DIFFERENT LOVES (#Wattys2015 )

26. NADA MÁS QUE TÚ

Narra NOÉ.

Estamos a Lunes este fin de semana ha sido horrible escuchar a Carlota tan apagada me causa dolor, necesito abrazarla, sentirla... Rígido, tenso, y con las manos metidas en los bolsillos camino a paso ligero, pasando desapercibido entre el gentío y el tremendo frío que empieza a nacer en Alemania, por más que he meditado mi destino, siempre encuentro la misma respuesta, estar junto a ella, por lo que mi decisión está tomada y es irrelevante. Aparco mis pensamientos y entro atropelladamente en aquel alto edificio, rumbo a hablar con el jefe de dirección de mi departamento de investigación.

-¡Buenos días! Saludo a la secretaria que hay justo en frente del despacho donde me dirijo, como si fuera una persona soez paso por su lado, y apresuro mi paso cuando la veo salir disparada detrás de mí, -¡Perdona, disculpa, no puedes entrar ahí!- Escucho cerrando la puerta en su cara.

Respiro acelerado por mi nerviosismo, por la maratón que me acabo de dar en dos metros o por la mirada asesina que estoy recibiendo del hombre que está tras su escritorio, su presencia y el movimiento de su mano junto al chasquido de sus uñas que emiten al golpear en la mesa me impone y me causa temor a la respuesta que quiero recibir, quise venir como las personas educadas con una cita, pero su agenda esta tan ocupada que me la daban para dos meses más tarde ¡Imposible para mí paciencia!; mientras él sigue liado en su conversación al teléfono, yo me quedo parado en una esquina como un perro acobardado, esperando que me dé permiso para sentarme, pero mi estado de ansiedad va en aumento, restriego agitadamente mis manos por mis jeans noto como gotean del sudor, cruzo y descruzo mis brazos mil veces, acaricio mi mentón, y peino mi pelo al estilo Danny Zuko hasta que la puerta se abre y me quedo estático, es la secretaria, seguro que ha entrado a ver si estoy vivo, o para matarme ella misma, el señor la observa, y arquea sus cejas con cara de desprecio, no sé si lo hace por por la chica o por mí, yo solo sé que me siento ridículo aquí dentro,- Este se despide de su interlocutor y corta su llamada, y vuelve a mirarla, intimidándola por su severidad hace que ella tartamudee cuando habla.

-Aquí le dejo la documentación que me pidió, consigue decir la chica, que sigue ahí parada seguramente esperando como yo un simple gracias, pero el muy imbécil sigue callado pasando de nosotros o preparando su ataque, ¡Será prepotente! Ella se da la vuelta y empieza a caminar hacia la puerta, con la cabeza cabizbaja y sonrojada.

-Claudia- La llama con voz ronca ¿Por qué no me avisaste que tendría hoy una visita, de esta persona tan atrevida e insensata?

-Señor Adolfo yo...

-Ella no tiene la culpa -interfiero, ¡Intentó pararme! Pero no lo consiguió- digo rudo, el muy idiota me está poniendo la sangre hirviendo, si hay algo que odie más en esta vida, es que alguien se crea el ombligo del mundo y trate mal a una mujer. Haciendo un gesto con la mano, señala la puerta echando a Claudia del despacho sin pronunciar ni una palabra.

-¡Vamos no tengo todo el día! ¿Qué quieres?-Espeta el que ahora sé que se llama Adolfo.

Mi lengua se mueve pero no consigo que salga ni un fonema, -¡Yo...! La situación me ha puesto demasiado tenso, me ha intimidado, cojo aire a la vez que me quedo contemplando una fotografía en la que veo una adolescente y la que supongo que será su señora pues el señor Adolfo la tiene cogida por su cintura, la foto me trae a Carlota a la mente y hace que mis de mis labios se muevan soltando palabras sin cesar, las cuales se oyen de una forma clara y concisa.

-¡Quiero pedir mi traslado a Madrid! Desde allí me ocuparé de seguir con la investigación.-Digo alto, claro.

Su risa sarcástica me pone los pelos de punta, me está tratando como un niño, como a su secretaria... Aprieto mi puño y veo como todos mis nudillos se blanquean por la fuerza ¡Calma NOÉ! Me reprendo.