Capitulo 4: Consuelo.

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Desperté e hice mi rutina diaria.

Al bajar para irme, saludo a los niños, los cuales ya estaban despiertos y a mi primo el cual no estaba con un muy buen humor.

Hoy había salido y estaba esperando a que Lucas pasará por mi.

No podría ir caminando porque no llegaría jamás, es muy lejos de mi casa.

Cuando Lucas llegó por mi, me subí a su hermoso auto negro.

Sus ojos dormidos y sus pelos alborotados fueron una señal de que aún estaba en su sueño.

-Despierta dormilón. Llegaremos tarde.-Dije riendo.

-Faltemos y déjame dormir.-Siguió.

-Vamos idiota.-Dije.

Lo saludé con un beso en la mejilla y de mala gana volvió a conducir camino a la escuela.

-Ja... Vienen el dúo dormir.-Habló Tomás, nuestro amigo y novio de Val.

-Ya cállate.-Sugerí.

-Lo que dijo la dama.-Habló Lucas.

El timbre toco y los tres caminamos hacia la clase de Biología.

Pero si algo me llamo la atención, fue el humor de Mercedes.

Le gritó al profesor, se alejó de sus amigas y estaba como si el mundo se viniera abajo.

Intenté no prestarle mucha atención, pero todos hablaban del humor de la princesa.

Era el chisme del día.

Las clases siguieron normales, hasta que finalizó el día.

Estaba caminando con Lucas hacia afuera, cuando la preseptora capta mi atención.

-Ven conmigo ______[ta].-Habló sería.

-_______{tn} debo irme...-Dijo Lucas mirando su hora.

-Esta bien, veré una forma de volver.-Sonreí.

Él asinrio y se fue.

-______{tn} queríamos hablar contigo porque tenemos un problema.
Generalmente es al revés. Pero todos tus profesores notaron algo este año.
En las clases estas muy ida, jamás prestas atención o participas.
Pero tus rendimientos en los exámenes son muy buenos.
No saben como es que en las clases pareces no estar y en las pruebas eres muy buena.-Habló.

-Entonces el problema es?-Pregunté.

-Voy a recomendarte la psicóloga de la escuela, ve a verla los lunes por la tarde y veremos como estas y así puedes charlar con ella.-Me pidió.

Yo asenti y me dejo libre.

Al estar afuera, no tenía quien me lleve, mis amigos ya se habían ido.

No tenía dinero para un taxi.

Busqué mi celular en mis bolsillos y recordé que lo había dejado en casa, cargando.

Mierda. No tengo como volver.

Luego de estar unos minutos pensando que hacer, veo a los ojos lindos abrir la puerta de su auto.

-Ben!-Grité y él miro... Y Mercedes también miro.

-Si?-Preguntó con una sonrisa.

-Verás... Soy algo idiota y no tengo quien me lleve y olvide mi celular en casa. ¿Podrías llevarme? Si no te molesta, por supuesto.-Pedí.

-Claro sube.-Dijo con una sonrisa, me subí en el asiento del copiloto y por la ventana vi a Mercedes hacer un gran escándalo.

-Creo que le molesta que me lleves...-Dije riendo.

"Te amo incluso cuando Te odio" (Ross Lynch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora