pacto de sangre (fanfic de Zero Kiryuu)

respuesta encontrada

La joven de cabellos negros y mirada carmesí tenía sed. Mucha sed. Y la luna lo empeoraba todo.
Ella estaba sentada en uno de los muros de la escuela junto al muchacho de melena albina y ojos rubí.
Ya no se sentía resentida con él. Después de su pequeña discusión Zero tuvo el coraje para pedir disculpas, aunque realmente Scarlet sabía que la culpa la tenía ella por completo.
Un mes había pasado desde su desacuerdo, y en esos días se dio cuenta de que le agradaba su compañía. Y también la de Yori, pero su amiga parecía dolida cada vez que la llamaba de forma cariñosa.
Incluso una vez en la que la sangrepura le dijo: "Yori-chan es mi mejor amiga, y si alguien se atreve a hacerle daño se las verá conmigo". Sayori le pidió que por favor no fuera tan amable con ella. Esa misma noche escuchó como su amiga lloraba silenciosamente hasta quedarse dormida.

Tanto Scarlet como Zero observaban hipnotizados la luna, sin decir nada de nada. Era tan grande que los dos se sentían insignificantes bajo ella. Los ojos de ambos se habían teñido de un rojo espeso, algo que ninguno podía evitar.

Zero sabía perfectamente que Scarlet tenía sed, pero a ella no le gustaba beber. Era por eso que prefería no decirle que con mucho gusto él podría darle un poco de su sangre. El albino también estaba sediento, pero se conformaba con las pastillas por el momento.

La sangrepura iba a tratar de comenzar una conversación, pero el crujir de una rama los hizo alertarse. Las miradas de ambos se dirigieron a la oscuridad del bosque que tenían al frente. Unos matorrales emitían ruiditos de hojas quebrarse.

-Zero...- susurró la vampiresa.
El peliplateado solo asintió y de un salto bajó del alto muro que separaba el bosque de la academia.
-¡Quién anda ahí!- reclamó sacando de su chaqueta la bloody rose.
De inmediato salieron de su escondite dos chicas con el uniforme diurno muy nerviosas por la situación en la que se encontraban.
La más alta apoyaba a la otra en su cuerpo mientras que la bajita apretaba los dientes para no gritar.
-Po-por favor... no queríamos meternos en problemas...- dijo asustada la alta.
-¡¿Qué hacían aquí a estas horas?!- exclamó Zero guardando la pistola.- ¡Explíquense!
-Zero...- murmuró la sangrepura con un hilo de voz, pero que fue oída por los tres.- ...cálmate, déjalas tranquilizarse.
Tomó impulso y saltó con ambas piernas la pared hasta aterrizar de pie al lado de su compañero.
Las muchachas reflejaron en sus rostros el alivio que sentían al ver que Scarlet tenía la voz de la razón.
-Bueno, jovencitas, díganme que pasó.- dijo la vampira en tono dulce.
-Scarlet-sama... nosotras queríamos, pues...- la alta dudaba en si contarlo o no. Pero se decidió.- Queríamos entrar en los dormitorios nocturnos para buscar cosas olvidadas de los sempais.
Zero frunció el ceño más de lo normal.
-Esas instalaciones están cerradas. Y ustedes lo saben.- repuso enfadado.- Denme el nombre de su sección y aula.

Las chicas fijaron sus atemorizadas miradas en Scarlet, suplicándole con los ojos que haga algo para ayudarlas.
La más baja, que seguía apoyada sobre el hombro de su cómplice, entrecerró los ojos mientras miraba a la vampiresa. Luego acercó su rostro a la oreja de su amiga y le susurró algo.

-¿Qué es lo que tanto cuchichean?- preguntó el cazador perdiendo de a pocos la paciencia.
De repente el rostro de la pequeña se contrajo y gimió, para después caerse contra el césped.
Scarlet arqueó una ceja y empezó a caminar hacia ellas. Al llegar junto a las estudiantes se agachó para hablar con la que se había caído.
-Es mi... tobillo...- jadeó la bajita.- Algo me ha mordido...
-Déjame ver...- sugirió la sangrepura dedicándole una sonrisa y acariciando con suavidad la pierna de la joven.
Sus manos tocaron el comienzo de la larga media que llegaban hasta el muslo y la bajó lentamente.
Le sacó el zapato y se deshizo de la media. Para luego tragar en seco.
Era una mordida de serpiente, de eso estaba segura, pues podía detectar el veneno. Pero la sangre formaba un hilillo rojo que goteaba justo debajo de su mano.