Castigados

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No hay mal que por bien no venga. En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira. La relación entre el Yin y el Yang. Esos son los mantras que ayudan a estos cuatro ninjas a mantenerse centrados y honestos consigo mismos, de modo que aunque lo que hagan pueda considerarse incorrecto, para ellos, fue considerado algo justo y necesario. Si bien se escaparon de noche a comprar pizza, de no haberlo hecho, esos delincuentes le hubiesen hecho daño a una chica inocente. Ya fuese la suerte, la casualidad o el destino, el hecho de desobedecer y actuar a espaldas de su sensei era imperdonable.

Yoshi: Alumnos –comienza su sermón, dirigiéndose a los pupilos de su dojo- La disciplina es algo sumamente importante en el perfil de todo karateca, esencialmente en todo individuo que se dedique a las artes marciales. Sin disciplina, nada nos garantiza el éxito de lo que queramos hacer. Sin disciplina, es posible que tomemos las decisiones equivocadas, o en su defecto, la vida tomará las decisiones en lugar de nosotros. Tomen como ejemplo a –señala a sus hijos, quienes están parados en columna frente a la clase, junto a él- mis IRRESPONSABLES E INDISCIPLINADOS HIJOS!

Mikey: Fue hace 2 días, que lo supere –queja a sus hermanos en voz baja, los estudiantes del dojo clavaron al instante la mirada en ellos-

Yoshi: 黙れ! (/¡Cállate!/) –le ordena golpeándole la pierna con su bastón- Ellos pensaron que era una buena idea desobedecerme y escaparse a mitad de la noche para ir por –retuerce su cara en una mueca de indignación- una pi-za

Mikey: Se pronuncia pizza –para que no lo golpearan de nuevo, su hermano Don le tapó la boca con la mano-

Yoshi: Creyeron que yo no me iba dar cuenta, pero lo que se hace en la oscuridad siempre sale a la luz. Ahora ellos sufren las consecuencias de ser indisciplinados. ¡Leonardo! –Lo llama y este da un paso al frente- Cuéntale a los alumnos, ¿Por qué recaen sobre ustedes estas consecuencias?

Leo: Porque no pedimos su permiso, no le notificamos lo que íbamos a hacer y traicionamos su confianza. Como hermano mayor y líder de este equipo acepto la responsabilidad.

Yoshi: Es bueno escuchar eso, Leonardo. Aceptar y hacerte responsable de tus errores es un signo de madurez. –halaga, provocando una sonrisa en sus hijos. Al parecer el mayor dijo exactamente lo que tenía que decir- Y ya que aceptan la responsabilidad, aceptaran continuar castigados. ¡Salgan del dojo! Ya saben qué hacer con lo que encontrarán allí.

En la entrada del dojo habían ocho baldes de agua, dos para cada chico. Al verlos sabían exactamente qué debían hacer, deben cargar un balde en cada mano con los brazos extendidos hasta que finalice la clase. Están acostumbrados a este castigo, pero nunca deja de ser doloroso. Antes de mudarse realizaban este castigo de igual forma, en las puertas de su dojo, pero este estaba tan oculto y alejado que prácticamente nadie los veía. En cambio aquí están en una avenida transitada, la gente desde los autos y los peatones pueden verlos fácilmente. Con un balde en cada mano, los jóvenes comenzaban su larga y dolorosa penitencia.

Raph: Como si la paliza que nos dio esa noche al llegar no hubiese sido suficiente

Mikey: Oigan, parados aquí afuera con los baldes parecemos maniquíes en una vitrina –rie- cuando vean lo fuertes que somos atraeremos más estudiantes

Raph: Me alegra que te guste, cabeza de caparazón, ya que estamos castigados por tu culpa.

Mikey: ¡No fue culpa mía... –pausa un segundo para desviar la responsabilidad- que nos cacharan!

Raph: ¿De qué hablas? –Dirige la mirada irritada hacia él girando la cabeza-

Mikey: Fue idea de Leo entrar por la cocina ¡El sonido de abrir la ventana fue lo que despertó a papá!

New York NinjasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora