2 semanas. 2 semanas sin una sola palabra de Peeta, ni una mirada, gesto, nada.
Ese día tiró la carta al suelo y se fue sin más, no sé porqué fue, ocurrió tan rápido y me sentí tan vacía de repente. Quería echarle toda la culpa a Gale pero no podía...simplemente no podía, algo, no tengo ni la menor idea que, hacía que fuera imposible poder odiarlo, hacía que fuera imposible dejar de querer a esa persona que me apoyo en mis momentos más difíciles y me quiso como era.
Tal ves debería viajar, salir de esta casa, de este condenado distrito en donde he vivido más desgracias que alegrías, momentos que podría remplazar lejos de este lugar, pero la pregunta es ¿A donde ir? Tal ves podría decirle a Effie que me lleve a un recorrido por los distritos ya que ella no se ha podido quedar en solo uno mucho tiempo, dice que en alguno habrá algo que la haga quedarse ahí y no querer irse de nuevo solo que aún no lo encuentra, no encuentra ese no sé que al que llamaría hogar.
Si...creo que viajar sería lo mejor. Alejarme de todo, no puedo soportar más la indiferencia de Peeta y la curiosidad de esa condenada carta de Gale. Cuando Peeta la tiró al piso el último día que escuche su voz pensé en quemarla por alejarme de una de las pocas personas que se preocupan por mí sin importar lo insoportable o cabeza dura que llego a ser a veces.
Pero no lo iba a hacer...tampoco podía deshacerme de lo último que me quedaba de mi mejor amigo. No puedo creer lo débil que puedo llegar a ser algunas veces.
***
《Maldita ardilla》-pensé-《Maldita puntería》
Llevaba ya 1 hora tratando de darle a una ardilla pero en ese momento mi puntería no era mi mejor amiga.
Decidí salir al bosque para no estresarme pero...encontré más estrés en el bosque de lo que pensé. Escuché en ruido, la ardilla se había movido. Sonreí. Ahora está más cerca de mi alcanze, apunté con el arco y flecha.
《Puntería: No me falles ahora》
Solté torpemente la flecha que aterrizó a 2 centimetros de mi objetivo provocando que la ardilla huyera. Con rabia tiré el arco y las flechas al pasto.
-¡Mierda!-grité con toda la furia que tenía acumulada.
De paso dí otro grito porque al hacer tantos movimientos bruscos mi abdomen comenzó a sufrir. Me senté en una roca porque sabía que si no me tranquilizaba haría algo peor y porque el dolor del abdomen era desgarrador, me quedé ahí un rato, hasta que comenzé a sentir que el dolor disminuía hasta que se hacía nulo.
Escuché otro ruido y esta vez era un conejo, cojí nuevamente(y a regañadientes) el arco y flecha y apunte sigilosamente.
《Tú puedes Katniss》-me alenté a mi misma.
Solté la flecha que afortunadamente le dió a mi objetivo. Sonreí y fui por mi presa, usualmente consigo a 5 animales mínimo en un día en un día de caza, pero estaba tan estresada y cansada que me conforme con el simple conejo. Me senté en la roca nuevamente y comenzé a sacarle la piel, hecho esto lo metí en mi saco y lo llevé a casa.
***
La saliva hizo que me despertara, me había quedado dormida en la cocina, exactamente apoyada en la puerta del refrigerador.
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Katniss y Peeta-Te necesito
RomanceKatniss y Peeta han pasado por una terrible guerra llena de muerte, lágrimas y sobretodo dolor, despues de haber pasado esta horrible fase Katniss se hunde en una depresión que solo Peeta puede curar con ese amor que le ha tenido desde que vió por p...