Laura conectó sus cascos en el dispositivo y puso su canción favorita. Era una canción protesta de los 60 que le había enseñado su abuela y había quedado completamente enamorada. Hablaba de la injusticia del mundo y las desigualdades. Cosas de las que Laura no dejaba de quejarse y lamentarse. Vislumbró a lo lejos la entrada del instituto. Se puso la mochila a un hombro y se levantó de su asiento. Las 8 en punto. Había perdido las primeras dos horas de clase. Física y literatura. A ésta ultima no le daba importancia ya que la profesora no se enteraba de mucho. Sin embargo la de física la tenia bien fichada. Entró rápidamente y sin atender a las preguntas del conserje. Abrió la puerta con la rabia que la caracterizaba y anduvo con paso decidido hasta la clase que le tocaba ahora. Historia. Gran peñazo. Entró en el aula y vio como todas las miradas se dirigían hacia ella. Todas esas odiosas miradas. No soportaba a sus compañeros, ni a sus dramas ni sus historias. Andaba siempre sola y algunos decían que parecía que iba buscando compañía en el suelo. De no haber sido por su mejor amiga Carla, que iba a la clase de al lado, Laura se hubiese sentido de lo más sola. Pero Carla siempre tenia cosas que hacer y esto hacia que Laura siempre fuera sola.
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Encontrando un sentido
Teen FictionLaura es una adolescente de la Barcelona actual. Siente que su vida no tiene sentido, camina sin ganas, no disfruta la vida, no ve la luz, hasta que un día, mágicamente, aparecen en sus días una pareja muy especial y un chico que le hará replantea...