Estar en casa con ben y Maia me tranquilazaba, me traía paz, en ocasiones hasta me permitía olvidar que me encontraba embarazada, lastimosamente Mika nunca me dejaba olvidarlo completamente.
6 semanas habían pasado desde que escapamos del campamento, por medio de una radio que river había encontrado en el ático escuchábamos las escasas noticias que eran transmitidas.
todos estábamos agradecidos de estar con vida ya que pestilencia ya había pasado por este estado trayendo destrucción y muerte a su paso, pero por alguna razón que no entendía estos dos niños eran los únicos sobrevivientes en prácticamente 10 estados a la redonda, ya que cada noche river salía a investigar, en busca de más personas, a pesar de su aspecto rudo, river tenía un corazón gigante y en las últimas semanas pude entender como una chica tan dulce como Mika se había enamorado de él.
todavía recuerdo los escalofríos que recorrieron mi cuerpo cuando Mika me contó su historia luego de haberme encontrado llorando mientras golpeaba mi vientre en un intento de sacar, de asesinar al bebe que estaba creciendo ahí.
Flashback
otra vez me desperté llorando, recordando lo que lucifer le hizo a mi cuerpo, me sentía sucia, desesperada porque lo peor fue que lo disfrute, el mal nacido preparó mi cuerpo porque según un recuerdo que tuve el me dijo que no podía quedar embarazada de él si no lo disfrutaba, algo del libre albedrío que solo tenemos los humanos o algo de eso. mi cuerpo debía estar listo y deseoso de su posesión y el había sido muy metódico al hacerlo, lamiendo mi cuerpo, centrado en mi clitoris hasta que le pedía, prácticamente rogaba que me poseyera. Por esa razón no pude parar las lágrimas que corrían por mis mejillas como lo había hecho incontables ocasiones en las pasadas semanas.
Salí corriendo de la habitación que hice mía semanas atrás cuando llegamos, con las manos cubriendo mi boca en un intento de silenciar los quejidos para no asustar a Maia ni a Ben, crei que tuve éxito cuando cerré la puerta del bunker donde se encontraban las provisiones y me arrodille derrotada dejando que los sollozos fueran liberados.
porque a mi, porque me tenia que pasar a mi pensaba mientras las lágrimas se derramaban, no supe que estaba golpeando mi vientre con mis puños cerrados hasta que sentí que alguien tomo mis manos con fuerza, alejandolas de mi vientre ligeramente hinchado y sacudiendome con fuerza.
-que crees que estas haciendo, estas loca- grito la persona que me sujetaba, causando que me agitara más, sacudiendome violentamente en un intento de liberarme para sacar al monstruo que crecía en mi vientre.
-calmate maldita sea, te vas hacer daño-dijo otra voz, no las reconocía en mi bruma casi psicótica hasta que sentí un dolor en mi mejilla, ahí los vi, Mika me había dado una bofetada en un intento de calmarme, lo que debo admitir, funciono. luego de unos minutos river soltó mis manos al ver que me había tranquilizado
-que mierda estas haciendo, vas a causarle daño a tu bebé-dijo Mika con la mirada desolada fija en mi
-Mika es lo que quiero, quiero este bebe fuera, quiero a este bebe muerto, quiero que todo vuelva a ser como antes-nuevas lágrimas corrían por mi mejillas por la desesperación, Mika me dio una mirada de decepción, recordaba lo que me dijo, recordaba su historia, pero Mika tenía mucho más que decir y como había notado durante nuestra convivencia era que, si Mika quería decirte algo, ella lo haría te gustara o no.
Y así lo hizo, tomándome de la mano me obligó a sentarme en las gradas y comenzo
-recuerdas que te dije que fui vendida por mis padres verdad, era prácticamente una niña cuando los malditos me vendieron para alimentar su vicio y creeme no fui la primera hija que vendieron.
El rostro de Mika palidecio, sus ojos se nublaron, perdieron el enfoque, su mente proyectando imágenes que no deberían ser recordadas, recuerdos que nunca debieron tener la mínima posibilidad de ser creados, de una niña que sufrió la traición de quienes se suponía que debían protegerla.
