Sentí su sangre bajar por mi garganta, despertando mis sentidos, despertando todo mi ser y sentí un hambre que no había sentido antes, su sangre era tan dulce, su sabor hizo volar mi cordura, me hizo avariciosa por más, quería beber su sangre hasta sentirme saciada quería sentir el cálido fluido bajar por mi garganta hasta sentirme completamente llena de él, de Lucien.
Mi cabeza fue golpeada salvajemente contra la pared obligándome a soltar su mano, dejándome ligeramente aturdida y no pude procesar inmediatamente los ruidos que escuchaba, el sonido de los muebles haciendo pedazos, sentía que algo se deslizaba por mi nuca y me dolía, moviendo mi brazo toque mi nuca con mi mano y luego la observe, mi mano estaba llena de sangre, mi cráneo estaba probablemente roto, esperaba que no pero en mi situación un cráneo roto era una de mis menores preocupaciones
-hijo de puta! escuche gritar a alguien a quien no reconocía el cual, levanto la cama como si esta no pesara nada y la lanzo a través de la habitación contra Lucien la cual se destruyó al entrar en contacto con sus alas las cuales debido a su estado de desnudez vi claramente como nacían de su espalda, el extraño también tenía alas negras y se encontraba furioso
-mierda Michael, de verdad amaba esa cama dijo Lucien con una sonrisa burlona en su rostro, de repente la verdadera lucha comenzó, vi a Leviatán atravesar habitación velozmente y embistió al extraño rompiendo la puerta del balcón, segundos después escuche un fuerte ruido y más maldiciones. Una mano apareció frente a mi rostro y escuche la fuerte voz de Lucien
-vamos cariño, ni siquiera había notado que se había movido
-que fue eso, dije aterrada
-problemas de hermanos dijo obligándome a ponerme de pie-tenemos que irnos, Michael tiene muy mal humor, me jalo a través de la habitación tomando unos pantalones que se encontraban tirados en la habitación-agarra esos zapatos cariño dijo y señalo unos zapatos de vestir café oscuro, los cuales agarre rápidamente
-tus alas?
-no las necesito en este momento dijo colocándose el pantalón y los zapatos, bajamos las escaleras y apareció Alouqua y detuvo a Lucien
-espérame en la puerta cariño, no salgas
Cuando me acerque a la puerta esta voló en pedazos a menos de 50 centímetros de mi rostro y me envió volando a través de la habitación, apenas podía mantenerme despierta, era una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en mi vida. Un grupo entro a la casa a través de lo que quedaba de la entrada principal y todos tenían enormes alas de color negro al igual que su ropa y usando petos dorados, brillantes
-ahí está dijo uno de ellos caminando hacia mí, me encontraba en un estado de semi-conciencia
-que hacen en mi casa grito Lucien y vi como sus alas brotaban de su espalda desnuda
-debemos llevárnosla y a los sellos junto con ella
-y solo vinieron ustedes dijo en tono divertido
-no, los demás ya vienen y ni siquiera tú y tus amigos podrán con todos en ese instante entro Verrine una espectacular pelirroja de ojos azules a la cual había visto antes, solo que ahora vestía un jean oscuro al igual que su camisa y botas hasta la rodilla y traía consigo una gran espada la cual había visto en mis sueños, cuando soñé con mi bebe de ojos violeta y con Lucien
-gracias preciosa dijo dándole un beso en los labios-sáquenla de aquí ordeno a Alouqua y Verrine y en ese momento, empezó el pandemónium.
Los recién llegados se abalanzaron sobre Lucien y en mi dirección, en menos de un segundo Alouqua se encontraba frente a mi luchando, protegiéndome