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Octavo Chocolate.
No puedo creer que al fin tuvimos una conversación por Facebook, es que no me la creo, ¿me creerías si te digo que no pude dormir el miércoles de lo sorprendido que estaba? Ufff, en serio, hasta mi mamá me pregunto que si ya me había declarado, bueno, es que ya ella es la única que sabe de ti y los snickers.
Aunque sólo haya sido para preguntar por mi padre, no importa, aun así conversamos; ¡por cierto! Mi papá viajará la otra semana ya que tu padre te mandara algo según me dijiste, 'mi papá es viajero y anda cargando cosas a las personas'.
¿Sabes? El viernes fui al hospital a hacerme un chequeo y al parecer me detectaron anemia, mi hemoglobina la ando super baja y creo que por eso me he sentido muy débil esta semana.
Acabo de llegar a la iglesia y esta tan vacía, al parecer aun no llegado así que me siento en la penúltima banca 'como siempre'. Hoy no he visto a Katherine y eso es un gran alivio en serio, en el transcurso de la semana no me la tope ni por las redes sociales ni en persona.
— ¿Esta ocupado? — ¿acaso será? Volteo a ver quien me habla y me encuentro contigo, me levanto de golpe de la banca y te sorprendes por ello. Atrás tuyo se encuentran Joshua y su amiga/novia/hermana 'bueno, es que no se quien es, lo siento'.
— Oh ho-hola, amm ehh... no, claro que no, siéntate, siéntense — me corrijo rápidamente y me muevo a un lado para que puedan pasar. Me vuelvo a sentar y claramente me siento un poco nervioso ya que estas al lado mio.
Después de unos incómodos 10 minutos 'esto de andar reloj de mano es muy bueno', justo cuando va a comenzar la misa me vuelves a hablar:
— Se me olvido darte las gracias — y mi mente se pone en alerta, puede ser que hables de... — por decirle a tu papá gracias por eso — dices en un susurro ya que la misa ha comenzado.
— Ahh... No hay problema — te sonrió y me siento aliviado, que susto.
Sin querer te he rozado el brazo y la mano unas 9 o 10 veces en lo que va de la hora 'si claro, accidentalmente, ni tu te la crees Ian'. Aun así no te ves incómoda, solo dejas tu mano intacta, sonrió levemente al poder ver un leve sonrojo tuyo.
El padre ha estado hablando sobre los problemas de parejas y la importancia de confiar en el otro. Si tú fueras mi pareja: te respetaría, no te engañaría por un polvo, no serias mi novia por unos días, serías mi novia oficial, la única; si tan solo yo te gustará como tú a mí.
Ahorita debemos tomarnos de las manos para rezar el padre nuestro, estoy sosteniendo tu mano mientras rezamos, tus manos son tan suaves. Siento que en lo que va de la misa no he puesto atención correctamente, tú eres mi distracción, pero una hermosa distracción.
— Amén — Decimos al unísono todos y nos sentamos. Tienes la mirada fija en mí, te volteo a ver y me doy cuenta que no te había soltado la mano, por lo cual tu te me ves con una sonrisa entre tímida e incómoda.
Vamos Ian piensa rápido, piensa rápido.
— No me había dado cuenta de lo suave que eres — ¡Dios! ¿Que estoy diciendo? Estoy igual de sorprendido que tú.
— Ahh, ¿si?.... Ya me lo habían dicho — susurras y me sonríes tiernamente. Te sonrió igual y volvemos nuestra vista al frente.
Mi niña linda, no sólo eres guapa, humilde y amigable, sino también muy divertida; una nueva faceta que te conozco.
— La paz este con ustedes — dice el padre y espero a ver si me la das a mi o a tus amigos primero, vaya sorpresa.
— La paz Ian — ¡Oh! A mi primero.
— La paz Barbara —
— La paz Joshua, la paz Sarai — que genial, a mi primero, aun no me la creo, 'bueno ¡ya! Superalo'.
Mientras estas hablando un poco con tus amigos, trato de meter el snicker en tu bolso que lo tienes en el suelo, un poco más, solo un poco, haz como que vas a atar tus zapatos 'genio andas zapatos de vestir' ¡Listo!
Me volteas a ver y te sonrió cálidamente y me respondes igual.
La misa ha llegado a su fin, espero verte el otro domingo como siempre, cuídate mi niña linda.
— Cuídate — nos decimos al mismo tiempo.
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Bueno, aquí les traigo el octavo chocolate xD, espero y les haya gustado... Ya saben que hacer cierto? (^_-) voten y comenten, si lo hacen Ian les regalará un snicker a cada uno.
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El Chico De Los Chocolates ©
RomantikIan Sandler se ha enamorado de Barbara Flint; y él para irse dando a conocer le comenzará a regalar la mayor debilidad de ella: Los Chocolates. "No sé cómo decirle a ella que es la niña más hermosa que mis ojos han visto, y no es tanto por su físico...