algo más de tu pasado

314 14 7
                                    

Zero pudo cerrar los ojos por un momento. No había dormido para nada bien. Toda la noche se la pasó pensando en la pobre muchacha de cabellos negros, en lo que ella tuvo que pasar en su dolorosa vida. Si él creía que el universo lo odiaba por darle tantas injusticias, no imaginaba todo el rencor que Scarlet guardaba dentro de su pequeño y frágil cuerpo.

-Kiryuu-kun. La clase ha terminado. ¿Qué acaso hoy no iba a venir Kuran-san?- dijo la suave voz de Sayori levantando al joven cazador de su sueño.
-¿Scarlet ha faltado?- preguntó mostrando su interés.
-Todavía quedan tres clases. Tal vez se presente en una de ellas.- respondió la interrogada.- Kiryuu-kun, me parece que te has ganado la confianza de Kuran-san como para llamarla por su nombre.- comentó cambiando de tema.
-¿Cómo dices? Sólo estoy siendo amable.- contestó irritado.
-Oh, mira. Creo que esa es, ¿verdad?

El estudiante diurno alzó la cabeza buscando la pocisión de (y anque él no quiera admitirlo) su dueña.
La localizó justo detrás del profesor Yagari (el cual acababa de llegar) tratando de esconderse de la clase. El maestro seguía caminando como si no se enterara de que atrás de su cuerpo había una tímida estudiante que no sabe socializar con humanos.
-Yagari-sensei. ¿Ella es Kuran-san?- preguntó el delegado de clase.
-Estás en lo cierto.- afirmó el profesor.- Clase, quiero que guarden silencio, tenemos una nueva compañera y va a presentarse.- dijo alzando la voz.

En el aula de estudios no se escucharon ni los susurros de los más habladores.

-Bu-buenos días a todos. Mi nombre es Scarlet Cro...- Yagari tosió cortando a la jovencita y, sin que nadie se diera cuenta, le dió unos suaves toques con el codo en su costado. Ella soltó un suspiro y prosiguió.- ...Kuran Hiou. Espero poder llevarme bien con todos ustedes.- terminó el discurso dibujando una sonrisa en su lindo rostro.
-Señorita Kuran, tome asiento por favor. Puede elegir el lugar que más le agrade.- repuso el maestro.

Scarlet asintió con la cabeza y empezó a buscar un asiento libre con los ojos tan verdes como un par de esmeraldas.
Zero y la sangrepura cruzaron miradas y el cazador entendió que la muchacha estaba nerviosa y de inmediato levantó la mano.
-Hay un sitio libre a mi lado.- comentó el Kiryuu con voz calmada.

La mayoría de los alumnos diurnos se sorprendieron enormemente al escuchar lo que el peliplateado dijo.
Scarlet corrió en dirección hacia su lugar y se sentó con mucha delicadeza.

Las clases continuaron con normalidad. La jovencita se dormía a cada momento, algo que le pareció inusual (pero también algo bastante obvio, pues se supone que los vampiros duermen de día) al cazador.
La campana comenzó a sonar y los estudiantes salieron uno por uno del salón de clases. Excepto Zero.

Toga arreglaba sus anotaciones para que él también pudiera retirarse. Y por un segundo, el chico albino notó una larga y profunda herida en la mejilla que se escondía por sus cabellos azabache y la sombra de su sombrero.
El muchacho diurno se levantó de su asiento tan rápido como una bala y se dirigió con fuertes zancadas a donde estaba su profesor.
-¡YAGARI-SENSEI! ¡¿QUÉ LE SUCEDIÓ EN LA...?!- reclamó el peliblanco, pero Toga le cubrió la boca con la palma de su mano.
-Cállate. Esto me lo hice yo mismo en una de mis misiones. No hagas un escándalo por una simple herida.

Ambos dejaron de hablar por un rato. Después, Zero bajo la mano con la que el profesor le había silenciado y murmuró:
-Eso lo hizo Scarlet ¿verdad?- interrogó con la mirada seria.

El maestro lo observó con detenimiento. Quería encontrar un punto débil en su defensa y atacar. Pero no halló más que los ojos del joven penetrando su alma.
Yagari sonrió y respondió:
-Parece que te he entrenado muy bien, Zero. Pudiste resolver el rompecabezas. Es verdad. Ayer cuando abandonaste la habitación de Scarlet le supliqué que tomase algo de mi sangre.
Ella se negó rotundamente y no me quedó más que tratar de obligarla. Pero te aseguro que más dolor me causó abrirle la boca con mis propias manos sobre mi cuello que cuando ella quiso defenderse y me arañó la cara. Además, mis intentos fueron en vano. Sus colmillos apenas rozaron mi piel. A pesar de parecer inofensiva, supo como safarze de mi agarre y amenazó con invocar a sus armas anti-vampiros y clavarse una en la cabeza y otra en el pecho directo al corazón.- dijo en tono irónico.- Mi pequeña es demasiado astuta. Sabe perfectamente que jamás pondría su vitalidad en riesgo.

pacto de sangre (fanfic de Zero Kiryuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora