-Zero, no te preocupes. No me duele nada.- le repitió Scarlet cubriendo el parche que tenía en el cuello con la palma de su mano derecha. En su rostro jamás desapareció la sonrisa.
El peliplateado no respondió. A pesar de haberla bebido hasta la saciedad, sentía que las fuerzas le faltaban para dirigirle la mirada.
-Sabes que la culpa no es tuya, ¿cierto?- preguntó la sangrepura, recostada en la cama de su habitación. Ni siquiera la luminosidad de la luna era recibida en sus aposentos de profunda oscuridad. La única luz que había era la de la vela en la mesa de noche.
Zero no habló. Si hablaba, de seguro el nudo en su garganta incrementaría de magnitud.
-¿Me estás haciendo la ley del hielo?
Esta vez solo atinó a negar con la cabeza; por lo menos, era capaz de hacer eso.
-¿Te dignarás a decirme algo?
Volvió a negar. Sentado a sus pies, era imposible que ella viese su vergonzosa debilidad.
Scarlet movió los dedos de los pies, rozándole los cabellos albinos tras las mantas.
-Vamos, cuéntame cualquier cosa. Necesito entretenerme.- sugirió mientras le revolvía la melena de una manera rara pero reconfortante.
Un silencio de varios minutos reinó en el lugar.
*Pov. Zero*
¿Qué decir? ¿Cómo comenzar?
"Bueno, pues no mucho. Tu sangre es deliciosa, por cierto. Un manjar de primera calidad."
Sabía que aquel silencio debía rellenarlo yo, con mis propias palabras. Pero nada se me ocurría. Mi mente estaba en blanco totalmente.
Lo que mi boca luchaba por decir de seguro a ella no le gustaría: "Lo siento, me dejé llevar".
Un empujón me sacó repentinamente de mis pensamientos. Scarlet había tomado impulso para patearme justo en la nuca. Fue brusco, pero mi cuerpo le gritaba a mi cerebro que me lo merecía.
-Si eres demasiado terco como para hablarme, bien. Lo capto.- dijo con dureza. Sentí que el estómago se me encogía.- Vete a buscarme comida. Me muero de hambre.
Me sorprendí, pero entendí a la perfección. Ella tenía derecho a sentirse resentida conmigo; en su lugar yo también lo estaría.
Me levanté con cuidado, pues sentía mis rodillas temblar ante mi peso. En cualquier momento, las piernas me fallarían si seguía en el mismo lugar en el que estaba Scarlet.
No quise verle el rostro; sus ojos, verdes esmeraldas, en donde siempre podía encontrar consuelo, probablemente estén cerrados para mí desde ahora. Cerré la puerta de su dormitorio y, seguro de saber que ella no se enteraría, me derrumbé.
¿Cómo pude perder el control de esa manera? ¿Qué acaso no era mi deber protegerla, cuidarla, mantenerla sana y salva? ¿Cuál era la manera correcta de velar por ella si la mayor amenaza era yo?
Algo me dolía en el pecho. La cabeza me daba vueltas. Y su voz no me dejaba tranquilo. Sus palabras, tiernas y bellas, sean las que fueran, me sonaban a melodía y poesía fundida en un mismo molde.
No podía ni imaginarme su duro gesto, algo imposible de crearse. Al menos, algo que yo nunca había visto dirigido hacia mí.
Ahora su enfado me penetraba, como una flecha lanzada directo en la mitad de las costillas, destrozando la piel, músculo, tendón, y dando paso a cascadas de sangre.
Cubrí mi rostro con ambas manos, intentando- en vano- quitarme los horribles pensamientos que recorrían mi mente. El nudo en la garganta se hacía cada vez más duro y agobiante, a tal punto en el que tuve que sofocar mis aullidos.
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pacto de sangre (fanfic de Zero Kiryuu)
Fanfic(fanfic de vampire knight ) despues de la partida de yukii ,zero se queda destrozado por la pérdida de su único y primer amor la llegada de una joven cambiará el curso de las cosas ,secretos saldrán a la luz como ¿por qué conoce a los kuran? ¿qué l...