Narra ____
Camino porque sé que debo huir, más no estoy segura de hacerlo. James lo es todo en mi vida, más sin embargo ahora me doy cuenta de que yo sólo fuí un polvo para él.
Duele saber que la persona que amas solo te ve más que como un simple juguete sexual, es cómo una daga en el corazón que se va enterrando de a poco a poco.°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Estoy afuera de la casa de mi tía en Londres, muy lejos de mi hogar. Lejos de la persona que alegraba mis dias. Hago esto por que sé que es lo correcto, más no porque quiera.
Tóco la puerta y enseguida sale mi tía Zóe por ella con una enorme sonrisa.
-¡____ mirate! Estas hermosa, porfavor pasa.- Se hace a un lado y entro, en cuanto entro me abraza cariñozamente y le correspondo.-Debes estar muy cansada por el viaje, ah sido largo, ¿quieres comer? O ¿talvez dormir? Dime princesa.-
Me sonría y le devuelvo la sonrisa, mi tía Zóe siempre fué como una madre. Ella me cuidaba de pequeña y me daba el amor que necesitaba. Aunque cuando crecí, ella se mudó a Londres y tenía años sin verla.
-Estoy un poco cansada, no tengo hambre. Prefiero dormir un poco.
-Claro, sube cariño. Siéntete como en tu casa. Desde ahora, esta es tú casa.
Esa última frase me hisó pensar que estaría ahí durante un buen tiempo, mi tía sabía el motivo de mi visita y me apoyaba, estaba claro que no me dejaría volver a casa, con James. Sonreí y pregunté por mi habitación, me dijo que tomará la que más me gustará, mi tía era de dinero y su casa era enorme.
Me decidí por la habitación de la esquina, era bonita y tenía una ventana que daba al hermoso jardín.
Me acosté en la cama y comenzé a llorar en silencio. No había llorado desde que dejé a James y ahora ya no pude más.°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Narra James.
-Señor ya vamos a cerrar, lamentó desirle que tiene que salir del lugar porfavor.
Me dijo un jóven como con precausión, como temiendo que le hiciera algo. Estaba en un bar, tenía un buen tiempo aquí y no paraba de tomar, ni siquiera recuerdo porque estoy aquí. ¿Acaso importa?
-Miireeee.hip...reeee....y-yoooo mee...eee...vooooy hip cuando yoo loo quie..ee..ra...hip.-El jóven le hisó una seña a un señor que tenía el cuerpo de un tamal, me le quedé viendo y ladee la cabeza, ¿un humano con cuerpo de tamal? ¿eso se podía?.
-Señor debe salir. No me obligue a sacarlo.
-Vaaale...Valeee....meee-eee hip voy...peroo digameee hip algo. ¿cómooo hip entróooo?
Él me tomó de un brazo y me arrastró afuera del bar. Una vez afuera me tiró y se metió al bar. Afuera hacía un frío de la miérda y yo no traía chaqueta. Ni siquiera podía caminar bien y no encontraba las llaves de mi coche.
A lo lejos vi unos 5 hombres que se acercaban a mi con paso decidido.
Por instinto empezé a medio caminar al lado contrario. Seguro querían mi cartera. Ellos empezarón a acelerar el paso y yo igual, intenté correr hacía la avenida, era difícil, mi cuerpo no estaba en condiciones. No podía moverme rápido. De repente una luz casi me deja ciego. Después un sónido de un auto tratando de parar. Un claxón. Después sentí como aventaban mi cuerpo y un dolor inménso. Giré y giré, y después me encontraba cayendo, después todo se volvió negro.°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Narra Zóe.
Sabía que venía cansada. Su casa estaba lejos. Cuando su padre me pidió que la alojará aquí accedí inmediatamente. A ella siempre la ví como una hija. Traté de que no le faltará su madre. Cuando me enteré del problema que tenía con su novio supe que debíamos separlos inmediatamente.
Pase a verla a su cuarto. Estaba dormida y ni siquiera se había puesto la pijama. Tenía la misma ropa. Debió haber estado muy cansada. Noté que estuvo llorando, tenía húmedas las mejillas. La arropé y le besé la cabeza y salí del cuarto, no sin antes tomar su celular. No quería que hablará con él y se arrepintiera.