán a frotar. Así que detuve el relato y tótem aire.
—Tenias una vida muy tierna—dijo Camila mientas se acostaba en la cama a mi lado.
—Como dicen, la felicidad solo dura unos segundos—dicho eso continúe con el relato.
—Una noche, mientras Michelle fingía estar dormida pues estaba debajo de sus sabanas con una linterna en sus manos y un libro, escucho unos gritos que provenían de la sala. Tímidamente dejo a un lado las sabanas y con unos pasos muy silenciosos bajo a dónde provenían sus gritos.
Para resumir, la madre de Michelle iba a tener un hijo pero su padre dudaba que era de él, pensó ella era infiel y...—trate de decir esta parte lo más sería posible pero las lágrimas se apoderaron de mi rostro, caían sin cesar.
Decir como vio la muerte de su madre a manos de su padre es algo que nadie quisiera ver.
—¿Dónde la enterraron?—interrumpió Camila mientras miraba el piso.
—Según aquí en Zurich pero no sé en qué cementerio.—conteste.
—El padre de Michelle volvió a casarse con una mujer que tuviera por nombre Michelle, pero ella era mala con la niña, si se portaba mal recibía El saludo de mano que eran golpes en espalda y brazos... Cuando la pequeña niña alcanzó la edad de 16 años se escapó de casa pues ya no tenía sentido seguir viviendo en aquel infierno.
Hasta ese punto termine de contar el relato, me levante de la cama y tome el teléfono, tenía hambre así que llamé a la cocinera.
La cocinera se llamaba Steph, ella era buena persona conmigo así que sin temer le pedí que nos trajera dos malteadas de chocolate con fresa y unos bocadillos.
Pasaron unos minutos para que Steph llegara con lo que había ordenado.
—Tenga señorita Michelle—exclamó Steph con una dulce sonrisa mientras me entregaba una charola con la comida.
—Steph, sabes que mi nombre es ¡Lauren!—dije elevando un poco el tono, pero ella no pareció escucharme pues miro detrás de mí.—¿Quién es esa dulce chica? Señorita Lauren
Iba a decir que no le interesaba pero Camila reaccionó y abrió más la puerta para que Steph la viera.
—Camila Cabello—replicó mientras extendía su mano. Ambas se saludaron con una gran sonrisa.
—¿Es amiga de esta señorita?—pregunto Steph mientras me señalaba. Camila asintió con la cabeza varías veces, empezaron a reír y a susurrarse, rodé los ojos y dije "Adiós Steph" al decir eso cerré la puerta y puse la charola en la pequeña mesa.
Camila y yo empezamos a tomar de nuestras bebidas, ella seguía viendo los álbumes fotográficos, en cambio yo, estaba con mi celular.
—¿Dónde está el cementerio más cerca?—pregunto Camila interrumpiendo mi malteada.
—A unas cuadras, no está muy lejos
Al decir eso, Camila sorbió de su malteada y la dejo a un lado.—Deja tu bebida
—¿Qué?—pregunte un poco extrañada.
Camila de un brinco se levanto, con una sonrisa me quito la bebida de mis manos y sin decir nada me tomo de la mano.
—¡Aguarda!—grite pero ella solo sonreía y reía, bajamos las escaleras corríendo y salimos de mi casa. Corrimos algunas fallas hasta que por fin me pude desatar de su mano.
—¡Camila! ¿¡A donde me llevas!?—grite a mitad de calle mientras sobaba mi mano.
Ella no se quejó ni nada, solo sonrió y se acercó a mí lentamente. Ambas solas en la vereda de la calle, el sol se estaba poniendo y los últimos rayos de sol pegaban en nuestras mejillas mientras un leve aire chocaba sobre nosotras.
No sé porque en aquel instante todo lo que parecía estar a nuestro alrededor se detenía, tal vez era porque tenía aquellos labios tan ligeros con un tono rosado a unos centímetros de los míos.

N/A
Hola! Perdón por si hay alguna falta de ortografía o algo mal redactado.
Perdón por tardar tanto en actualizar
L@s amo!

Infinity (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora