Él lo miró fijo a los ojos. Sabía que a Niall le impresionaba la sangre. Y no quería hacerlo pasar por aquello. Pero vio la firmeza en sus ojos y sabía que no iba a aceptar que él se negara.
-Está bien -suspiró y se apoyó contra una pequeña montaña de paja.
-¿Vas a decirme cuando tengo que detenerme? -le preguntó con miedo.
-Si -asintió algo débil. Comenzaba a sentirse mareado y lugar de la mordida le ardía como mil demonios.
Niall respiró profundamente y se arrodilló a su lado. Contó mentalmente hasta diez para calmarse. Él solo tenía que succionar y escupir, nada más. Se inclinó sobre su hombro y sus labios hicieron el primer contacto con la sangre de la herida. El sabor metálico le tocó la lengua. Él retuvo una arcada y posicionó sus labios bien. Comenzó con la succión. Cuando un poco de sangre llenó su boca, se alejó y escupió. Tosió un poco y volvió a acercarse a Harry.
-Niall-murmuró Harry -No tienes que hacer esto...
Él volvió a escupir.
-Cállate la boca -le pidió -Claro que tengo que hacerlo.
Volvió a repetir la acción una y otra vez. De vez en cuando observaba a Harry y él mantenía sus ojos cerrados y una leve mueca de dolor. Su boca estaba repleta de aquel extraño y algo salado sabor. Tenía ganas de vomitar, pero se las aguantó. Escupió una última vez y lo miró.
-¿Debo seguir, Harry? -le preguntó preocupado.
Por así decirlo ya se le había ido un poco el asco. Pero no quería dejarlo sin sangre.
-Solo una vez más -musitó él.
Niall asintió y repitió la acción por última vez. Luego se puso de pie y fue por un poco de agua para enjuagarse la boca. Rápidamente volvió a su lado y le acercó la botella a los labios. Él estaba con los ojos cerrados y abrió la boca levemente para recibir el líquido. Se ahogó un poco y comenzó a toser. Niall dejó la botella a un lado y tomó su rostro. Harry abrió los ojos para mirarlo. Había tanta preocupación en sus ojos.
-¿Estás bien? -le preguntó. Él sonrió débilmente.
-Gracias -murmuró. Niall lo acarició y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-No, lindo, gracias a ti. Esa mordida debió ser mía, no tuya.
-Enano, te dije que no iba a dejar que nada te pasara.
Volvió a cerrar los ojos al sentirse tan cansado.
-Ya vienen por nosotros, ¿si? -le volvió a acariciar el rostro. Él hizo el esfuerzo de mirarlo. Pero realmente comenzaba a sentirse mal. Pero por suerte Niall había actuado rápido y estaba seguro de que su cuerpo ya no tenía tanto del veneno que la serpiente le había proporcionado. Pero un poco del veneno que ya había actuado en su cuerpo, estaba haciendo efecto. De repente comenzó a sentir que su estomago se contraía y un terrible mareo lo atacó. Cerró los ojos fuertemente para soportar el malestar.
Niall se puso de pie y buscó su celular. Ellos ya debían estar allí por ellos. Entonces escuchó el sonido de un auto y salió para ver. Su padre y Liam bajaban del auto. Él corrió hacia ellos.
-¡Gracias a dios que ya están aquí! Harry no está bien -sus lágrimas se hicieron más presentes. Estaba tan asustado -Lo mordió una serpiente.
-¿Qué? -preguntó Liam espantado y corrió hacia el establo en busca de su primo.
Ingresó y lo vio acostado contra una pared de paja. Se acercó rápidamente a él. El ruludo abrió los ojos para mirarlo.
-Liam...
-Shhh, tranquilo -le dijo él y se acercó a un mas. Vio los dos agujeritos profundos que estaban sobre su hombro -Vamos, hermano, salgamos de aquí...
Colocó un brazo debajo del hombro sano y lo paró. Harry sentía las piernas pesadas y dormidas, pero hizo todo el esfuerzo para caminar.
-Niall ha... ha sacado el veneno.
-Bien -asintió Liam -Ahora solo tenemos que desinfectar eso y que te vea el doctor...
Bobby ingresó al establo y se acercó a ellos.
-Por dios, hijo -dijo preocupado -¿Cómo fue que pasó?
-Iba a morderme a mi -dijo Niall entrando -Pero Harry lo impidió y lo mordió a él.
Harry lo miró y vio en sus ojos las lágrimas que luchaban por salir.
-No llores, por favor -susurró.
Y entonces la primera lágrima cayó por su mejilla.
-Tranquilo, Niall-le dijo Bobby -Harry va a estar bien...
Él asintió y entre los tres lo llevaron hacia el auto. Niall se sentó atrás y Liam metió a Harry a su lado. El castaño no podía mantenerse sentado así que lentamente fue acostándose hasta apoyar la cabeza sobre el regazo de Niall. Él acarició sus cabellos. Harry abrió los ojos y lo miró. Ambos sintieron como el auto comenzaba a ponerse en marcha.
-No quiero que llores -le dijo con voz débil.
-Lo siento -murmuró él -Pero no puedo evitarlo -se le aguaron los ojos -Todo es mi culpa.
-No, no -susurró -No digas eso...
Él volvió a acariciarlo. Se le hacía tan familiar tocarlo. Darle consuelo de aquella manera tan simple. Harry volvió a cerrar los ojos. Solo quería dormir.
-¡No le dimos las gracias al señor Mcadams! -dijo Niall recordándolo. Bobby lo miró a través del espejo retrovisor.
-Tranquilo, cariño, luego se las das -le dijo.
-¡Y nuestras cosas quedaron ahí! -exclamó.
-Yo vendré por ellas luego -le aseguró Liam -Tranquilo.
Él asintió y volvió la vista al ruludo. Al parecer se había quedado dormido, se inclinó un poco para escuchar si respiraba. Si, su respiración estaba allí. Estaba tan preocupado por él, tan asustado. El auto se detuvo frente a la casa y Liam se bajó rápidamente.
-Harry -lo llamó Niall. Él ni se movió -Harry, ya llegamos.
Está vez abrió un poco los ojos. Eso lo calmó bastante. Él le sonrió como un bobo y Niall no pudo evitar reírse.
-Eres tan lindo-le dijo. Las mejillas de Niall se sonrojaron al instante. Tragó saliva y le acarició el pelo.
-Tú también lo eres -le aseguró.
La puerta del auto se abrió y Liam sacó a Harry con una facilidad terrible. Niall salió del otro lado y todos entraron a la casa. Anne se acercó a ellos y miró horrorizada a su hijo.
-¿Qué le pasó, dios mío? -preguntó.
-Lo mordió una bicha -le dijo Liam. Anne se cubrió la boca espantada y se acercó a su hijo para tocarle el rostro.
-Llévalo al cuarto, Liam -le pidió a su sobrino -Voy a llamar al doctor...
-No hace falta, Anne -dijo Bobby -Ya lo llamé yo y esta en camino.
-Gracias -dijo ella.
Llevaron a Harry a su cuarto y lo acostaron en la cama. Liam se encargó de limpiarle la herida. Niall estaba parado fuera de la habitación. Mattie llegó corriendo hacia donde él estaba.
-Sweetness, ¿Qué pasó? -le preguntó y lo abrazó.
Al instante él se echó a llorar en los brazos de su mejor amigo. Se sentía tan culpable por todo lo que estaba pasando. El doctor llegó y Anne lo llevó hasta la habitación. Niall y Matt observaron como él ingresaba y sacaba a todo el mundo de allí adentro. Él soltó un suspiro y miró a Matt.
-A Harry lo picó una serpiente.
-Oh my god -dijo sin poder creerlo -Eso es horrible.
-Me muero si le pasa algo, Matt, me muero -aseguró él.
Matt volvió a abrazarlo y le acarició la espalda.
-Nada va a pasarle a tu galán, darling -le aseguró -Él es fuerte.
Niall solo asintió y se quedó junto a él. No iba a irse de esa puerta hasta que el doctor saliera. Luego de unos interminables minutos al fin salió. Todos se acercaron a él.
-¿Cómo está mi hijo? -le preguntó Anne.
-Él esta bien -sonrió el doctor -Solo tiene mareos, pero es normal... tiene un poco de veneno, pero la gran parte ha sido extraída a tiempo. La persona que lo hizo, lo hizo muy bien.
Todos miraron a Niall . Él no supo que decir y solo pudo sonreír nerviosamente.
-¿Puedo pasar a verlo? -preguntó él.
-En este momento esta sedado y le dejé un par de medicamentos que tiene que tomar por una semana. Lo más probable es que levante fiebre en estas primeras 48 horas. Pero si puede entrar a verlo.
Niall iba a entrar pero se giró a mirar a Anne.
-¿No quieres entrar tú, Anne? -le preguntó. La mujer le sonrió dulcemente.
-No, cielo, ve tú.
-¿Segura? -inquirió.
-No hay nada mejor para Harry, que su dulce Niall -le dijo.
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Wild Horses {Narry} {Niall Horan y Harry Styles} [TERMINADA]
RomansaEs sólo una adaptación. Espero que les guste porque enserio es una de las novelas más adorables que he leído. Disfruten de la lectura. Todos los derechos a la autora.