Algo de mi en ti

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La ira del sensei fue provocada nuevamente por sus hijos, el público no fue testigo de esto porque prefirió resolver el asunto en casa. Decisión no solo sabia y prudente, sino también ideal para torturar un poco la mente de sus hijos manteniéndolos a la expectativa de qué les depara el futuro. El ambiente tenso entre la familia se prolongó desde el inicio de la clase hasta el momento en que todos llegan a casa dejando los zapatos en la entrada.

Yoshi: Dejen sus cosas –ordena- y vayan a la sala de estar

Dicho esto se dirigió al punto de encuentro a esperarles, sus hijos obedecen demorando lo menos posible ya que cada segundo cuenta cuando su padre se enoja. Al dirigirse los cuatro al punto de reunión notaron que obviamente la mesilla del centro fue removida a un lado de la habitación para no estorbar, esta seña de su padre les dio otra orden programada en sus cerebros: siéntense sobre sus talones, viendo hacia mí.

Yoshi: ¿Qué debo hacer con ustedes? –Pregunta luego de suspirar relajando levemente su postura ante sus hijos, quienes por respeto no responden ni le miran a los ojos- Se volvieron inmunes a los baldes de agua, se volvieron sordos a mis sermones ¿Se les endureció aún más la piel también? –pregunta alzando la voz en lo que toma su bastón para golpear los hombros de los cuatros chicos frente a él- ¡¿Qué debo hacer?! ¡¿Qué harán para desviar la atención que han levantado?! ¡¿Qué vamos a hacer?! ¡Respóndeme, Leonardo!

Leo: ¿Yo? –Sorprendido, levanta la cabeza para buscar la mirada de su padre- ¿Por qué yo?

Yoshi: Eres responsable de ti y de tus hermanos, siempre lo has sido.

Leo: ¿Y eso significa que siempre va ser mi culpa aun cuando yo no tenga nada que ver? –dice comenzando a sobresaltarse, asombrando a sus hermanos quienes no se atreven a intervenir-

Yoshi: Las fallas del equipo siempre le conciernen al líder, cuando ellos fallan, tú fallas. Yo no tuve nada que ver cuando se escaparon a media noche. Yo no tuve nada que ver con sus videos, pero hice mi deber de líder advirtiéndoles. Al fallar tus hermanos, has fallado como líder. Al fallar tú, he fallado yo como padre ¿Entiendes por qué estoy tan decepcionado de ti?

Leo: ¡¿De mí?! –queja en total desagrado con las palabras fallar y decepción pues él no concibe que toda la culpa sea solo suya-

Mikey: Sensei –solicita temeroso tomar la palabra, contemplando aun con la mirada baja como el mayor de sus hermanos se llena de impotencia- el error lo cometimos todos, no culpe solo a Leo

Yoshi: Digan lo que digan la culpa es suya, Leonardo debe aprender cómo serán las cosas cuando sea líder del clan –dice posicionando más presión sobre su hijo mayor, quién se levanta del suelo sorprendiendo a su padre-

Leo: Esto es... ¡¡Esto es muy injusto!! –levanta la voz volviendo a bajar la mirada, estaba a un paso de demostrar rebeldía y debía controlarse-

Yoshi: Aun eres joven, hijo mío. Pronto entenderás que tengo razón en todo lo que digo –dice demostrando paternidad, a diferencia de la reacción que sus demás hijos esperaban ver de él- Quizás tampoco entiendas esto, pero estas castigado. Quiero que vengas directo a casa después de la escuela y te encierres a meditar.

Leo: ... ¿Por cuánto tiempo? –pregunta resignándose-

Yoshi: Hasta que comprendas la responsabilidad que tienes –Golpea el suelo con la punta de su bastón, indicando el fin de la reunión-

Leo: ¿Qué? ¡¿Y a ellos no los vas a castigar?! –Pregunta indignado al ver a sus hermanos levantándose del suelo-

Yoshi: Ellos se encargaran de solucionar este problema en tu ausencia, además, creí haber aclarado –detiene su andar para responderle- que ellos no tienen ninguna culpa.

New York NinjasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora