Uno.

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El sol comenzó a caer por el valle que rodeaba el pueblo de Endfalls mientras que Coldplay sonaba en el interior de "Jackson" el coche de mi padre.

Tener que volver a comenzar una nueva vida no era algo que me hiciera mucha ilusión.Mi abuela había muerto unas semanas atrás pero a decir verdad ninguno nos hacíamos a la idea todavía. Desde entonces mi padre había decidido que nos mudaramos a Endfalls para intentar recuperarnos un poco de la pérdida.

Mi hermano pequeño dormía placidamente con la cabeza pegada a la puerta mientras que yo observaba el buzón de mensajes de mí teléfono.
Nada, ni un mísero mensaje.
¿Se habían olvidado de mí tan rápido?
Decidí pensar que tan solo estaban ocupados.

Miré el frío paisaje tras el viejo Ford azul. La lluvia le daba un aspecto todavía más horrible al pueblo. Pasaron como unos diez minutos cuando por fin paramos en un vecindario. Ayude a mí padre a bajar todas las maletas del coche mientras que un molesto perro nos ladraba desde la esquina.
Abrí la puerta trasera y desabroche el cinturón a mi hermano Roger.

El perro que desde entonces se había quedado en una esquina, olía mis pantalones mientras que gruñia.

-¡Nico! ¡Ven aquí! -La ronca voz de un chico sonó al otro lado de la acera.

El perro agachó las orejas y corrió hacia la voz de su supuesto dueño.
Me dí la vuelta y pude ver como un chico de pelo rizado y chaqueta roja reía y acariciaba los cabellos castaños de su mascota.

Él me miró y se disculpó por la actitud de Nico, le dedique una calida sonrisa.

-¿Te acabas de mudar?-Preguntó mirando como mi padre descargaba las cosas del maletero. Asenti mientras que bajaba a Roger.

-Oh, pues bienvenida a Endfalls.

Flowers violet.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora