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Sollozos se oían en la iglesia en la que velaban el cuerpo de la abuela de Lauren.

Camila abrazaba a Lauren que lloraba sin poder respirar bien, muchas lágrimas salían al mismo tiempo de sus ojos,  Camila también lo hacía.

La gente hablaba de el, entonces ya, cadáver como si hubiese sido la mejor humana que existió, como siempre.

Terminado el funeral y retirada la gente del lugar Camila decidió hacer su primera visita.

─Hola ─saludó─. Sé que quizás estas comenzando la mudanza y estoy estorbando pero quiero decirte que vendré a contarte de Lauren cada vez que pueda y la cuidaré... así que..., adiós. ─susurró.

Lauren la esperaba en la puerta de el cementerio, siendo abrazada por su madre.

─Volví. ─avisó recuperando el aliento.

─Vámonos ─dijo Lauren, sin siquiera preguntar qué hacia. Volteó hacia su familia─. Iré con Camila a otro lugar, no me esperen despiertos porque no creo que duerma en casa. ─su padre asintió y besó su frente, su amiga la miraba confundida.

Estaban solas en el taxi acompañas de un silencio que sólo era interrumpido por el sonido de los motores, la mayor de las adolescentes le había dado una dirección desconocida para la menor.

─Estoy más que comprometida a ser feliz, y comenzaremos haciendo esto. ─confesaba Lauren cuando el taxi las dejó justo afuera de una tienda.

Una tienda de tatuajes.

─¿Lo harás? ─ella asintió en respuesta, ganándose un chillido de emoción de Camila─ Entremos, entonces, Lolo.

Lauren ese día no había hablado mucho, se dirigía a su amiga por su nombre correcto y no por su adorable apodo, pues la despedida de la persona que ella más admiró no era fácil.

─Bienvenidas chicas, ¿qué buscan acá? ─saludó un ya adulto con grandes perforaciones y un par de tatuajes visibles.

─Me vengo a tatuar. ─entrecerró los ojos.

─¿Podría ver tu cédula para asegurarme? ─al verla sonrió levemente y asintió. Lauren volteó y vio a su amiga que veía entretenidamente el tatuaje de alguien más─ ¿Sabes lo que quieres hacerte o...?

─Sé lo que quiero, pero no dónde.

─Espero que no sea el nombre de tu novio, eh. ─jugó.

─No, de hecho, es una libélula.

─Ya las he hecho, en la nuca quedan perfectas.

─¡Camz! ─la llamada fue enseguida con una gran sonrisa─ ¿Qué te parece una libélula en la nuca?

─¿Tienen el boceto?

─No, pero lo podemos hacer. ─solucionó él.

─Pues veamos.

El tatuador las guió hasta un mesón dónde comenzó a hacer rayas que para Camila eran basura, pero Lauren asentía frenéticamente. Una vez finalizado, la menor observó cómo su amiga tenía un brillo inigualable y una sonrisa leve se asomó.

─Oh, definitivamente me lo haré.

─Entonces sígueme.

Una vez acomodada en su silla Lauren se tomó el pelo, el tatuador pasó la máquina para que ningún cabello esté en el lugar.

─¿Con anestesia?

─¿Podemos intentar sin?

─Si, podemos.

Puso delicadamente sus guantes en su mano, preparó las agujas, las tintas y se dispuso a seguir el que era sólo un boceto. Apenas sintió el primer pinchazo soltó un chillido y tomó la mano de Camila con fuerza, lo cuál la hizo reir.

─Sigue, aún estoy viva.

Siete minutos después Lauren se rindió.

─Sonríe, Lauren. ─Camila tomó la foto y la vio, ¿quién sale bien en la primera foto?

─Camz, ¿te das cuenta de que no tenemos fotos juntas? ─la menor asintió.

─Luego nos sacaremos una, Lolo ─suspiró y observaba las agujas─. ¿Puedo saber que significa tu tatuaje?

─Mi abuela decía que las libélulas mantenían la felicidad. La felicidad necesita energía y un insecto volador tiene de sobra, aparte es medio dragon(*) ¿no? Osea, también significa fortaleza o algo así...

─Tu abuela sabía mucho. Los minutos que estuve con ella me dio muchos más a entender sobre la vida que alguna biblia o maestro de ciencias.

─Ella era realmente buena con las palabras... ─suspiró con tristeza.

Más tarde ambas salían y se dirigían a la casa de Camila.

─Sofía Isabel, ¿qué hiciste? ─escucharon la voz firme de el padre de Camila desde afuera. Ambas rieron. Entraron a casa y observaron a la pequeña completamente de verde.

─¡Sofía, espero y confío en que esa no sea la pintura de mi cuarto! ─gritó su hermana aguantando la risa.

─Tenía un empaque bonito...

─Tú le diras a Dinah, eso era de ella.

─¡¿Dinah?! Porfavor, Kaki, ella me hará sufrir, dile tú.

─Lo siento, pero tú lo hiciste y tienes que aceptar las consecuencias...

─¡Lauren, que linda estás hoy! ─dijo Sofi, abrazándola y manchándola en el acto─ ¿Le dices tú a Dinah? Ahora estás tan sucia como yo, eres mi cómplice.

─Sofía... ─gruñó su hermana─ Lauren, ve a mi habitación y saca cualquier camiseta.

Su amiga asintió y hizo lo que la otra dijo.

[ Camila - Dinah - 19 : 04 ] Sofi tiene tu pintura en su cuerpo no preguntes mas.

[ Dinah - Camila - 19 : 11 ] me devolveran cada billete.

─¿Y Sofi? ─preguntó Lauren, con un sweater azul y una cola en el cabello.

─Se fue a bañar.

Esperaron a la pequeña para cenar, esta llegó con muchas preguntas, como después de cada baño

─¿Si Dios es bueno porque castiga a la gente por el error que dos personas cometieron?

Silencio.

─¿Qué lugar del mundo es más importante: Los Ángeles o Ghana? ─miraba un atlas.

─Los ─intentó reslonder la madre de Camila. Lauren se adelantó.

─Ghana. ─todas la miraron raro─ ¿Qué? Los Ángeles es una ciudad de trabajo; Ghana saca la humanidad de la gente, la empatía y solidaridad; la poca humanidad que queda.

Camila sonrió.

(*) libélula en inglés es «dragonfly», y lo demás se explica solo.

¿Alguna frase que se les haya guardado, de esta fic? Sin ignorar.

Escrito por:
@Falaguliwonga
#FelicidadCamren

Felicidad | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora